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El Acuerdo no es con voluntad

Parece que el Gobierno Federal no calculó los diversos escenarios de crisis.

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Escrito en OPINIÓN el

El Acuerdo para el Fortalecimiento Económico que convocó el Gobierno Federal a los distintos actores políticos, económicos y sociales, a efecto de establecer el compromiso de no subir precios, con motivo del alza en el costo de la gasolina, no convenció a todos.

 

No logró persuadir a la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) ni a la Conferencia Nacional de Gobernadores (CONAGO). En el primer caso, COPARMEX señala que se redactó en tres días, que no es un Acuerdo producto del consenso, que no incluye metas claras ni objetivos, ni formas de medir sus avances.

 

Los gobernadores de los estados agrupados en la CONAGO señalaron que no conocieron el texto del Acuerdo, y por tanto, no fue signado como tal. Posteriormente permanecieron en silencio, produciendo más suspicacias que certidumbres.

 

Hoy, parece que el Gobierno Federal no calculó los diversos escenarios de crisis que se le están presentando en el país, que van desde la protesta social en las calles hasta el rechazo de actores políticos y económicos al Acuerdo citado.

 

En el mensaje para informar a la ciudadanía del aumento en el costo de la gasolina, pareciera que hubo una precipitación por informarlo e implementarlo, pero sin un análisis de riesgos o prospectivo, para establecer los diversos escenarios que hoy se presentan.

 

Entre los diversos escenarios además de las protestas sociales, se dan reclamos y reproches a la ausencia de la disminución en las percepciones de los diputados, senadores, secretarios y subsecretarios de Estado, directores generales, ministros de la Corte y consejeros de órganos constitucionales autónomos. Se incluye también los gobernadores, diputados locales y presidentes municipales de los estados, así como el Jefe de Gobierno del Distrito Federal, a la gran suma que 200 mil millones de pesos faltantes por concepto de IEPS que motivó el aumento a las gasolinas.

 

De manera tibia salen a medios a anunciar que reducirán gastos de telefonía, de gasolina, de viajes, gastos administrativos, pero por ningún motivo reducen alguna de sus percepciones y que, en la administración pública federal, normalmente se compone de aproximadamente un 10 por ciento de sueldo nominal y una gratificación del otro 90% que compone las percepciones mensuales de los servidores públicos de primer nivel.

 

Tampoco la SHCP ha salido a medios para anunciar la reducción en el Régimen de Consolidación Fiscal, por el que injustamente los grandes corporativos han pagado unos 60 pesos al año de impuestos y con sumas multimillonarias en devoluciones de impuestos y que provoca una gran fuga al erario.

 

Mucho menos ha habido respuesta al gasto público que genera erogaciones innecesarias, por ejemplo, los opacos fideicomisos o quizás los vales de gasolina, como prestación para algunos servidores públicos.

 

Pareciera que esta precipitación es la que mantiene las decisiones importantes del Gobierno Federal en vilo, por no haber realizado las previsiones, impactos, análisis o estudios políticos, económicos y sociales necesarios, para implementar políticas públicas o acciones de gobierno y que parece que han sido muy caros, en términos de costos políticos para el Presidente, el grupo gobernante y su partido político.

 

Si le va bien al Presidente y su gabinete, le va bien a todo el país; pero el punto donde subyace el descontento por las protestas sociales y desencuentros con actores económicos no se encuentra en la reducción de las percepciones de servidores públicos de otros Poderes de los tres niveles, ni tampoco de los fideicomisos, el régimen de consolidación o las devoluciones de impuestos multimillonarias, ni los vales de gasolina.

 

No. La molestia de la ciudadanía que tiene con diputados, senadores, ,inistros de la corte, consejeros de organismos constitucionales autónomos o servidores de los niveles local o municipal, es la falta de voluntad política que tienen para reducir sus percepciones, llámense gratificaciones, bonos, sobresueldo o demás, ya sea nominales o confidenciales, para apretarse el cinturón, como toda la ciudadanía.

 

@racevesj

@OpinionLSR

 

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