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El buen fin político

La impunidad es lo que causa más enojo y molestia en la ciudadanía.

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Escrito en OPINIÓN el

Como usted sabe, de unos años a la fecha se ha instituido un fin de semana en el que presuntamente los establecimientos comerciales ofrecen sus productos a un precio inferior y que en ocasiones, comercios desleales demuestran su ineficacia, cuando con anticipación suben precios para ofrecerlos a un precio inferior, a manera de oferta.

 

Pero mire usted, parece que hay quien no tiene un buen fin, sino un buen político, porque existen personajes que la suerte ronda su vida política y como el rey midas, hacen oro todo lo que tocan.

 

Mientras que la ciudadanía le agravia y debe de vivir muy frecuentemente o quizás diario, entre la pobreza, la corrupción, el desempleo, el fracaso educativo, la desigualdad, los fraudes, la impunidad, la delincuencia, la injusticia, la violencia, la partidocracia, las mentiras, los moches, el despilfarro y la opacidad, entre otros temas, a la clase política le agravia la crítica, el señalamiento, la transparencia y la denuncia pública.

 

Un estudio hecho por el CIDE y el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), denominado “México: Anatomía de la corrupción” incorpora una gráfica de la comparación de corrupción de gobernadores de México y Estados Unidos, de 2000 a 2013.

 

La gráfica indica que mientras en Estados Unidos en ese periodo hubo nueve gobernadores acusados, con los mismos casos investigados y con las mismas detenciones, en México hubo 41 gobernadores acusados, 16 de ellos investigados y sólo 4 detenidos, exponiendo lo deficiente del sistema anti impunidad mexicano. Eso, es tener un buen sexenio, en el que la impunidad es patente para ejercer el poder.

 

La voluntad del Ejecutivo Federal de girar orden de aprehensión al exgobernador de Sonora, Guillermo Padrés, así como la búsqueda del gobernador con licencia de Veracruz, Javier Duarte y la sospecha sobre el ex gobernador de Quintana Roo, Roberto Borge y de Chihuahua, César Duarte, no termina con su encarcelamiento.

 

Si los partidos políticos desean mantener una credibilidad ciudadana, además de la cárcel, junto con el gobierno deben realizar golpes extraordinarios, como la devolución de lo tomado indebidamente de las arcas públicas, a efecto de generar un poco de credibilidad en la ciudadanía.

 

Otro ejemplo que quizás sea representativo del agravio en el ciudadano lo constituye, la injusta distribución de la riqueza, que podría generar o coincidir en factores de corrupción, por la vía del régimen de consolidación fiscal.

 

Dicho régimen se aplica para las grandes empresas y consiste en la deducción de perdidas contra ganancias acumuladas por impuestos, mediante la adquisición premeditada de una empresa con pérdidas y mantenerla de esa manera, para demostrar a la SHCP sus mermas y deducirlas de sus utilidades. Este parte del modelo bajo el que funciona los corporativos que, para deducir impuestos, crean una fundación filantrópica o una asociación, como el Teletón México, que ha sido seriamente cuestionado por Naciones Unidas.

 

Las exenciones fiscales a grandes corporativos se erigen como una fuga de impuestos permitido por la autoridad. Entre el 2000 y el 2005 los 50 grandes contribuyentes -de empresas de la industria automotriz, productos fotográficos, panificadoras, acereras, tiendas departamentales y de autoservicio, e instituciones financieras-, pagaron sólo 74 pesos de Impuesto sobre la Renta (ISR) y 67 pesos por Impuesto al Valor Agregado (IVA), en promedio.

 

Aquí es muy probable que en el anterior supuesto se encuentren los negocios de empresarios amigos del poder político y cuyas empresas pudieran haber pagado la módica cantidad de 67 pesos de IVA, entre 2000 y 2005.

 

Bien. Este sistema hacendario funciona porque existe un sistema fiscal diseñado para omitir información y generar facilidades a discreción. La percepción del agravio en materia tributaria también es palpable e incide en el ánimo de la ciudadanía.

 

Quizás el campo político sea el más agraviado, no sólo por los casos de los ex gobernadores, sino por las escandalosas sumas de dinero que parece increíble que una sola persona tenga todo el poder de sustraer miles de millones de pesos, sin la complicidad de una camarilla para su materialización.

 

La impunidad es lo que causa más enojo y molestia en la ciudadanía.

 

@racevesj

@OpinionLSR