La situación que enfrentan algunos bancos para vender el excedente de dólares en efectivo a Estados Unidos empezó a generar estragos en su interior, sobre todo en aquellos que reciben el mayor número de divisas vía remesas y que tienen una participación importante en ciudades fronterizas.
La alerta sobre la profundización de un “mercado negro de divisas”, el riesgo para los intermediarios y el impacto en la economía por distorsiones cambiarias, llevó a Ricardo Monreal, líder de la bancada de Morena en el Senado a diseñar y presentar una iniciativa que busca dar salida a esos millones de dólares que se mantienen atrapados en las bóvedas de los intermediarios.
La propuesta tiene como objetivo que sea el Banco de México quien compre ese excedente y al mismo tiempo, determine el porcentaje que se destinaría a las Reservas Internacionales y el que se repatriaría a Estados Unidos.
Una de las principales preocupaciones de los legisladores es que de no resolverse ese excedente, se afectará de manera importante a los migrantes, al sector bancario y al turístico, en éste último se estima que 35% de los pagos que efectúan los visitantes extranjeros es con la divisa estadounidense, mientras que en 2019 las remesas que se registraron de los migrantes hacia México ascendieron a 36 mil 438 millones de dólares.
A pesar de que en el Instituto Central no hay un pronunciamiento formal sobre la iniciativa, nos cuentan que ya analizan con detalle la propuesta bajo dos aristas: por un lado, aseguran que la medida coadyuvaría a fortalecer la inclusión financiera, pero también podría implicar un riesgo reputacional y de operación para el Banxico al tener que vigilar que ninguno de los dólares que adquieran sea de procedencia ilícita.
Nos cuentan que la iniciativa ya se turnó al área jurídica del Banco de México, quien junto con expertos en mercado de divisas evaluarán los alcances de la propuesta; una vez que se tenga una primera consideración se analizarían de manera conjunta con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) que es donde recae la mayor parte de la regulación y supervisión.
Cuando eso ocurra, los funcionarios del Instituto Central buscarán un acercamiento con Ricardo Monreal para plantearle la postura a favor o en contra.
El límite de la exportación de dólares en efectivo para los bancos mexicanos se fijó en 2012 luego de que el gobierno de Estados Unidos reveló operaciones de lavado de dinero en algunas de las filiales de HSBC entre las que se incluyó a México; estos recursos de procedencia ilícita se trasladaron a paraísos fiscales.
Además de la preocupación del Banco de México respecto al riesgo reputacional y a la responsabilidad que implica, nos dicen que en este momento no cuentan con la suficiente capacidad para analizar cada dólar, de ahí que es primordial evaluar los mecanismos que utilizarían para su revisión.
No obstante, es una realidad que dentro del Instituto Central hay varias voces que reconocen que hay un problema grave de excedentes de dólares en efectivo y que tal cantidad se convirtió en un problema de seguridad para su resguardo, por lo que mantener sin salida estos recursos, derivará en que algunos se vean en la necesidad de sacar los billetes verdes a un precio más barato y con ello, generar distorsiones en el mercado cambiario.
Así las cosas…