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El Chinkungunya golpea a Chiapas

A la fecha no hay apoyo ni orientación técnica o médica para atender eficazmente los casos y los brotes que permitan detectar y confirmar casos, atender a los pacientes.

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Escrito en OPINIÓN el

El virus del Chikungunya, que se ha detectado en casi 40 países de Asia, África, Europa y las Américas, ha afectado a por lo menos 5,500 personas que viven en la costa de Chiapas. Brotes masivos y sostenidos rebasaron la capacidad de las autoridades chiapanecas de Salud. Las áreas de urgencias del IMSS, Hospital Regional e Issste están atiborradas de hombres, mujeres, ancianos, y niños que padecen la enfermedad.

 

Este virus transmitido por los mismos mosquitos involucrados en la transferencia del dengue (Aedes Aegypti y Aedes Albopictus) ocasiona a los afectados severos dolores de cabeza, cuadros febriles, dolor de articulaciones y sólo es tratado con Paracetamol. Un remedio eficaz, corroborado por este columnista que fue afectado por el mal,  es el carbón vegetal activado, que es vendido en farmacias naturistas o supermercados.

 

Las autoridades han intentado minimizar este problema sanitario pero la realidad es otra. Faltan campañas de fumigación. Sólo unos 5 vehículos fumigan los arbustos en zonas periféricas de Tapachula pero no hay una campaña de “casa por casa” para evitar la propagación de este mal que deja postrada durante una semana a las personas.

 

Cifras oficiales, guardadas herméticamente, indican que son más de cinco mil 500 los casos reportados sin contar otros de personas que no acuden a médicos particulares y se atienden sólo consumiendo Paracetamol o una infusión de hojas de mango, mezclada con trozos de mango verde, canela y pimienta.

 

No hay un solo hogar que se salve así que el número de casos deben ser miles y miles de esta enfermedad vírica transmitida al ser humano por mosquitos infectados. Muchas personas afectadas y consultadas por este columnista refieren que el mal es la producido diarreas, vómitos, náuseas, cansancio, erupciones cutáneas, dolores de cabeza y musculares.

 

“La verdad es que no hay una estrategia sobre este tema. Nos han dado indicaciones de tratar a los pacientes con Paracetamol, pero ese es sólo un paliativo. Falta atacar el problema a fondo e ir a la fuente del problema: realizar una campaña de descacharrización y echar el químico conocido como Abate para evitar la propagación del mosquito”, indicó un médico del Hospital Regional de Tapachula que requirió el anonimato.

 

Hasta el momento no se han reportado en los pacientes afectados complicaciones oculares, neurológicas y cardiacas, pero sí muchos confiesan haber sufrido molestias gastrointestinales. La enfermedad, según la Organización Mundial de la Salud, suele aparecer entre 4 y 8 días después de la picadura de un mosquito infectado, aunque el intervalo puede oscilar entre 2 y 12 días.

 

Para establecer el diagnóstico se pueden utilizar varios métodos. Las pruebas serológicas, como la inmunoabsorción enzimática (ELISA), pueden confirmar la presencia de anticuerpos IgM e IgG contra el virus chikungunya. Las mayores concentraciones de IgM se registran entre 3 y 5 semanas después de la aparición de la enfermedad, y persisten unos 2 meses, detalló.

 

Las muestras recogidas durante la primera semana tras la aparición de los síntomas deben analizarse con métodos serológicos y virológicos (RT-PCR). El virus puede aislarse en la sangre en los primeros días de la infección. Existen diversos métodos de reacción en cadena de la polimerasa con retrotranscriptasa (RT–PCR), pero su sensibilidad es variable. Algunos son idóneos para el diagnóstico clínico.

 

La Secretaría de Salud ha hecho poco o nada para tender un cerco sanitario y declarar la zona en emergencia. Ciudadanos de las colonias San José El Edén, El Carmen Fonhapo, Laureles, Bonanza, Galaxias, entre otras, han lanzado un “SOS” pero nadie les hace caso. Todos los políticos y autoridades están más preocupados de la próxima campaña electoral que de vigilar la salud de los habitantes de la costa de Chiapas. “Sólo hasta cuando la enfermedad llegue a Tuxtla Gutiérrez, la capital de Chiapas, donde se definen muchas cosas nos tomarán en cuenta”, dijo un aspirante a alcalde de la costa.

 

Durante los brotes se pueden aplicar insecticidas, sea por vaporización, para matar los moquitos en vuelo, o bien sobre las superficies de los depósitos o alrededor de éstos, donde se posan los mosquitos; también se pueden utilizar insecticidas para tratar el agua de los depósitos a fin de matar las larvas inmaduras.

 

Hasta octubre de 2014 se habían registrado más de 776 000 casos sospechosos de fiebre chikungunya en las islas del Caribe y en algunos países de América del Sur; durante el mismo periodo se han atribuido 152 muertes a esta enfermedad. En México y en los Estados Unidos de América también se han registrado casos importados. El 21 de octubre de 2014 Francia confirmó 4 casos de infección autóctona en Montpellier, según la OMS.

 

A la fecha no hay apoyo ni orientación técnica o médica para atender eficazmente los casos y los brotes que permitan detectar y confirmar casos, atender a los pacientes y poner en práctica estrategias de comunicación social para reducir la presencia de los mosquitos vectores.

 

Chiapas está en el sur de México, puerta de entrada de ciudadanos centroamericanos. Es también la puerta de entrada de la pobreza y el olvido. Es tiempo que la Federación voltee los ojos a esa región antes de que el problema se convierta en una epidemia y en un brote de inconformidad social.

 

joseluiscastillejos@gmail.com

@jlcastillejos