Main logo

El enemigo son los militares

La lucha de un grupo de opositores al gobierno actual consiste en señalar a las Fuerzas Armadas como su enemigo. | César Gutiérrez

Por
Escrito en OPINIÓN el

La lucha de un grupo de opositores al gobierno actual consiste en señalar a las Fuerzas Armadas como su enemigo. La ruindad de diversos actores políticos se ha incrementado mediante una fuerte oleada de descalificaciones e injurias, pero hoy les refrescaré la memoria y verán por qué será fallida su propuesta para el 2024.

Los mexicanos estamos sufriendo aún las imposiciones de los gobiernos pasados, que en su momento generaron más impuestos. Son ellos quienes han contribuido a los incrementos del costo de la canasta básica, quienes firmaron convenios leoninos con sus contratistas preferidos. Sus amigos y familiares son quienes han generado ese tráfico de influencias y nepotismo. 

Hoy sus frases de paladines del pueblo son letra muerta, yo pregunto ¿En que han contribuido al país?, porque solo se han abocado a denostar al gobierno. Lejos de ayudar a mejorar a nuestro México, solo propician mantener la división entre los ciudadanos, siendo la mezquindad su principal bandera.

Los mexicanos no debemos confundirnos con este tipo de propaganda sucia disfrazada de denuncia formal, ya que está plagada de suposiciones y no de argumentos. Sin embargo, el ego de la derecha no les permite darse cuenta que su planteamiento es falaz y nulo, debido a que hoy todos LOS CIUDADANOS DE A PIE NO QUEREMOS QUE REGRESEN esas cúpulas de poder que ellos representan. Recordemos que muchos son chapulineros, porque solo brincan de cargo en cargo y viven del erario público sin pudor ni vergüenza. Creen que el ciudadano no se da cuenta que son siempre los mismos, se lisonjean proclamándose dueños de la verdad, y discriminando al sector social más desprotegido. 

Nuevamente pregunto ¿en dónde está la ayuda y la representación social? Es una falacia que podemos agradecerles a esa podredumbre de políticos que solo son parásitos del sector público. Pero las matemáticas son exactas, piense usted entonces: ¿cuántos ciudadanos de a pie podemos aspirar a ser candidatos a diputados o senadores? ¿Cuánto dinero realmente se invierte en lo oscurito para ganar votos? ¿Cuántos acuerdos se establecen previos a las elecciones?, ¿Cuántos personajes solo son títeres que pasan sin pena ni gloria en los cargos? ¿Cuántos ciudadanos estamos informados sobre el trabajo y quehacer legislativo? Cuando comenzamos a pensar y analizar cada uno de estos factores es cómo podemos darnos cuenta por qué y cómo se extienden las redes de complicidades y corrupción.    

Ahora bien, nuestra expresión ha sido siempre clara y objetiva en cada criterio. Para nosotros es muy importante tener calidad moral e imparcialidad, algo de lo que muchos carecen. México hoy exige justicia. NO necesitamos políticos criticones regando chismes como en vecindad. Se requiere gente que sí haga su trabajo en pro del interés público y social. 

Todo resultado que vierte problemáticas, es porque cada funcionario público en su ámbito ha sido incompetente. No se trata de echar culpas, más bien se trata de dar SOLUCIONES. Esa es la parte que no está comprendiendo la derecha. Los mexicanos estamos hartos de su corrupción, de sus redes de complicidades, del tráfico de influencias y nepotismo, que solo han servido a sus intereses particulares. Por eso hoy son ellos quienes lloran y anhelan regresar al poder.

El día de hoy les vaticino, que todos aquellos símbolos y paladines de la derecha, sucumbirán ante la triste realidad: México NO los necesita, porque hoy sabemos claramente cuáles son sus intenciones, conocemos sus prácticas de disimulo y sobre todo, su putrefacta ambición por el poder. Hoy todos los ciudadanos estamos de acuerdo en que se les acabó su negocio como partido político. 

En consecuencia, todos aquellos que han recibido la honrosa tarea de llevar a cabo el Proyecto de Nación, tienen el deber de cumplir cabalmente y si no lo hicieran así, que los esperen en la cárcel. No se trata de ser aplaudidor de quienes se conduzcan con las mismas prácticas de los partidos antagónicos, en eso radica la gran diferencia, sea quien sea. 

Por otro lado, la expresión de Xóchitl Gálvez al afirmar y generalizar que los militares son corruptos, carece de fundamento. Vamos dando orden a las ideas:

1. Si la senadora tiene información de actos de corrupción de delitos cometidos por personal militar, su deber es denunciarlos a la autoridad correspondiente de acuerdo a las disposiciones del CÓDIGO MILITAR DE PROCEDIMIENTOS PENALES, las cuales son de orden público y de observancia general en toda la República Mexicana. 

2. Para poder acusar se deben tener pruebas fehacientes y no meras suposiciones que no señalen de manera clara y directa el despliegue de una conducta ilícita. 

3. Para que exista un conflicto de interés, se deben especificar en las cláusulas del concurso, que una empresa no puede concursar en otras licitaciones, ya que, de otra manera, por lógica nadie podría participar en diversos concursos a la vez.    

4. Cabe señalar que, denostar y asegurar de palabra que los militares son corruptos, debe comprobarse y si se tiene la razón, se debe ejercitar la acción penal en contra de ese personal que debe tener nombre y apellido, ya que quienes portan el uniforme verde olivo, fueron formados en el Heróico Colegio Militar y en la Escuela Superior de Guerra, lo que en caso de comprobarse, sería un deshonor. Y el General Secretario no puede darse el lujo de tener militares corruptos en sus filas. 

Por último, sería bueno, que investigaran a las empresas que firmaron contratos con la delegación Miguel Hidalgo, durante la Gestión de la Senadora y ver quiénes son realmente esos contratistas. Le pregunto a la Senadora Xóchitl Gálvez ¿se anima a que se verifiquen quienes son los verdaderos dueños de las empresas constructoras que realizaron trabajos durante su gestión como delegada?, ¿o se va a lavar las manos como con lo sucedido en la taquería el Borrego Viudo?, que despojaron a su real propietario para apoyar a un grupo auspiciado por la Unión Tepito y apoyado gubernamentalmente por el Senador Miguel Ángel Mancera. Me pregunto ¿a lo mejor el ser senadora del PRD fue el pago por ese apoyo? No lo sé, a lo mejor soy mal pensado.