Más allá de los beneficios comerciales, el fomento de la lectura tiene consecuencias en el desarrollo de las sociedades. El acercamiento con la lectura, sobre todo en las primeras etapas de la vida, provocan y alientan la convivencia social. La palabra, el idioma, son elementos que alimentan la comunicación; crean consciencia y hermanan a las comunidades.
Como se ha demostrado en distintos países, y México no es la excepción, las industrias culturales y de esparcimiento son parte estratégica de las economías. Generan recursos, cientos de empleos directos e indirectos, mueven a toda una cadena industrial en torno a una tarea que alimenta el espíritu y provee conocimiento y esparcimiento a la población.
La industria del libro en nuestro país es una industria fundamental, que refleja el avance de la sociedad en cuanto a cultura y educación. Junto con las autoridades, a través de ferias, actividades académicas, premios y reconocimientos, campañas específicas de promoción de la lectura, la industria editorial mexicana busca que los niveles de lectura crezcan, lo cual es una manera de mantener a la industria a flote, y de paso, ayudar a solventar cualquier tipo de crisis económica que vive el país.
La emergencia global de salud producida por la pandemia de la covid-19 está poniendo a prueba la capacidad de respuesta y de organización de toda la humanidad. Las empresas de la cadena del libro, atentas al momento por el que pasamos, están innovando, reinventándose, buscando modos para subsistir sin que con ello violen las medidas de mitigación decretadas por la Secretaría de Salud. El papel de los libros y la lectura, en el confinamiento a la que la mayoría de la población debe someterse ¡es esencial!
La lectura nos alienta. Por medio de ella adquirimos conocimientos, los transmitimos, soñamos, viajamos, nos educamos, nos divertimos. La lectura es el mejor alimento para el alma, para el carácter y para el pensamiento crítico.
Juntos, sigamos soñando con cada lectura, hoja tras hoja promoviendo la lectura, y acercándonos a más libros, para seguir siendo buenos lectores del siglo XXI.
A todos los lectores, muchas felicidades y les deseo muy buenas y grandes lecturas, porque solo así celebramos verdaderamente el Día Internacional del Libro.