La vieja casona de Xicoténcatl, que fue sede del Senado durante casi 80 años y que albergó a la Asamblea Constituyente, ahora es un edificio enfermo.
En el último mes, la gran mayoría de las 300 personas que acudían a las sesiones diarias, entre diputados, personal de apoyo, administrativo y servicios parlamentarios -que proporcionó la Cámara de Diputados-, padecieron los estragos del escaso mantenimiento.
El alto índice de enfermedades respiratorias y hasta en la piel con casos de herpes hizo tal crisis, que se solicitó la instalación de un módulo para la vacuna contra la influenza, misma que se ofrecía a todo el personal que ingresaba a la casona.
Lo grave del asunto es que fueron pocos los que se salvaron de infecciones en la garganta que se acompañaban de conjuntivitis severa. Uno de los culpables fue el mal estado del aire acondicionado, el que no se usó desde que se mudaron los trabajos de los Senadores al nuevo edificio de Paseo de la Reforma, es decir, cerca de 6 años.
Pero eso no acaba ahí, nos cuentan que otra de las causas de las enfermedades se debió a que había ratones en las instalaciones de Xico, sí, así como se lee, el descuido de la Cámara Alta llega a tal, que atrás de la Mesa Directiva se encontraron con frecuencia restos de alimentos con mordidas de roedores.
Ya es un secreto a voces que había un elevado descontento y molestia entre muchos de los Constituyentes por la falta de atención del Senado, lo que ocurrió desde que iniciaron los trabajos en septiembre pasado.
¿Otra vez lo mismo?
En este espacio dimos cuenta del desmoronamiento de la banca de desarrollo ante la falta de compromiso del gobierno para que esas entidades apoyen a la planta productiva. Uno de los casos más significativos fue el de Bansefi, que en los últimos años se convirtió en refugio de compadrazgos.
Aquí mencionamos que de 2015 a la fecha habían pasado por la institución dos directoras: la primera, Alejandra del Moral, que duró cerca de un año y María Fernanda Casanueva, cercana colaboradora de Luis Videgaray, quien ocupó el cargo por sólo tres meses, ya que al cabo de ese tiempo renunció para tomar posesión como Oficial Mayor de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
El tema es que ni Bansefi ni Bancomext tenían director general desde la renuncia tanto de Casanueva como de Alejandro Díaz de León, quien a propuesta del presidente Enrique Peña Nieto, ocupa el cargo de subgobernador del Banco de México y quien por cierto, tiene el apoyo del Jefe del Ejecutivo para sustituir a Agustín Carstens, en julio próximo.
Pues resulta que después de meses, Bancomext y Bansefi ya tienen cabeza desde el 27 de enero. En el primer caso se optó por Virgilio Andrade, quien previo a la nueva encomienda se despeñó como Secretario de la Función Pública, con una pausa de seis meses posterior a su salida de la dependencia, mientras que en Bancomext se optó porFrancisco González Díaz, quien cuenta con una carrera dentro de la banca privada y pública.
Así las cosas…