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'El Chapo' a punto de extraditar

Guzmán Loera era una amenaza para la clase política.

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Escrito en OPINIÓN el

 

En una maniobra sorpresiva, el fin de semana pasado fue trasladado Joaquín Guzmán Loera El Chapo del penal del Altiplano a una cárcel de mediana seguridad en Ciudad Juárez en Chihuahua, en lo que se prevé será su extradición a los Estados Unidos para que compurgue las penas que en ese país tenga pendientes con la justicia.

 

Es posible que su extradición haya sido producto de las declaraciones de quien dijo ser hija de Joaquín Guzmán, Rosa Isela Guzmán, quien en marzo pasado fue entrevistada por el periódico inglés, The Guardian, quien afirmó que su padre ingresó no una, sino dos veces a los Estados Unidos para visitar a su familia, y durante este tiempo que estuvo nuevamente prófugo, las autoridades del Instituto Nacional de Migración y su titular llevarían responsabilidad por la porosidad de las fronteras mexicanas, cuando Guzmán Loera cruzaría las fronteras mexicanas como si fuera su casa en Badiraguato en Sinaloa, sin que ninguna autoridad se lo impida.

 

Sólo unos cuantos servidores públicos de mediano calibre fueron procesados por el segundo escape de Guzmán Loera, mientras que de manera extraña el exjefe de la División de Inteligencia de la Policía Federal, Ramón Pequeño García, responsable de la información de la custodia de Guzmán Loera, sólo fue removido de esa posición y colocado como director de la División Científica de la misma corporación.

 

Parece que el único servidor público de primer nivel que fue separado, pero no procesado, con motivo de la segunda fuga de El Chapo, fue Monte Alejando Rubido García.

 

Se sabe que el penal donde se encuentra desde el sábado pasado El Chapo, no cuenta con los dispositivos de seguridad necesarios, para mantener de manera segura su estadía, lo que hace vulnerable a un tercer escape, a menos que la justicia norteamericana haya puesto su interés y derivar algún equipo de seguridad en ese centro penitenciario.

 

Mientras tanto, Guzmán Loera era una amenaza para la clase política, entre otras cosas, por el señalamiento que hace Rosa Isela Guzmán es que a su padre lo traicionó el gobierno y políticos a los que financió.

 

Otra hipótesis podría consistir en lo vulnerable que resulta la institución del Ministerio Público de la Federación, cuando es incapaz de impartir justicia y de cuyo desempeño, el estado mexicano tenga la peor crisis de derechos humanos que ha traspasado fronteras, para constituir un frente de crisis.

 

Además la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y de la PGR, pudo haberle permitido a la organización delictiva de Guzmán Loera, seguir conservando cuentas bancarias y bienes materiales para mantenerse vigente y contar con los recursos económicos necesarios para pagar personal y material para la excavación del túnel por donde se fugó el capo. Ahora veremos qué será de este imperio.

 

La segunda ocasión que escapó El Chapo de la cárcel mexicana, la clase política prefirió voltear a otro lado y reconoció a regañadientes que la impunidad y la corrupción medró y se enquistó en los subsistemas de seguridad y político, que para donde apunten los señalamientos de las investigaciones, se abre alguna rendija o puerta, por donde escurren y escurren intereses ajenos al servicio público integrados a la corrupción, dañina para el país.

 

Pareciera que para el estado mexicano, su institución de procuración de justicia y el sistema de impartición de justicia, era más fácil extraditar al capo que hacerlo compurgar el daño a la sociedad mexicana, ya que en realidad nunca se supo a ciencia cierta las complicidades de Guzmán Loera que lo mantuvieron 13 años en libertad, que le permitieron fugarse nuevamente y ahora, que lo entreguen a la justicia norteamericana, de manera súbita.

 

@racevesj

@OpinionLSR