La guerra por el poder no se ha hecho esperar, todos los actores políticos saben de antemano que MORENA regirá este sexenio y el próximo. Por lo tanto, se ha desatado una lucha encarnizada por candidaturas para gobernadores, presidencias municipales, regidurías, así como los curules de las cámaras del senado y de diputados, -incluso- la dirigencia de partidos políticos. A esto se debe que la guerra mediática se ha convertido en una guerra política, donde sobran descalificaciones y difamaciones, pero faltan muchas soluciones para los ciudadanos que seguimos esperando un milagro.
A esto también se debe que se ha elevado un eco sin ton ni son en contra de las Fuerzas Armadas, de nueva cuenta comenzaron intensas críticas sin pruebas fehacientes que acrediten sus dichos. Nuestras Fuerzas Armadas han aguantado estoicamente los embates de rumores, calumnias y falsas notas. Además, también se iniciaron los debates de la militarización y militarismo, el verdadero problema es que nadie quiere trabajar, pero sí se critica al que trabaja.
Hasta el momento no se logran observar los avances de los diferentes funcionarios y servidores públicos de las diferentes dependencias, que traduzcan en datos cualitativos y cuantitativos sus posibles logros y que realmente brinden resultados al interés público y social de los mexicanos. No se comprende tanta omisión de los funcionarios que deberían fincar la responsabilidad correspondiente, o ejercer la acción penal en contra de quienes han saqueado a México.
La mayoría de estos funcionarios de alto nivel -que cobran muy bien- hasta el momento solo nos han brindado puras justificaciones y culpabilidades. Pero entonces, surgen las siguientes interrogantes: ¿dónde está su trabajo de estos dos años? ¿dónde está el cambio y la transformación?, ¿por qué siguen las renuncias y la falta de coordinación entre dependencias?, ¿dónde está la justicia que no llega?, ¿por qué no logran reactivar la economía bajando los impuestos al 5%? Tema por cierto del que nadie quiere hablar (por ejemplo, ISR a los asalariados, honorarios, actividades empresariales, así como los del régimen de Incorporación Fiscal, personas morales y físicas, el IVA, el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios, el impuesto sobre Depósitos en Efectivo, el Impuesto Empresarial a Tasa Única, etc.). y que es sumamente necesario.
Lamentablemente ninguno quiere asumir la responsabilidad de su fracaso. Seamos realistas, NO tenemos reactivación de la economía. NO aumentan los empleos pero si los recortes, el abuso y acoso laboral. NO tenemos políticas sanitarias públicas que aminoren la tasa de mortalidad y letalidad de la pandemia del virus covid 19, ya que hasta el momento tenemos un total de 78,078 fallecidos y 748,315 contagiados. En el rubro de la seguridad los datos duros arrojan 59,451 homicidios, 27,871 desaparecidos y 1624 feminicidios, pero que tal va de gobernador… ¡Pobre Sonora! y sus ojos negros.
Ante la frialdad de estos datos duros, ¿qué pasa con nosotros los mexicanos? Sólo hemos estado recibiendo ineptitud, ineficacia, inoperancia e incompetencia por quienes deberían de dar resultados al ejecutivo, muchos no comprenden que la situación de cada uno de los mexicanos se está agravando cada día, junto con sus deudas, y si no te mueres por la pandemia, te mueres por la delincuencia o por el hambre. Las consecuencias se agravarán aún más, de no tomar medidas drásticas ante el incremento de la pobreza.
Por otro lado, se sabe que el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana Alfonso Durazo Montaño dejará su puesto para buscar ser el candidato a gobernador de Sonora por MORENA. Por eso ha intentado por todos los medios buscar que su sucesor sea alguien cercano de su grupo de trabajo, tal es el caso que su candidato fuerte es el subsecretario Ricardo Mejía Berdeja, quien ha sido encargado de despacho en esa secretaría cuando Durazo se ausentó unos días con anuencia del presidente de la república. Asimismo le molesta mucho la idea de que el Secretario de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, Omar García Harfuch, pudiera ser su sucesor, ya que un cambio tan radical podría exponer el fracaso en seguridad que ha desempeñado como titular de la secretaría de seguridad del país.
García Harfuch, en un año a cargo de la SSCDMX, ha dado buenos resultados, siendo de bajo perfil y pocos reflectores, salvo por el atentado que sufrió contra su vida, y en el que murieron dos de sus más cercanos colaboradores y escoltas. Aun cuando hay una fuerte campaña de desprestigio en su contra, con el objetivo de que precisamente no sea él quien encabece la seguridad pública y ciudadana a nivel federal.
Pero el secretario Durazo tiene también a su tapado, en caso de que no se pueda dar su primera opción con el subsecretario Ricardo Mejía Berdeja, ya que dentro de su baraja de opciones también ha manejado la posibilidad de que el comisionado del servicio de protección federal, Manuel Espino Barrientos, pudiese ser su sucesor, ya que por ningún motivo quiere perder el control de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, la cual será de suma importancia en sus aspiraciones, primero como gobernador de Sonora y después, tiene pensado volar más alto... ustedes se imaginaran, digamos que quiere competir con Gerardo Fernández Noroña.
Pero lo que se comenta en los pasillos de la Secretaria de la Defensa Nacional es que el General Secretario Luis Cresencio Sandoval ha dado el visto bueno, y con anuencia del señor presidente, que quien ocupe el puesto que dejará Alfonso Durazo será el General de Brigada D.E.M. Ret. Sergio Alberto Martínez Castuera, quien actualmente es Coordinador General de Centros Federales y goza de una excelente trayectoria militar y policial. Sergio Alberto Martínez Castuera se ha desempeñado en varios cargos, entre los que destacan: Comandante de Zona Militar, Comandante del Cuerpo de Fuerzas Especiales, Director del Heroico Colegio Militar, Coordinador del operativo "Laguna Segura" y Secretario De Seguridad Pública del estado de Zacatecas. De darse su nombramiento, comenzará otra nueva oleada de críticas de militarización en la seguridad pública del país, pero de acuerdo a lo que se comenta por radio pasillo, la decisión ya fue tomada y avalada por el alto mando, ya que se considera cumple con el perfil idóneo, de militar y policía, además de ser subordinado del actual secretario Durazo Montaño.
Esperemos ver cuáles serán las reacciones de los colectivos pro derechos humanos, los intelectuales y especialistas que no dejaran de hablar de militarización y militarismo, sin entender ni siquiera la diferencia de los conceptos, pero que en la polarización que vivimos en estos días es más que suficiente para elevar la temperatura y calor de los debates que se darán ante dicha designación, sin olvidar que la gran mayoría de ellos fueron cercanos colaboradores de Genaro García Luna, por más que traten de ocultarlo.