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El destino de los millones

¿A cuánto equivaldrá la cuantificación del monto por concepto de corrupción? ¿Cuánto se han endeudado los estados en sus administraciones?

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Escrito en OPINIÓN el

El Índice de Información del Ejercicio del Gasto 2017 (IIEG, por sus siglas) que produce el Instituto Mexicano para la Competitividad, arroja un gran conocimiento sobre el destino del gasto en las Entidades Federativas, que no necesariamente significa eficiencia de uso.

Veamos. Los Estados que presentan un mayor cumplimiento son Tabasco, Campeche, Puebla, Querétaro, Veracruz y Nuevo León. En el caso de Veracruz la fuente señala que carece de credibilidad. Puebla, por ejemplo, lleva 68 feminicidios en lo que va del año; y uno de los talones de Aquiles de Nuevo León lo constituye la falta de manejo de sus penales locales.

Cuando el fin del Estado es producir el bienestar de sus ciudadanos, de cuyas políticas públicas se deriven niveles de bienestar, superiores a los deciles, índices o tabuladores de pobreza, o bien, en el modelo económico para distribuir la riqueza equitativamente en el país, esto no quiere decir que las políticas públicas o los modelos que han generado las Entidades Federativas producen ciudadanos más satisfechos en sus derechos, bienes o en su economía.

Podría decirse que en la mediocridad oscilan los estados de Aguascalientes, Jalisco, Zacatecas, Tlaxcala y Oaxaca, con 64.90, 61.80, 61.10, 60.10 y 57.60% respectivamente. Los 3 primeros azotados por la inseguridad, principalmente. Jalisco entre los primeros lugares en desaparecidos en el país.

Pero los estados que menos aplican los recursos aprobados por sus Congresos locales son, Chihuahua, Michoacán, Ciudad de México, Estado de México, Baja California Sur y el primer lugar, ni más ni menos que Guerrero, con tan solo el 13.90% de su presupuesto aplicado. Mientras que los demás tienen 39.90, 39.20, 37.80, 37.50 y 25.00, respectivamente.

Guerrero, el caso más escandaloso, parece que es nicho de delincuentes y ni sus exgobernadores pudieron, o quisieron, combatir la inseguridad y corrupción. La duda salta, por ejemplo, que el nombre del exgobernador Rogelio Ortega Martínez haya aparecido en una computadora de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) (“El gobernador interino: ¿guerrillero y secuestrador?”, Columna Política Zoom de Ricardo Raphael, lunes 3 de noviembre de 2014, periódico El Universal).

Chihuahua acarrea los problemas en círculo de corrupción dejados por el exgobernador César Duarte, sin embargo, esto pone en tela de juicio la capacidad del gobernador Javier Corral para afrontar el tema, mientras que en Michoacán y Ciudad de México hay necesidades más apremiantes que pensar en una candidatura presidencial; en el Estado de México, parece que el gobierno de Alfredo del Mazo está intentando tomar las riendas de la seguridad.

Es evidente que hay graves detrimentos al erario público en perjuicio a la función pública que prometieron cumplir. Por lo menos en los estados con los más bajos porcentajes de aplicación presupuestal así se deduce.

Además de los perjuicios a la función de seguridad, de gobierno, económica y demás de la función pública, la pregunta luego entonces es, ¿a cuánto equivaldrá la cuantificación del monto por concepto de corrupción? ¿Cuánto se han endeudado los estados en sus administraciones?

¿O creen sus gobernadores que no hay corrupción en sus Estados? Inocentes.        

@racevesj | @OpinionLSR | @lasillarota