Para muchos el presente es un lugar difícil de entender, algunos le llaman futuro, otros piensan que es eterno e inmutable; sin embargo, lo que es más práctico es adecuarse al aquí y al ahora.
El presente nos plantea varios escenarios en donde la colaboración y la mente de colmena, el enjambre son ya una realidad y esto lo vemos primero en las expresiones artísticas, hace muchos años en los equipos multimodales de científicos, el colisionador de hadrones en la Unión Europea es un magnífico ejemplo, y en quienes hacemos de la creatividad una forma de vida.
El modelo reciente y aún presente de pulls creativos en donde se cuenta con todo el equipo es magnífico; sin embargo, es pesado y demandante en su manutención, tómese por analogía el ejemplo de este portal comparado con un periódico impreso de circulación nacional, el equipamiento, el consumo de luz de rotativas y talleres de impresión, la existencia de una serie de figuras jurídicas como los sindicatos, la gran nómina, abultada y difícil de aligerar y eficientar, el consumo de agua, luz, papel, la necesidad de un sistema de entrega a primeras horas de la madrugada y el estar prácticamente de tiempo completo cubriendo la labor periodística herencia del nuevo periodismo de principios del siglo pasado.
No existe comparación ante un modelo ligero de trabajo manifestado en la red digital en donde irónicamente se puede encontrar ya un esfuerzo interesante por el análisis y la disección de los asuntos que sean materia del periodista y el editor.
Hoy todos somos canales y la antigua visión aún se manifiesta en los headquarters de empresas, agencias, medios y marcas, pero esto está cambiando y está cambiando muy rápido, a una velocidad que o desconocemos o no queremos ver.
Sumemos a ello, la mexicana actitud de hacer las cosas al ahí se va, esa actitud chambista de no hacer el mejor portal, la mejor red, el mejor comercial, el mejor producto, la mejor inversión, ¡el mejor trabajo carajo!
En este maremagnum de volatilidad laboral es donde se plantea la necesidad de que surja como una respuesta a este fenómeno y para ayudar a la transición digital a viejos (y nuevos) negocios y/o empresas, a final de cuentas qué es nuevo y qué es viejo si el iPhone tiene 9 años en nuestro mundo, ¿es mucho o es poco?
El asesor digital debe ser un experto en una sola cosa: VISIÓN y esta visión solamente la podrán tener individuos con un cúmulo de intereses y aptitudes para poder tanto estar al día como mezclarlas para producir un desarrollo eficaz para quien busque sus servicios, desde decidir estar o no en las redes sociales hasta asesorar al arquitecto para el equipamiento de los espacios digitales de nuestra vivienda, es quien debe meter su cuchara en tonos y contenidos, en líneas discursivas, en mercadotecnia y sociología, en tecnología y diseño, en consumo y desarrollo de nuevas estrategias.
¿Conoces a alguno?