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Edur Velasco, académico en huelga de hambre

¿Y los salarios docentes? | Manuel Fuentes

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Escrito en OPINIÓN el

Al profesor Edur Velasco Arregui quien inició una huelga de hambre el día 5 de febrero en protesta por acciones agresivas de las autoridades de la Universidad Autónoma Metropolitana lo encuentro en una casa de campaña instalada en la puerta principal de la Cámara de Diputados acompañado por algunos de sus compañeros académicos y administrativos del Sindicato Independiente de Trabajadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (Situam).

En el sexto día de la huelga de hambre está con el rostro cansado y demacrado, vestido con pantalón de mezclilla y armado con su peculiar sombrero. Sus palabras, en momentos son lentas, pero con una convicción que asombra a propios y extraños. Me acerco con mi grabadora y decido entrevistarlo para saber el por qué inició un movimiento tan inusitado, tan cuestionable, poniendo en riesgo su propia vida e integridad.

Explícanos ¿por qué estás en huelga de hambre?

-Por mis compañeros maestros temporales, por el tremendo desorden que hay en la vida laboral de la universidad, propiciado desde la autoridad, por el rompimiento de la bilateralidad y por el robo sistemático de la materia de trabajo por medio de empresas privadas.

¿Qué pasa con los maestros temporales?

-Son los maestros uber como los llamó un profesor de Cuajimalpa. Los contratan la segunda semana una vez iniciado el trimestre y los despiden en la décima semana aún sin terminar el periodo académico para quitarles cualquier tipo de prestación laboral, estabilidad y someterlos a un empobrecimiento anulando sus ingresos. Sin terminar el trimestre, los lanzan a la calle como viles objetos.

¿A cuántos profesores afecta?

-Abarca a cientos de compañeros con un grave daño a la actividad y calidad docente en la universidad. Las autoridades han incumplido en darles estabilidad y contratos de cuando menos un año para gozar de ciertas prestaciones como vacaciones, aguinaldo y todo lo demás que deriva de un contrato estable.

¿Y los salarios docentes?

-Los salarios de la UAM están por debajo de la UNAM tanto de académicos como de administrativos, por ejemplo, un Asociado C de la UNAM, gana alrededor de unos $21 mil de salario base, mientras que en la UAM es de $18 mil. Eso violenta el principio de “a trabajo igual, salario igual” ya que ambas universidades son las más prestigiadas del país y es inaceptable que eso no se refleje en el tabulador, que haya discriminación.

¿Por qué no mejor una suspensión de labores?

-Cuando llegó el momento de la decisión de irnos o no a la huelga, momento dramático, faltaban 48 horas, había una gran indignación entre los trabajadores, el riesgo de irnos de nuevo a la huelga era muy alto y entonces el sindicato se enfrentaba a un gran dilema de ir a la huelga, que en las actuales condiciones hubiera sido un desastre, porque la gente llegaba todavía con el desgaste del conflicto anterior y además con una Secretaría del Trabajo Federal abiertamente hostil al sindicato.

¿La Secretaría del Trabajo Federal?

-Sí, manifestó a lo largo de todo lo que fue el conflicto del año anterior, múltiples declaraciones cuestionando nuestro movimiento y en nuevas condiciones legales al conceder la reforma a Ley Federal del Trabajo (LFT) a la patronal la posibilidad de pedir el arbitraje a los 60 días de estallada la huelga.

Antes, el arbitraje de la huelga era competencia estrictamente de los trabajadores, ahora se canceló ese derecho y se le otorga a la patronal. La huelga para nosotros no era una opción a pesar de las provocaciones que estábamos sufriendo por parte de las autoridades que empujaban a una huelga.

¿Una huelga de hambre puede ser más efectiva que una huelga por parte de un sindicato?

-Yo le pedí a los trabajadores que no se fueran a la huelga y me decían ¿qué hacemos?, ¿cuál es la alternativa que nos das?, yo les respondí: ir al Congreso de la Unión para solicitar una nueva legislación que permita democratizar la UAM.

La Universidad Autónoma Metropolitana es la negación de buena parte de los fundamentos y principios del derecho laboral y sin ningún tipo de contrapeso. El sindicato ha intentado revertir esto y lo ha hecho por todos los caminos, pero tenemos que reconocer que el marco jurídico del derecho laboral lo tenemos bloqueado.

Con la reforma a la LFT publicada el 1º de mayo de 2019, que yo considero sumamente regresiva, en la Universidad Autónoma Metropolitana tenemos una situación verdaderamente de restricción severa de nuestra capacidad para pactar bilateralmente y para establecer contratos, un contrato colectivo que esté anclado, en la propia ley.

A la conclusión a la que he llegado es que solamente democratizando profundamente a la UAM y sepultando su proyecto neoliberal se podrá restablecer el orden laboral en la universidad.

¿Cómo se puede hacer?

La huelga de hambre es una forma de alertar al Congreso de la Unión, para avanzar hacia un constituyente universitario de tal manera que los trabajadores del constituyente puedan ser posteriormente reconocidos por el Congreso y esto de lugar a una nueva Ley Orgánica de la UAM.

Entonces me he instalado aquí para sensibilizar a los diputados a través de lo que puede significar mi sacrificio.

Pero eso atenta contra tu salud, contra tu persona.

Lo sé, lo sé, Manuel, pero te voy a responder, a lo mejor yo sigo siendo creyente ¿no?, tengo convicciones profundas y hay una frase en un libro, que dice que hay que hacer carne con el verbo, tienes que hacer uso de una enorme fuerza moral, tienes que poner las cosas en blanco y negro y por otro lado también para despertar la indignación de la comunidad universitaria frente a lo que ya se ha vuelto una norma, una costumbre, lo que es la normalización del abuso por parte de las autoridades.

¿Cómo es posible que un académico como Edur se atreva a ir a la huelga de hambre?

Es un llamado a la indignación. Todos nosotros somos herederos de una tradición liberal universitaria, respetuosa de la disidencia. Recuerdo la frase maravillosa del inolvidable rector Barros Sierra: “Nos temen porque tenemos capacidad de tener una conciencia libre, nos temen porque tenemos la capacidad de discrepar pero esa es la esencia de la universidad, ¡viva la discrepancia”.

Quiero remarcar mi indignación, mi discrepancia, que no considero que estos atropellos a los derechos laborales nosotros tendríamos que asumirlos como algo normal. La nueva normalidad, me parece intolerable, no puedo vivir, así no puedo vivir, sin derechos laborales yo no puedo vivir.

Han venido alumnos contigo

Muchos, me han conmovido. Es aquí una especie de “campamento de la dignidad”, yo creo que finalmente se siembra la capacidad de indignarse, ¿no?, digamos que de cada 10 alumnos pudiéramos sembrar esa semilla en uno, ya habríamos vencido.

¿Para ti qué es la UAM?

La mejor universidad del país y la que tiene en potencia la posibilidad de ser una de las grandes herramientas del pueblo de México para su emancipación. Me duele verla ahora mancillada, convertida en un instrumento para el enriquecimiento de un grupo de burócratas que usurpan los principales cargos de la universidad.

Nosotros no tenemos mujeres en ninguna de las rectorías de la universidad y no hay mujeres prácticamente en ningún cargo directivo, pues aquí tenemos como otro rasgo de normalidad una plana mayor de varones, nos parecemos más al vaticano que a una universidad pública.

¿Tú no te quieres, Edur?

Muchísimo.

Entonces, ¿por qué haces la huelga de hambre?

Porque para mí, la vida sin dignidad no es vida.