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El amor en el Distrito Federal

Las bodas colectivas se constituyen precisamente como espacios en los que se profesa de manera responsable el amor como valor colectivo.

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Escrito en OPINIÓN el

Es mucho lo que el 14 de febrero despierta en nuestra sociedad. Pero ¿qué celebramos en este día? o ¿qué es lo que deberíamos celebrar? El Día del amor y la Amistad es una excusa para festejar los vínculos de solidaridad, compañerismo y afecto que podemos crear, a distintos grados, con personas con las que convivimos. Sin embargo, el amor es más que un festejo anual, es la respuesta por excelencia al problema de la existencia humana que consiste en  superar la separatidad y lograr la unión y trascendencia.

 

El amor, desde el punto de vista filosófico puede ser entendido a través de la doctrina budista metta, la cual consiste en un fuerte deseo por el bienestar  y la felicidad de los otros, tratándose fundamentalmente de un amor universal que se expresa como una actitud amigable, servicial, benevolente y de deseo de bienestar con uno mismo y con el entorno.  El amor, junto con la compasión y el interés por los demás son, de acuerdo con el Dalai Lama, la verdadera fuente de la felicidad. De igual modo, el filósofo alemán Erich Fromm afirma en su libro El Arte de Amar, que el amor consiste fundamentalmente en una actitud de dar a través de la cual nos realizamos como seres humanos. A través de cuatro elementos básicos: el cuidado, la responsabilidad, el respeto y el conocimiento es que demostramos el amor.

 

La práctica constante del amor es generadora de paz interior y exterior, es así que la realidad, a través de los ojos del amor, adquiere un sentido transformador, gracias al cual podemos incidir en la resolución de conflictos sociales, en la mejora de nuestras relaciones personales y de nuestro desarrollo como seres humanos. Sobre todo, aprendemos a apreciar y a respetar a toda persona  con quien tenemos alguna diferencia y a ver en ellos lo que compartimos: nuestra humanidad.

 

El amor constituye no sólo un fundamento de nuestro actuar, sino también un bien sujeto a protección jurídica. Protegido en nuestra sociedad en sus distintas versiones, como lo es a través del matrimonio, el amor se constituye como una unión libre de dos personas para realizar una comunidad de vida, en donde la procuración de respeto, igualdad y ayuda mutua es indispensable. Como tal, vale la pena incluso recordar que con motivo de la reforma publicada en la Gaceta Oficial del Distrito Federal en julio del año pasado, es un requisito previo a la celebración del matrimonio, el tramitar y obtener un certificado expedido por el Registro Civil, para hacer constar, si alguno de los fututos contrayentes se encuentra inscrito en el Registro de Deudores Alimentarios Morosos. De igual modo, conforme al código local resulta indispensable tomar un curso prenupcial.

 

Es así que en nuestra ciudad se deben cumplir una serie de requisitos previos que deben ser satisfechos para poder contraer matrimonio, mismos que encuentran su justificación en la necesidad concientizar a las personas sobre el compromiso que implica construir una vida en común. El abordar temas como la corresponsabilidad y equidad en la pareja, así como la violencia familiar, la salud reproductiva, la equidad de género y los derechos y obligaciones que el matrimonio implican es indispensable para asegurar, en la medida de lo posible, una convivencia armónica y responsable entre los contrayentes.

 

Toda persona, sin importar su preferencia sexual, ideológica, política o cualquier otra, tiene derecho a construir una vida conforme a su voluntad y de acuerdo a sus deseos. El Distrito Federal se constituye como una ciudad en la que el amor se procura. Las relaciones humanas se sostienen por valores como el buen trato, la calidez y sobre todo, el respeto a la dignidad humana, de manera que la salvaguarda a los derechos humanos se constituye también como un elemento para asegurar el amor en una comunidad. Las bodas colectivas se constituyen precisamente como espacios en los que se profesa de manera responsable el amor como valor colectivo. Este 14 de febrero, merece mención especial las acciones implementadas por el Registro Civil  de nuestra ciudad para ensalzar colectivamente las uniones matrimoniales.

 

El Día del Amor y la Amistad debe ser aprovechado para reflexionar sobre la importancia del amor en nuestras vidas diarias.

 

@drarmandohdz