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Donald Trump, absolución o condena

En la votación del juicio político a Trump ganó la corriente republicana a pesar de la gravedad de los hechos. | Laura Baca Olamendi

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Escrito en OPINIÓN el

Ha concluido el segundo juicio al expresidente Donald Trump. Durante el proceso se dieron las audiencias en el Senado y se presentaron los argumentos a favor y en contra para absolver o condenar al exmandatario. Este proceso político contó con la exposición de pruebas tanto por parte de los demócratas como de los republicanos que permitieron a los senadores dar un veredicto.

Cabe señalar que los demócratas presentaron videos de la insurrección del 6 de enero sobre la toma del Capitolio por parte de los seguidores de Trump, quienes han sido considerados de extrema derecha y que irrumpieron en este recinto de la democracia, destacando la manera violenta con la que se llevó a cabo.

Por su parte, al inicio los republicanos consideraron inconstitucional este proceso. Este juicio marca un caso inédito en la historia de Estados Unidos debido a sus motivaciones, consideradas como un acto de terrorismo; lo que ha marcado definitivamente la historia política del país que cuenta con la democracia más antigua del mundo.

Este importante evento ha sido difundido a nivel mundial debido a que influirá en la historia contemporánea. Cabe señalar que los fiscales fueron los que decidieron el futuro político de Trump, acusado de haber promovido la insurrección. La toma del Capitolio puede ser considerado un evento que dañó irreversiblemente a la nación, sentando un precedente negativo en el panorama político que ha polarizado profundamente a la sociedad norteamericana. 

Cabe señalar que ese país enfrenta no solo una crisis política sino también ideológica, pues en el espectro social ha emergido con fuerza la idea de una ultraderecha responsable de la invasión al Capitolio. La acusación más importante fue aquella de que Trump incitó a la violencia política a través de sus discursos y sus redes sociales, argumentando que había sido robada la elección. Por su parte, sus seguidores lo consideran un líder que los incita en sus discursos a luchar para no rendirse y los invita a demostrar su apoyo.

Debemos recordar que la invasión al Capitolio durante la primera semana de enero no solo violó el recinto más emblemático de Estados Unidos, sino que sentó un precedente inédito en el uso de la violencia como arma política. Es importante tener presente que esta amenaza se mantiene en la percepción de la población como demuestra que el perímetro del Capitolio todavía esté vigilado por el Ejército como una medida de seguridad ante una posible radicalización por parte de los seguidores de Trump.

Por su parte, el gobierno demócrata está tratando de salir de la crisis política en la que se encuentra el país después de la absolución del expresidente. El juicio político fue también un juicio moral, debido a la gravedad de lo que sucedió en Estados Unidos. Prueba de esto es la ausencia de Donald Trump en la asunción de Joe Biden al poder y sus posteriores declaraciones.

Lo que estaba en juego en el juicio, era imponer un impedimento definitivo al expresidente para evitar su participación como candidato a la presidencia en las próximas elecciones del 2024. Es importante destacar que los demócratas estaban por un juicio rápido para que el presidente Biden consolidara su autoridad, y así poder llevar a cabo una propuesta política diferente basada en la lucha contra la pandemia del coronavirus, un nuevo enfoque migratorio y los programas sociales pero también económicos, que le permitirán al nuevo presidente distanciarse del gobierno anterior.

Es importante destacar que este juicio político es un juego de poder entre los demócratas y los republicanos, y proyecta dos diferentes corrientes políticas e ideológicas que históricamente caracterizan a este país democrático. Se debe tener presente que tanto los demócratas como los republicanos presentaron en el juicio argumentos y pruebas a favor y en contra. Por un lado, los republicanos acusaron a los demócratas de fabricar pruebas y de manipular las grabaciones y los videos con el fin de acusar a Trump de incitar a la violencia, así como de manipular a sus seguidores, quienes lo consideraron como “comandante en jefe” de este movimiento político. Debemos recordar que Trump mantuvo un plan previamente preparado con la ayuda de las redes sociales, lo que le posibilitó orquestar el ataque y el daño al Capitolio. En otras palabras, se demostró que tenía -con anticipación- una estrategia política para revertir los resultados de la elección.

Cabe resaltar que durante el juicio se difundieron los detalles y los mensajes de su estrategia política, declarando que la elección había sido robada por los demócratas, y que por ello fue posible organizar este importante encuentro con cientos de sus seguidores para que actuaran el 6 de enero pasado. Todo estaba en línea con las consignas de “vamos al Capitolio” y “luchemos hasta el fin”, éstas eran algunas de las ideas que el exmandatario transmitía provocando una actitud violenta entre sus seguidores para tratar de revertir el resultado de la elección.

Luchar hasta el final fue el lema de estos grupos de ultraderecha donde, en su espectro político está la supremacía blanca y el odio a los judíos, los latinos y los afroamericanos, entre otras minorías étnicas. Para los demócratas el expresidente es considerado como el autor intelectual, porque promovió el ataque que tuvo como consecuencia directa el daño tanto a las instituciones democráticas así como a la libertad de expresión. Esas fueron consideradas pruebas fundamentales para promover este juicio político ante la amenaza que enfrentó la democracia norteamericana.

Finalmente, se concluyó el juicio con la votación del Senado con 57 votos a favor y 43 en contra, lo que permitió la absolución. Es importante recordar que la toma de posesión a la presidencia de Joe Biden estuvo caracterizada por fuertes medidas de seguridad ante el temor de que los seguidores de Trump irrumpieran en ese importante evento.

Durante el juicio político se acusó al expresidente de incitar a la insurrección y al caos, lo que provocó que cientos de personas se reunieran en Washington. La toma violenta del Capitolio fue considerado por sus seguidores un día histórico, mientras que para los demócratas y para muchos otros países el 6 de enero del 2021 quedará en la memoria colectiva como un ataque directo a la democracia. Cabe resaltar que Trump buscó a sus aliados republicanos para que en el juicio político obtuviera una mayoría, y de este modo lograr la absolución. En la votación de este juicio político ganó la corriente republicana a pesar de la gravedad de los hechos. Cabe señalar que este veredicto -en un país pilar de la democracia- ha provocado una polarización de la clase política y donde la sociedad norteamericana debe intentar salir de esta crisis ideológica, política y económica para encontrar un camino diferente con el gobierno de Joe Biden, quien como presidente a través de sus propuestas de gobierno pueda promover una nueva forma de hacer política.