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El calendario escolar de la simulación

Las opciones que se están planteando a los maestros será elegir entre la propuesta de 185 días de jornada escolar o de 195 días o 200 días.

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Escrito en OPINIÓN el

El calendario escolar que ahora se encuentra a debate, busca a como dé lugar, bajo una supuesta consulta a los maestros y padres de familia, validar la mal llamada reforma educativa.

Todo está hecho para que la decisión final se adopte mediante un embudo de decisiones desde arriba. Se requiere que cualquier propuesta de cambio o de opción de calendario sea avalada por cada gobierno de cada estado con la decisión final del secretario de educación pública.

La decisión estará basada en una supuesta discusión en la que se quiere participen padres de familia o sus representaciones, los maestros y sus representaciones sindicales para que adopten la decisión que mejor convenga. 

Sin embargo “casualmente” se está impulsando desde los directivos la opción de un calendario de 185 días, aunque se trabajen 20 minutos más diariamente, con la opción de que se tendrá derecho a más vacaciones. ¿Y la calidad educativa dónde quedará?

Todo está previsto para que las fechas que se acuerden escuela por escuela sean inamovibles y obligatorias. Ya no habrá marcha atrás, por lo que si el modelo tiene problemas no será posible regresar al anterior.

Las opciones que se están planteando a los maestros será elegir entre la propuesta de 185 días de jornada escolar o de 195 días o 200 días.

El calendario de 185 o de 195 días será aplicable en toda la República para las escuelas de educación básica (preescolar, primaria y secundaria) tanto públicas como particulares. En cambio, el calendario de 200 días, será vigente de manera particular en las normales superiores y otras dedicadas a la formación de los maestros públicos y particulares. (ver acuerdo publicado en el Diario Oficial de la Federación el 25 de mayo de 2017).

La discusión del calendario escolar encierra el debate de una supuesta autonomía escolar, que en realidad lo único que ha justificado es la ausencia de los gobiernos, tanto federal como estatal en sus responsabilidades económicas en la manutención de los servicios escolares, que en la mayoría de los casos ha quedado en los maltratados bolsillos de los padres de familia.

El debate es si cualquiera de los modelos es el más adecuado para los estudiantes ¿el de más o el de menos días?  Eso parece no importarles a los impulsores de esta propuesta.

El calendario de 195 días, mantiene en un solo bloque el receso escolar terminando el ciclo escolar el 9 de julio de 2018.

¿Qué pasará con el receso escolar en la opción de los 185 días? lo romperá en dos partes: el ciclo terminará el 25 de junio 2018, los maestros descansarán dos semanas y regresarán el 9 de julio para trabajar dos semanas con alumnos reprobados o de bajo aprovechamiento (el llamado periodo de compensación). Este terminaría el 20 de julio y los maestros tomarían la otra parte del receso para regresar el 6 de agosto e iniciar el Consejo Técnico Escolar intensivo por dos semanas.

¿Que significará ese "periodo de compensación"? Se tendrían únicamente dos semanas para corregir todo lo que no se ha hecho y elaborar la planeación en ese periodo mínimo, lo cual resulta antipedagógico por lo corto del tiempo.

Alargando la jornada diaria 15 o 20 minutos en el calendario de 185 días ¿se lograrán mejores aprendizajes y se abatirán los rezagos educativos estructurales?  Es poco creíble que ello vaya a ocurrir.

La llamada consulta es una simulación que demuestra una vez la incapacidad gubernamental de presentar reales opciones de mejoramiento de la educación. Es el reflejo de una mal llamada reforma educativa que ha resultado ser un fracaso. @Manuel_FuentesM