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Los dos grandes problemas nacionales

El país en este momento tiene dos problemas graves: el gobierno federal y los partidos políticos y sus instituciones de lo electoral

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Escrito en OPINIÓN el

Pues ahí están, “tal cual los queréis”. Son los partidos políticos mexicanos. Los que se supone que son “el andamiaje de nuestra democracia”.

Aunque ese andamiaje se cae a pedazos día a día, en tanto se aproximan las elecciones de 2018 y la guerra por aniquilarse unos a otros está a la vista, al portador, sin que en esa batalla campal se considere el interés primordial de todo partido político: el país – nosotros – ciudadanos – problemas y circunstancias – aspiraciones y trascendencia: nada.

El Partido Acción Nacional (PAN), aquel dechado de virtudes que prometieron Manuel Gómez Morín, Juan José Hinojosa, Efraín González Luna, Manuel J. Clouthier… El de la vela perpetua y de mirada tenue y justa, el partido del “bienestar común” y del conservadurismo rayando en lo reaccionario. Pues aquel partido que nació en septiembre de 1939, ya no existe

… Y no es porque el PAN se hubiera modernizado al paso de los años, o porque su visión del país fuera más diáfana y cristalina; más bien porque “probó el poder, y le gustó”.

Y desde entonces, ahí las luchas encarnizadas por el predominio del poder interno y externo se han vuelto casi homicidas.

Hoy mismo se destruyen unos a otros

Ricardo Anaya, el presidente del PAN, enfrenta a sus adversarios con sus herramientas políticas en tanto que no ha querido explicar ese presunto “enriquecimiento extraordinario” que fue denunciado hace apenas días y a cuyos señalamientos contesta con evasivas y con amenazas.

En tanto el grupo compacto de los calderonistas en el Congreso (Ernesto Cordero, Roberto Gil, Jorge Luis Lavalle, Javier Lozano y Salvador Vega Casillas) se aglutinan y confrontan a Anaya y sus huestes.

El pretexto es que Ernesto Cordero pasó a ser presidente del Senado a espaldas, se dice, de la dirigencia panista. En todo caso ya se habla de la expulsión de Acción Nacional de los cuatro votantes en favor de esta integración legislativa. Pero también subyace a esto el nombramiento del nuevo fiscal anticorrupción que, como se ve, el presidente de México, Enrique Peña Nieto, está empeñado en que sea Raúl Cervantes, el actual Procurador General de Justicia de México y muy cercano al Ejecutivo mexicano.

Esto es: la argumentación en contra de que sea nombrado Cervantes radica en que se prepara, desde ya, una patente de corso transexenal para cuidar la salida de la actual administración y que no les estén dando lata luego con que metieron mano negra en las arcas nacionales, con lo que quedarían ilesos.

Pero entre si son peras o son perones, el PAN está haciendo el numerito del “tonto del pueblo” porque de alguna manera el PAN, así, le hace el caldo gordo al PRI en su interés por debilitar a sus adversarios políticos – partidos en este caso – y porque fuerza al nombramiento de Cervantes en la Fiscalía Anticorrupción.

Así que el problema interno del PAN se traslada al Congreso que, como se vio, no se instaló para inicio de sus trabajos legislativos el día primero de septiembre y de ahí en adelante, por horas y días hubo, una crisis institucional pocas veces vista y en la que, de nuevo, se exhibe el sometimiento de los legisladores a sus propios intereses y no a los “que la nación les demanda”.

Frente Ciudadano por México 

En esa crisis se ven, cuando se anuncia ya la solicitud ante el Instituto Nacional Electoral (INE) para la creación del famoso Frente Amplio Democrático, ahora convertido en Frente Ciudadano por México (FCM), integrado por el PAN el PRD, Movimiento Ciudadano y los que se acumulen, porque la invitación de la señora Alejandra Barrales, dirigente del PRD, es a todos los partidos, menos al PRI.

Naturalmente que es así, porque precisamente este frente se construye para impedir que el PRI se haga de la presidencia del país, de gubernaturas, de municipios, legisladores federales y locales en vista de lo que ya ocurrió en el Estado de México, en donde se demostró que el presidencialismo mexicano sigue vivito y coleando y que si se trata de argucias tramposas, el PRI las conoce todas e inventa nuevas, ha sido su historia.

Pero los partidos integrantes del FCM que se quieren repartir el pastel nacional no están como bollos para el horno. El PAN dividido; el PRD en pleno desahucio y abandono de sus militantes; Movimiento Ciudadano pegándose a los otros dos para ver qué gana.

Y al final de cuentas no sólo van a enfrentar al PRI, que eso ya lo dijeron: en el fondo todo los frentistas van en contra de Morena, que al momento encabeza las preferencias nacionales y el cual se beneficia tanto de los errores del gobierno de Enrique Peña Nieto (PRI) como de la división de los otros partidos.

Y así la feria y su jugada con rumbo a 2018. ¿Qué tal el panorama? ¿Desolador? Pues sí. Y no. Porque al final de cuentas los electores se dan cuenta, ya, de que el fracaso del país en este momento tiene dos problemas graves: el gobierno federal y los partidos políticos y sus instituciones de lo electoral. Eso es.  

@joelhsantiago  / @OpinionLSR / @lasillarota