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¿División en la Corte?

Dividir a la SCJN en “liberales -conservadores” o “externos– internos” está lejos de ser un modelo comprensivo.

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Escrito en OPINIÓN el

El pasado 11 de mayo, al terminar la sesión del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el ministro presidente, Luis María Aguilar, dedicó unos minutos a reflexionar sobre lo que él llamó un “falsa división en la Corte”. Desde su perspectiva la idea dicotómica de la Corte -aquella que supone que hay un ala liberal y una conservadora- es una posición maniquea que no permite entender lo que sucede en el Alto Tribunal. Según el ministro Aguilar, es una idea que tiene “utilidad mediática”, pero “totalmente alejada de la verdad”.

 

Las afirmaciones del ministro invitan a reflexionar por un lado sobre la veracidad de la división y también sobre la utilidad de esta caracterización.

 

Es cierto que hace tiempo los medios de comunicación hablan de una división ideológica en la SCJN. En el “ala liberal” suelen colocar a la ministra Sánchez, el ministro Silva, el ministro Zaldívar, el ministro Cossío y el ministro Gutiérrez. En el “ala Conservadora” colocan al ministro Aguilar, la ministra Luna, el ministro Pardo, el ministro Pérez y el ministro Franco (aunque no hay un acuerdo unánime sobre la posición de éste). Finalmente, tras su designación, se coloca al ministro Medina en el grupo conservador. También es cierto que según lo que consideremos liberal o conservador, Ministras y Ministros pueden cambiar de “bando”.

 

Ahora, es importante destacar que esta caracterización, más allá del raiting, indica un intento por comprender y divulgar la labor de ministras y ministros. Ante la falta de una cultura jurídica y judicial profunda, medios de comunicación, académicos y sociedad civil han fomentado la idea de esta división con el afán de poder tener un marco desde el cual describir el trabajo de la Corte.

 

Muchos han señalado que la división “liberales-conservadores” es reduccionista y que no genera entendimiento de la complejidad del trabajo y la discusión que se da dentro de ella. Así, se han buscado otro tipo de caracterizaciones que permitan entender mejor los criterios que sostiene cada ministra o ministro. Una de las más socorridas ha sido la de “internos-externos”, la cual parte de la idea de que una ministra o ministro que ha hecho toda su carrera dentro del Poder Judicial entiende el Derecho de una forma muy distinta a como lo entiende alguien que ha hecho su carrera como Abogado Postulante o como Académico.

 

Según esto, ministras y ministros estarían más condicionadas por su origen profesional que por una ideología. En términos generales, la idea es que alguien del exterior puede tener una idea más abierta sobre el Derecho que un interno. Esto es, quien es externo tiene mayor apertura para incluir criterios no tradicionales que un interno. Desde luego, es una caracterización que tampoco está exenta de complicaciones, pues tampoco son actitudes que puedan considerarse como regulares. 

 

Volvamos a la cuestión de la utilidad y la comprensión del trabajo de la Corte. Se trata sin duda de un trabajo muy complejo que requiere mucho más que categorías contrapuestas para entenderlo. En ciencia, ante fenómenos complejos lo que se plantean modelos explicativos que permitan reducir la complejidad y mejorar la comprensión de un fenómeno. Dividir a la SCJN en “liberales -conservadores” o “externos– internos” está lejos de ser un modelo comprensivo; sin embargo, son ensayos que señalan el ímpetu social por comprender y difundir el trabajo de ella.

 

Kant, llamó “giro copernicano” al cambio en la actitud científica provocada por el modelo astronómico de Nicolás Copérnico. Según el filósofo alemán, el modelo heliocéntrico de Copérnico significaba no sólo una modificación en las consideraciones astronómicas, sino una revolución científica que ponía el acento en otro lugar: en el centro estaría la luz del sol, la luz de la razón ¿Qué se necesita para dar un “giro copernicano” en nuestra concepción de la SCJN? ¿Qué requeriría un modelo que pretenda reducir la complejidad y aumentar la comprensión del fenómeno? Adelanto algunas hipótesis:

 

  1. Apertura del Derecho. Todo lo que podamos decir sobre las Ministras y los Ministros tendrá poco sentido si nuestra comprensión del Derecho, Nuestro Derecho es pobre. La ausencia de una educación jurídica/judicial fomenta prejuicios sobre el Poder Judicial y abona poco a un diálogo que permita comprender su labor y deliberar colectivamente sobre él.

 

  1.  Apertura de la Justicia. Si la distancia entre Poder Judicial y sociedad permanece, el juicio sobre su labor se ensombrece (o se banaliza). Si los datos que genera la administración de justicia (sentencias, acuerdos, protocolos, etcétera) son indescifrables, seguirá la tendencia de conceptualizar la Corte en claves reduccionistas.

 

  1. Historia del Juez/a y a su labor. En efecto, el trabajo hecho por cada juzgadora o juzgador es complejo y difícilmente puede reducirse a “conservador – liberal” o cualquier otra dicotomía. Describir temáticamente cómo han decidido y qué doctrinas han construido (libertad, equidad de género, etc.) nos daría una imagen mucho más precisa de su labor. Para hacerlo se requiere consolidar un periodismo judicial profesional, procesar un gran volumen de datos y presentar estos últimos de tal forma que todos podamos entender quién es quién en el Poder Judicial.

 

 

La Corte y el Poder Judicial juegan un papel protagónico en el juego democrático, en ese sentido vale la pena estudiarlos e intentar caracterizarlos adecuadamente. Es indispensable dar el siguiente paso, profesionalizar el seguimiento a su labor y generar educación jurídica para que todos podamos aprovechar esa información.

 

@BordeJuridico

 

El autor es Octavio Martínez Michel @Octavio_MMichel

 

Maestro en Filosofía Política por la UAM-I y Licenciado en Filosofía por la UNAM. Dedicado a la Historia y la Filosofía del Derecho desde hace 4 años, ha  sido profesor de Historia del Derecho e Historia de los Derechos Humanos en  la Escuela Libre de Derecho, la Universidad Iberoamericana, la Universidad Panamericana y el ITESM. Actualmente es Director General de Borde Jurídico.