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El árbitro

Las autoridades electorales son ese árbitro que nunca queda bien, que haga lo que haga se llevará los insultos del respetable. | Guillermo Sesma

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Escrito en OPINIÓN el

Para sorpresa de casi nadie, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) dio una nueva esperanza para que MORENA pueda recuperar diversas candidaturas que le habían sido canceladas por el INE en días pasados. A grandes rasgos y sin entrar en muchos detalles, la sanción aplicada a los candidatos le pareció exagerada y pide al INE replantear su criterio, en pocas palabras, regresar las candidaturas y aplicar sanciones más acordes a la falta. Hay que decir que la ley es muy clara en ese sentido, quien no entregue en tiempo y forma los informes de gastos de precampaña pierde posibilidad de participar en la elección y uno pensaría que a eso no hay que darle muchas vueltas.

Cuesta trabajo entender qué es lo que los magistrados están haciendo, pues se supone que su chamba es hacer respetar las reglas de la democracia mexicana, y una vez más nos dejan con más dudas que respuestas, pues dan más la impresión de ser abogados de los implicados que la autoridad competente para evaluar el caso. 

48 horas es el plazo fijado para que el INE emita una nueva determinación, lo que en correcto español significa que les regrese las candidaturas en Michoacán y Guerrero, a los infractores les toca un manazo y que los manden al rincón con orejas de burro, eso sí, con sus candidaturas intactas.  

Se puede suponer a qué santo le rezaron Félix Salgado y Raúl Morón, pues se requiere de mucho poder para lograr que el Magistrado Presidente del TEPJF se convierta en tu abogado. José Luis Vargas Valdez ha salido a defender a capa y espada los derechos políticos de quienes él considera están siendo afectados. 

Lo cierto es que Mario Delgado no ha puesto la atención necesaria para mantener a muchos candidatos sanos y salvos, no es la primera vez que se le nota distraído y tiene que venir alguien a ayudarle a corregir el rumbo.   

Celebrar que la ley no se cumpla no debe ser motivo de alegría para nadie, tener un marco jurídico fuerte es lo que permite dar certeza a la democracia, aunque esa democracia no le “acomode” a todo mundo.

Para muchos políticos que la ley sea de chicle es motivo de fiesta, pues cuando las reglas les favorecen son las adecuadas, pero cuando estas los afectan, es necesario dinamitar las instituciones. 

Las autoridades electorales son ese árbitro que nunca queda bien, que haga lo que haga se llevará las mentadas del respetable. Pero si ese árbitro cambia e interpreta las reglas del juego de acuerdo con la presión que le hagan los partidos o el gobierno, bien merecidas tiene las mentadas. 

El martes sabremos el desenlace de esta novela electoral, aunque para muchos, este caso ya esté cerrado.