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Dos de octubre no se olvida

In Memoriam... | Fred Álvarez Palafox

Por
Escrito en OPINIÓN el

La Bandera Nacional fue izada a media asta en señal de duelo en memoria de los caídos en la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco; también hubo una marcha para conmemorar el 51 Aniversario de la masacre; “desde el Comité 68 reconocemos hay demandas diversas de todo mundo, pero invitamos a todos aquellos que tengan algo que expresar esta tarde, que si deciden venir, lo hagan en el tono en el que ésta está convocada: de manera pacífica”, expresó Félix Hernández Gamundi, vocero del Comité...

“Como nos hemos manifestado siempre y no con ello dejamos de reconocer la justeza de muchos jóvenes que a veces no encuentran cómo manifestarse”, sostuvo durante una ceremonia donde se izó la bandera, se guardó un minuto de silencio y se dejó una corona de flores...

Más tarde se llevó a cabo la marcha, no sabemos cómo fue, quizá le hicieron caso a la recomendación del presidente López Obrador para que no realizarán actos vandálicos como en las dos últimas manifestaciones, en el sentido de que se portaran bien, o serían acusados “con sus mamás, con sus papás, con sus abuelos, porque estoy seguro que los abuelos, las mamás, los papás, no están de acuerdo, me dejo de llamar Andrés Manuel”, dijo.

¿Qué ocurrió aquella tarde del miércoles 2 de octubre de 1968?

Aquella mañana soleada del miércoles el 2 de octubre los medios impresos publicaban los siguientes encabezados:

“Crecimiento mayor a 7%, en 68”;

“Cancela Nixon su visita a México;

“La UNAM reanuda labores y estudiantes asamblea”;

Un desplegado clamaba: “México entero con Díaz Ordaz”.

Ningún medio daba cuenta de la reunión que sostendrían representantes del gobierno y de los jóvenes dirigentes del Consejo Nacional de Huelga (CNH) ni de la concentración que se celebraría esa tarde en La Plaza de las Tres Culturas.

Muchos supieron leer la amenaza gubernamental del régimen… “no queremos vernos en el caso de tomar medidas que no deseamos, pero que tomaremos si es necesario”, advertía el presidente Díaz Ordaz (1911-1979).

Días antes, el gobierno había mostrado los colmillos con la represión del bazucazo en la puerta principal de la Preparatoria #1 el 30 de julio; semanas después, el 13 de septiembre se realizó aquella famosa Marcha del Silencio donde se demandó el diálogo público; un día después, el 14 el CNH recibió un comunicado oficial que aceptaba el diálogo. Sin embargo, la noche del 18 de septiembre el Ejército mexicano tomó CU, luego el casco de Santo Tomás en el IPN.

Horas antes de la masacre se celebró el encuentro -que no diálogo-, entre gobierno y estudiantes; el primero no aceptaba condiciones al diálogo público y ante la eventualidad de romper pláticas, aceptaron consultar con el jefe máximo la propuesta.

Por la tarde tuvieron la respuesta. La Plaza de las Tres Culturas se manchó de sangre.

¿Cuántos jóvenes murieron?

"Nadie sabe el número exacto de los muertos,

ni siquiera los asesinos,

ni siquiera el criminal...”, escribió el poeta chiapaneco Jaime Sabines, en el poema Tlatelolco 68.

Aquella tarde había en la Plaza alrededor de 9 mil integrantes del movimiento estudiantil; se sabe de 2 mil 360 personas detenidas; se habló de por lo menos 40 personas fallecidas...

A la periodista italiana Orianna Fallaci se le ocurrió decir a medios que se recogieron “al menos 800 muertos”.

"Una estimación con bases firmes te indica que en las primeras dos horas y media de la matanza se dispararon 70 mil cartuchos percutidos. Es una cantidad brutalmente excedida", recriminó en una entrevista hace años Raúl Álvarez Garín (1941-2014), uno de los dirigentes del Comité del 68, quien fue detenido aquella tarde; Raúl tenía 27 años de edad. 

Raúl al igual que muchos jóvenes, estuvo en calidad de desparecido, fue localizado en Lecumberri  por su amiga Elena Poniatowska y de ahí surgió la idea de rescatar los testimonios orales para que se hiciera el libro La Noche de Tlatelolco, publicado en 1971 por la editorial Era. La obra debió ser corregida por Elenita tras decisión judicial a solicitud de Luis González de Alba (1944-2016) en cuyo libro Los días y los años se inspiró Poniatowska.

Muchos de esos jóvenes encarcelados que salieron fueron exiliados, después algunos decidieron reintegrarse a la lucha democrática.

Luis González de Alba escribió en  Milenio: 

“Los detenidos el 2.10.68, liberados en 1971, comenzamos la lenta construcción de sindicatos universitarios, grupos y partidos de izquierda. Unos fundaron el PMT, otros hicimos revistas, sindicatos universitarios, gérmenes de partidos políticos. La reforma de Jesús Reyes Heroles dio legalidad al Partido Comunista y amnistía a los presos políticos, muchos de ellos ex guerrilleros.

Agrega “Hicimos el MAP, PSUM, PMS y PRD sí, perdón. Los que llegaron a congresistas por estos partidos han cambiado la ley y el país. Hicieron el IFE. Llenamos publicaciones como Unomásuno, luego La Jornada perdón. Del PRD nos echó el PRI y los oportunistas cuyo logro reciente fue hacer alcalde de Iguala al narco responsable de la detención de los 43. Los de Punto Crítico se atoraron en algo que llaman Comité 68...”.

La Fiscalía del pasado…

Años después en 2001 se intentó un perdón y olvido, para ello se pensó crear una Comisión de la Verdad, sin éxito, al final por recomendación de la CNDH el gobierno de Vicente Fox (PAN) creó la  fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Delitos del Pasado, nombrando fiscal al Dr. Ignacio Carrillo Prieto.

Como resultado el ex presidente Luis Echeverría (1922-) compareció ante el fiscal para aclarar su participación en la masacre, fue indiciado por ser probable responsable del delito de genocidio; entonces se libró una orden de aprehensión en su contra pero no piso la cárcel ya que por motivos de edad se le aplicó prisión domiciliaria. En 2009 quedó absuelto de todos los cargos imputados...

La fiscalía fue disuelta en 2006 y el seguimiento de los hechos de 1968 se relegó a una instancia de segundo nivel en la extinta PGR, hoy fiscalía general de la República; les fueron enviados 252 expedientes, llamados averiguaciones previas...

En el informe del fiscal presentó un documento de 861 páginas, se concluye que en las últimas décadas se registraron en México al menos 12 masacres, 120 ejecuciones extrajudiciales, 800 desapariciones forzadas, 2 mil actos de tortura a detenidos y masivas violaciones a los derechos humanos de la población.

El asunto quedó ahí...

Ahí quedó todo.

¡No hubo perdón ni mucho menos olvido! "¡Dos de octubre no se olvida!”.

Hoy el Comité del 68 exige a la FGR que reactive las actuaciones que dejó pendientes la extinta Fiscalía de Delitos del Pasado: Precian que “no es necesario que se reabra la Femospp sino una fiscalía especial para el caso del 68, es una necesidad histórica de nuestro país que se castigue y se sancione a los genocidas de los estudiantes, porque el genocidio es un delito contra la humanidad...”.

Un parteaguas

Sin duda hay un antes y un después del 2 de octubre de 1968, muchos de nosotros éramos niños, pero esos lamentables hechos marcaron nuestra vida, por lo menos a mí.

El poeta Jaime Sabines escribió:

Nadie sabe el número exacto de los muertos,

ni siquiera los asesinos,

ni siquiera el criminal.

 

(Ciertamente, ya llegó a la historia

este hombre pequeño por todas partes,

incapaz de todo menos del rencor.)

 

Tlatelolco será mencionado en los años que vienen

como hoy hablamos de Río Blanco y Cananea,

pero esto fue peor,

aquí han matado al pueblo;

no eran obreros parapetados en la huelga,

eran mujeres y niños, estudiantes,

jovencitos de quince años,

una muchacha que iba al cine,

una criatura en el vientre de su madre,

todos barridos, certeramente acribillados

por la metralla del Orden y Justicia Social.

 

A los tres días, el ejército era la víctima de los desalmados,

y el pueblo se aprestaba jubiloso

a celebrar las Olimpiadas, que darían gloria a México.

El crimen está allí,

cubierto de hojas de periódicos,

con televisores, con radios, con banderas olímpicas...”.

 

Hay pasado 51 años de aquella larga noche...