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El ‘Bronco’ a ver si sí

No es un gobernador independiente. Se debe a la Constitución local y del país.

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Escrito en OPINIÓN el

Es inevitable dejar de comparar el estilo ‘entrón’, ‘deslenguado’ y ‘echado para adelante’ de Vicente Fox Quesada cuando era candidato para ser presidente de México en 2000 y ahora, con el nuevo gobernador constitucional de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, a quien gusta que le digan El Bronco

 

Ambos usaron un particular estilo para hacer campaña electoral. Los dos se suponen rancheros y se dirigen a la gente en tono ‘ranchero’. Utilizan un lenguaje dicharachero y directo; se sienten protegidos por la multitud que los admira por ‘entrones’, porque ‘no tienen pelos en la lengua’ y encuentran ahí ‘el desagravio ‘por todas las ofensas recibidas’; se enfrentan al estilo convencional de los partidos políticos y de los políticos y hacen populismo exaltado hasta el desfiguro.

 

Jaime Rodríguez Calderón, hizo una buena gestión como alcalde de García, Nuevo León a partir de 2009. Ganó las elecciones con el 45% de los votos.

 

Llevó a cabo un modelo de gobierno “García”. Este modelo le atrajo la simpatía de empresarios y organizaciones civiles porque prometía: “Seguridad, Educación y Trabajo”. Y sí. Depuró a la policía y consiguió una corporación certificada y de confianza. Creó la Guardia Municipal, activó la participación ciudadana y aplicó mano dura a las fuerzas del orden…

 

Esta política de limpieza y anticorrupción le costó dos atentados contra su vida: El primero el 25 de febrero de 2011 y el segundo el 29 de marzo del mismo año. Se supo que en ellos habían participado ex policías municipales despedidos por la pérdida de confianza.

 

De ahí en adelante ganó popularidad. Y, sobre todo, obtuvo la confianza de la clase empresarial estatal porque había demostrado que les garantizaría la seguridad pública que habían exigido por mucho tiempo. Esto a la larga le sería benéfico.

 

Así que cuando el PRI no lo llevó como candidato a la gubernatura, decidió dejar al PRI y lanzarse como candidato independiente, aprovechando la reforma en la materia. Se registró el 2 de diciembre de 2014 y enseguida comenzó a recolectar el número de firmas de apoyo que esta reforma le exigía de por lo menos 103 mil –un 3% de la lista nominal del estado-. A mediados de enero de 2015 ya contaba con 150 mil y concluyó en febrero de este año con 334,480 firmas: ya era candidato independiente, que es decir, sin partido político que lo avalara.

 

A través de la plataforma independiente a la que denominó ‘Cerebro, Corazón, Carácter’ llegó a las elecciones del  7 de junio de este año. Y ganó la gubernatura. Esto es: 48.8 por ciento de los votos emitidos fueron a su favor (1,020,552). Dejó atrás a la candidata del PRI, Ivonne Álvarez y al del PAN, Felipe Cantú. Por primera vez llega a gobernar un estado un candidato sin apoyo de partido político; acaso sí con su propio impulso, con la aceptación que le tienen en la entidad y también porque los empresarios locales se convirtió en esa plataforma de impulso que necesitaba.

 

A lo largo de las semanas que hubo entre el 7 de junio y el 3 de octubre, cuando tomó posesión del cargo, atizó las acusaciones en contra del gobierno saliente del priísta Rodrigo Medina de la Cruz (quien deja 61 mil millones de deuda, desencanto y un tufo de corrupción en NL).

 

…Y aunque esta vez no se mencionó a las ‘víboras y tepocatas’ foxistas, sí dijo que se encontró “una casa sucia, las columnas derruidas, fugas por muchas, el techo cayéndose en otras y, para acabarla de fregar, hipotecada: donde muchos se creyeron reyes y no gobernantes: Seré una garrapata para los alcaldes…”.

 

Durante su toma de posesión, en presencia de Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación, del ex gobernador Rodrigo Medina y políticos, gobernadores y ex gobernadores de la entidad, dijo que “se les acabó la fiesta a los bandidos; la corrupción sin llenadera”, y anunció auditorías a todas las áreas del gobierno: “Sin sed de venganza, pero con hambre de justicia”. Luego, muy a lo foxista, puso a la silla de Medina un letrero en el que decía: “Peligro… no sentarse, esta silla está enferma de poder y egolatría”…

 

Con la llegada de Jaime Rodríguez como candidato independiente se abre la puerta a la gran posibilidad de que ciudadanos sin partido puedan acceder al poder político. Esto es ganancia si es por razones de ideología, de formas de gobierno y resultados honorables.

 

Los partidos políticos trinan en contra de esta posibilidad porque muchos aspirantes –políticos activos o no- podrán encontrar en esto una alternativa para sacudirse del yugo partidista en un sistema de partidos mexicano enfermo. Esto les hará reflexionar sobre su aceptación o no en el ánimo de los mexicanos y si es tiempo de cambiar de actitud o dejar los trastos para una nueva etapa política del México con aspiraciones democráticas.

 

El señor Jaime Rodríguez Calderón que fue militante y beneficiario del priísmo por 33 años se fue por la libre; pero tiene demasiados compromisos adquiridos y muchísimas promesas de campaña que habrá de cumplir si como se ve quiere llegar a la presidencia del país en 2018.

 

Los empresarios locales en Nuevo León están de plácemes. Las expectativas con las que llega son muchas, sobre todo para la gente ‘de a pie’. Los resultados se conocerán poco a poco. Sabemos que prometer no empobrece, pero sí consigue el repudio de la sociedad si no hay cumplimientos.

 

No es un gobernador independiente. Se debe a la Constitución local y del país. Su responsabilidad debe estar sujeta al designio legal. Su gobierno deberá ser independiente de intereses políticos locales, empresariales, de ambición de venganza y amenazas.

 

Se le ha entregado el poder para que cuide los fueros y privilegios de todos: si no… no; porque se lo llevará “El Tornado”.

 

@joelhsantiago