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‘El Bronco’ y el Congreso local

El Bronco no tiene aliados en el Congreso Local y debe reflexionar sobre la importancia de negociar.

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Escrito en OPINIÓN el

El principio básico del servicio público es ejercer una función que beneficie a la población; función que es más exigente si emana de la voluntad popular, es decir, si los ciudadanos de determinada ciudad, municipio o entidad, así lo establecieron a través del sufragio en una elección constitucional.

 

Tal es el caso del actual gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón El Bronco que, por voluntad popular, a través de la figura novedosa de la candidatura independiente en el proceso electoral de este año, obtuvo el triunfo para ostentar dicho cargo. Pero resulta importante revisar si un gobernador “independiente” puede gobernar, o mejor dicho, puede ejecutar los planes, proyectos, metas y promesas que en campaña expuso ante la ciudadanía.

 

Primero, me parece fundamental referir que nuestro Sistema Nacional de Planeación, que se replica en las Constituciones Políticas de las entidades federativas y en el Estatuto de Gobierno del Distrito Federal, así como en leyes locales, establece que toda planeación gubernamental debe partir y direccionarse en razón de las demandas de la planeación. 

 

Esto significa que un buen gobierno debe establecer un Plan de Desarrollo (en este caso estatal) con parámetros legales, con directrices estructuradas, proyectos medibles y tomando en cuenta las necesidades de la ciudadanía como punto de partida que, al final será el punto de llegada al momento de rendir cuentas sobre la gestión de gobierno.

 

Segundo, esta planeación incluye varios actores que son determinantes en la acción de gobierno, entre ellos, por poner algunos ejemplos, la Legislatura del Estado, la Federación, los medios de comunicación, entre otros.

 

La legislatura del estado es vital para poder gobernar, pero aquí vemos varios problemas.  El Bronco no tiene partido, por lo tanto no tiene aliados en el Congreso Local[1] y en esto estará el éxito o no del gobierno local.  Sin ir más lejos, hace unos días el Congreso de Nuevo León en el que tanto el PRI como el PAN son las fuerzas predominantes, tuvieron su primera confrontación con el gobierno estatal en la aprobación de la Ley Hacendaria, en donde se especificó quitar recursos al gobierno del estado para beneficiar a los 51 Municipios que conforman dicho estado.

 

Este primer encontronazo entre dos poderes locales, el ejecutivo y el legislativo generan la necesidad de que El Bronco deba reflexionar sobre que es necesario empezar a negociar, a generar reuniones con todos los partidos políticos y tratar de encontrar los canales de comunicación y enlace que le permitan ir ejerciendo su gobierno con la mayor plenitud posible. 

 

El asunto por supuesto no se ve nada fácil.  Pero El Bronco debe considerar que el Legislativo tiene atribuciones que pueden poner en serias complicaciones sus planes y proyectos, lo que puede incluso provocar el descontento de la población que lo llevó al cargo.

 

Otro caso en el que debe establecerse una buena relación es justamente con la Federación; hay programas y planes que involucran no sólo al estado sino a la Federación y que deben de concurso del estrechamiento de lazos seguramente generarán diversas acciones en beneficio de la población.

 

Los medios de comunicación.  Cualquier política pública que el gobierno de El Bronco llevé a cabo, su mejor punta de lanza para difundir dichas acciones serán sin lugar a dudas los medios de comunicación. Por muchas razones, el gobierno del estado ha optado por vincularse más al uso de las redes sociales, situación que tiene sus beneficios, pero hay un segmento de la población que no nacieron con dicha tecnología y que, peor aún, no le interesa involucrarse en ella. 

 

Con esto quiero decir que no se trata de negociar con los medios pero sí tenerlos ocupados en la cobertura de las acciones del gobierno estatal.

 

Finalmente, como lo introduje, todo lo que el gobierno de El Bronco realice o no, tendrá en los ciudadanos el mejor juicio, ya sea para bien o para mal. Es aquí donde se cierra ese círculo de la planeación del que hablábamos al principio.

 

Se espera mucho de El Bronco, de su gobierno: se ha convertido en una esperanza para muchos ciudadanos que, sin militar en algún partido político, aspiran a convertirse en representantes populares en próximas elecciones también utilizando la figura de la candidatura independiente.  Si no le va bien no sólo puede poner en riesgo estas figuras que están más vinculadas a la ciudadanía, sino perderá también el Estado que exige y demanda un buen gobierno, un gobierno de resultados.

 

@fdodiaznaranjo

 

 

 

[1]  Aunque los 3 legisladores de Movimiento Ciudadano en su oportunidad le manifestaron su apoyo y se unieron a su campaña política.