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El Cronopio mayor

Su legado es la marca de un romanticismo juvenil y de las palabras más inspiradoras que he leído en mi vida.

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Escrito en OPINIÓN el

Como segunda excepción en la historia de esta columna y por el aniversario del natalicio de Julio Cortázar, no quise dejar pasar la oportunidad para hablar un poco de un autor que ha marcado la vida de muchos y que es un referente de la literatura latinoamericana. Siguiendo la línea de la columna lo haré en algunos puntos:

  • El Cronopio mayor, cuando menos según Julio Cortázar es Louis Armstrong, no Julio Cortázar.
  • Rayuela es un libro que marcó la vida de muchos, leída de corrido o siguiendo el tablero de dirección es un libro que dibuja la vida en un París de noche y de palabras.
  • Rayuela dice muchas verdades pero me gustaría resaltar una que no se suele resaltar: “no había querido fingir como los bohemios al uso que ese caos de bolsillo era un orden superior del espíritu o cualquier otra etiqueta igualmente podrida, y tampoco había querido aceptar que bastaba un mínimo de decencia (¡decencia joven!) para salir…” la señalo porque en realidad refleja algo que poca gente nota… para ser escritor también se requiere disciplina.
  • También me parece inolvidable la frase “Probablemente de todos nuestros sentimientos el único que no es verdaderamente nuestro es la esperanza. La esperanza pertenece a la vida, es la vida misma defendiéndose”
  • Yo también busqué a la Maga… sabiendo que así no se puede encontrar.
  • Yo también me he visto reflejado en el jazz de Rayuela y en las palabras que acreditan que a veces cuesta mucho menos ser que pensar ser.
  • Rayuela fue hecha con base en el libro Nadja, de André Breton.
  • Son mejores los cuentos de Cortázar.
  • “La autopista del sur” describe un embotellamiento que se prolonga hasta que la gente empieza a vivir en la autopista… nada lejos de lo que piensa en uno.
  • Las historias de Cronopios y de Famas es la síntesis (en mi punto de vista) de la diferencia entre el pensamiento racional o lógico y el abstracto.
  • Nunca define con claridad qué es un Cronopio y qué es una Fama (o cuando menos no lo hace en “historias de Cronopios y de Famas”, “La vuelta al día en 80 mundos”, o “en el último round”).
  • La mejor forma de entender las diferencias, si mi memoria no me falla, es una parte que se llama “sobre el modo de conservar recuerdos” en donde describe a un Fama como alguien que conserva sus recuerdos embalsamándolos cuidadosamente y poniéndoles pequeñas tarjetas que marcan la efeméride como “recuerdo de mi primer beso”, en cambio los Cronopios dejan correr a sus recuerdos libres por la casa y cuando se topan con alguno lo único que hacen es decirles cosas como “ten cuidado en la escalera porque hay un escalón flojo”.

Por otro lado nunca he sido muy adepto de su pensamiento político, la mayor parte de los escritores de su generación tuvieron tiempo de ver la caída de dichos pensamientos en tristes realidades… él no, murió en 1984.

Su legado es la marca de un romanticismo juvenil y de las palabras más inspiradoras que he leído en mi vida; no conozco toda su obra, pero sí una buena parte… lo suficiente al menos para sumarme a la celebración de los 100 de su nacimiento porque sigo teniendo en la cabecera algunos de sus libros.

 

@JulioCastilloL