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¿Dónde quedó la diplomacia mexicana?

En la agenda de la CELAC no se tocó ni por equivocación el replanteamiento del Organismo que agrupa a los Estados Americanos. | Romina Román

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Escrito en OPINIÓN el

Aunque el gobierno mexicano y en particular el canciller Marcelo Ebrard quieran hacer creer que la reciente reunión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) fue todo un éxito, la realidad es que el encuentro al que asistieron 15 jefes de estado, no dejó satisfecha a la diplomacia mexicana, tampoco a la cancillería y hasta el mismo presidente Andrés López Obrador se sintió incómodo durante varios momentos de evento.

Ninguno de los asistentes y organizadores esperaron el rechazo de los presidentes de Paraguay Mario Abdo Benítez en contra del mandatario Nicolás Maduro, y la crítica del presidente de Uruguay, Luis Lacalle, por la falta de democracia en Venezuela, Cuba y Nicaragua.

Además de eso, tampoco gustó que no asistieran los Jefes de Estado de las naciones más poderosas de América Latina: Brasil, Argentina, Chile y Colombia.

Pero el tema que más sorprendió fue el mutis respecto a la propuesta que hizo hace unas semanas el presidente López Obrador sobre replantear a la Organización de Estados Americanos (OEA).

El mandatario mexicano se había referido a favor de un ajuste en los principios y objetivos de la OEA. La primera intervención fue en julio pasado cuando sin ningún filtro afirmó que el organismo debía dejar de estar al servicio de intereses ajenos a Latinoamérica. 

"La propuesta es, ni más ni menos, que construir algo semejante a la Unión Europea, que sea más autónomo pero sobre todo que no sea lacayo de nadie, sino mediador a petición y aceptación de las partes en conflicto en asuntos de derechos humanos y de democracia”, dijo entonces.

Unos días antes del encuentro latinoamericano en Palacio Nacional, el canciller Marcelo Ebrard adelantó que uno de los objetivos de la reunión de la CELAC sería encontrar consensos sobre la creación de un organismo que sustituyera a la OEA.

Incluso, se atrevió a futurizar en que una vez que los países lograran un acuerdo sobre el tema, la propuesta se presentaría a Estados Unidos y Canadá.

Sin embargo, en la agenda del encuentro no se tocó ni por equivocación el replanteamiento del Organismo que agrupa a los Estados Americanos. Fue un tema que se sacó de la agenda y de la intención de los organizadores.

La pregunta que se hace la diplomacia es ¿hubo algún jalón de orejas por parte de los países más poderosos de la región? Cierto o no, ese viraje en lo que sería uno de los puntos medulares del encuentro desconcertó a propios y extraños, ya que el tema se había tocado con anterioridad con algunos Jefes de Estado.

Lo que también es una realidad es que muchos países no vieron con buenos ojos la invitación al presidente Nicolás Maduro, quien por cierto desde marzo de 2020, fue acusado por el entonces fiscal general de Estados Unidos, William Barr, por el delito de narcotráfico y lavado de dinero. Incluso se ofreció una recompensa de 15 millones de dólares por su captura.

Así las cosas…