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Educación y violencia

La delincuencia no puede secuestrar la tranquilidad de nuestros niños ni de nuestras familias | Ricardo Mejía

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Escrito en OPINIÓN el

La violencia cada día acosa más a maestros, alumnos y autoridades educativas en el estado de Guerrero.

La violencia ha llegado a marcar a la entidad, hasta convertirse en un problema de salud pública, incluso un problema para el sistema educativo. La violencia está presente y se ha vuelto cotidiana en estas tierras del sur, nos hemos acostumbrado a ella y la misma sociedad ha perdido la capacidad de asombro.

Gran parte del estado ha sido invadido por el crimen. La intensidad de la violencia se expresa en la frecuencia en que se comenten los delitos y enfrentamientos armados, en los cientos de personas desaparecidas, con zonas plagadas de fosas clandestinas, en el contubernio de las autoridades municipales de seguridad pública con la delincuencia organizada, con una situación de miedo y pánico que afecta ya, a gran parte de la población sobre todo de los educandos.

Decenas de maestros de escuelas básicas han denunciado los constantes acosos a sus instalaciones, las extorsiones y agresiones.

Violencia en las escuelas

En ese contexto el día martes 20 de marzo del presente año, les toco a las maestras y alumnas de la escuela de telesecundaria Vicente Suárez de la colonia Frontera, cerca de Ciudad Renacimiento, en el puerto de Acapulco; donde sujetos armados irrumpieron en las instalaciones y trasquilaron a 22 personas; 20 alumnas y dos maestras, así como les robaron objetos personales.

Diversos testimonios indican que a la hora de la entrada a clases se encontraban afuera de la telesecundaria hombres desconocidos en una camioneta, y cuando estaban ya todos los alumnos, entraron a la institución educativa. Obligaron a las niñas a que se hincaran en el primer salón y les cortaron el pelo a todas las alumnas y a la maestra, y en el segundo sólo a la maestra le cortaron el pelo y les dijeron “a las niñas que se hincaran y se trensaran”.

De acuerdo con un padre de familia, la irrupción de los hombres armados se dio casi iniciando las clases, alrededor de las 8:20 de la mañana. Dicha telesecundaria se encuentra en la colonia La Frontera, misma que está en la periferia de Acapulco, del otro lado del río de la Sabana, y es de las más marginadas y carece de pavimentación de calles y otros servicios.

Espiral de violencia

En la colonia Jardín Palmas del mismo Acapulco se han llevado hechos violentos como asesinatos, secuestros, amenazas, extorsiones y disputas entre grupos delincuenciales y como resultado en el mes de febrero-marzo varios negocios y escuelas se vieron en la necesidad de cerrar, no circularon un tiempo los camiones de transporte público y se notaba en total abandono la colonia.

Ante esta espiral de violencia, es necesario proteger a las personas que se encuentra en el sector educativo de manera inmediata, ya que han sufrido constantes amenazas a su integridad física y psicológica, lo que paso a la telesecundaria puede pasarle a cientos de escuelas en el estado.

La sangre sigue siendo derramada y los efectos violentos son ya impredecibles, con un alto salvajismo criminal que ha golpeado particularmente las zonas débiles los municipios como son el caso de Iguala de la Independencia, Teloloapan, Chilpancingo de los Bravo, Chilapa, pero en especial Acapulco de Juárez.

La descomposición del tejido social en el estado de Guerrero ha llegado al sector más vulnerable, la niñez guerrerense en sus aulas. Urge poner una alto a esta situación de manera inmediata, la delincuencia no puede secuestrar la tranquilidad de nuestros niños ni de nuestras familias. 

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@RicardoMeb | @OpinionLSR | @lasillarota