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Diorama

Esta semana en DIORAMA, aquí mis recomendaciones literarias. | Jorge Iván Garduño

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Escrito en OPINIÓN el

Autorretrato con piano ruso (Anagrama) de Wolf Wondratschek. La novela arranca en un café vienés: «A mi mesa está sentado un ruso que fue pianista en su juventud, una celebridad olvidada.» Ahora el pianista, de nombre Suvorin, es un anciano desaliñado, y el escritor que cuenta su historia mantiene con él una sucesión de encuentros en los que lo incita a evocar su vida, a sacar a la luz sus recuerdos, antes de que el esquivo músico se desvanezca como un fantasma.

La narración avanza al ritmo de esos encuentros y de la rememoración del pasado. Emerge una infancia pobre pero feliz en Leningrado, y después la guerra; el maravillado descubrimiento de la ópera; la pasión por el piano, que le lleva a practicar compulsivamente, incluso con las manos metidas en los bolsillos; el opresivo clima de la Unión Soviética y los conciertos semiclandestinos de música experimental ante un escaso público compuesto por jóvenes inquietos; su paso por varias ciudades: Moscú, Londres, París, Viena; el cofre con tierra rusa que se hace traer para enterrar a su esposa; su negativa a aceptar los aplausos impostados y protocolarios, gesto que supone un suicidio en su carrera como pianista; la historia del amigo que perdió la inspiración y acabó liado con una baronesa solo por dinero, y el repaso a figuras como el compositor Alfred Schnittke, el genio loco Glenn Gould y sobre todo el gran Sviatoslav Richter, que exprimía al máximo los tempos lentos en su modo de tocar y del que el viejo ruso dice que «la experiencia de verlo al piano era más que musical, era algo dramático».

Un libro magnético sobre la libertad y la rebelión, sobre la gracia y la decadencia, sobre la vida y la memoria, y también, claro, sobre la sublime belleza de la música y los sacrificios que por ella se está dispuesto a hacer. Un libro que es una conmovedora sonata literaria, escrita con palabras en lugar de notas.

Los encuentros con un viejo pianista ruso olvidado. Una novela magnética sobre los vaivenes de la vida y el poder de la música.

Wolf Wondratschek (Rudolstadt, Turingia, 1943) estu­dió Literatura y Filosofía en Heidelberg, Gotinga y Frankfurt. Su primer libro, publicado en 1969, Früher begann der Tag mit einer Schußwunde (Cuando el día comenzó de nuevo con una herida de bala), lo convirtió en un escritor de culto. Autor de una obra abundante y ecléctica (novelas, poesía, cuentos, en­sayos, reportajes y piezas teatrales para la radio), es una figura imprescindible en el panorama literario alemán de la segunda mitad del siglo XX. En la ac­tualidad vive en Viena.

Melancolía y cultura (Anagrama) de Roger Bartra. La melancolía, que recorre la historia del mundo hasta nuestros días, es uno de los ejes fundamentales de la cultura renacentista y barroca, e impregna las obras de autores como Shakespeare o Montaigne. Ensayistas como Panofsky, Kristeva o Starobinski la han estudiado desde diversos ángulos, pero conceden escasa o nula atención a su relevancia en el Siglo de Oro español.

Es precisamente en este periodo y escenario en el que Roger Bartra centra su atención. El resultado es este importante ensayo que muestra la melancolía como piedra fundacional de la cultura moderna y analiza su eclosión en la España del Siglo de Oro como clave para entender las espectaculares expresiones ilustradas, románticas y existenciales en la Europa de los siglos XVIII, XIX y XX. El libro es una inmersión en las enfermedades del alma barroca española, y descubre las extrañas flores que crecen de ese árbol melancólico. La mirada antropológica del autor permite, además, seguir a peregrinos y caminantes para descubrir en el Quijote las mutaciones que convirtieron el mito de la melancolía en parte esencial de la modernidad.

En esta nueva edición del ensayo el autor ha decidido reordenar los textos que lo componen para mejorar su legibilidad y coherencia.

Roger Bartra (Ciudad de México, 1942) se doctoró en la Sorbona de París y es actualmente investigador emérito de la UNAM. Ha sido profesor invitado en las universidades de California en San Diego, Johns Hopkins, Pompeu Fabra, Rutgers, Stanford y Wisconsin, así como en el Paul Getty Center de Los Ángeles, entre otros. Ha escrito libros sobre las mitologías europeas, como El salvaje en el espejo, El salvaje artificial y Las redes imaginarias del poder político; sobre la crisis de la identidad nacional, como La jaula de la melancolía y La sangre y la tinta; sobre el mito de la melancolía en el mundo occidental, como El duelo de los ángeles, y sobre los vínculos entre el patrimonio cultural y las redes neuronales, como Antropología del cerebro. En Anagrama ha publicado Melancolía y cultura y Chamanes y robots.

Los papeles de Herralde. Una historia de Anagrama 1968-2000 (Anagrama) de Jordi Gracia. Aunque el oficio de editor es enigmático, estos papeles ofrecen una trepidante y a ratos explosiva colección de pistas para saber cómo lo ejerció Jorge Herralde. Desde la compra de una máquina de escribir, una mesa y una silla en 1968 hasta la decisión de contratar a Patricia Highsmith, a Tom Wolfe, a Carmen Martín Gaite, a Martin Amis o a Ryszard Kapuscinski, el libro sumerge al lector en la agitación diaria de Anagrama a través de las cartas de Herralde a autores, agentes, críticos, periodistas y colegas desde la fundación de la editorial y hasta el año 2000.

Ahí es donde Herralde toma sus decisiones, casi siempre a toda velocidad y casi siempre con buenas razones lacónicas: descarta manuscritos, negocia derechos, revisa pruebas, sugiere portadas, propone opciones y manda cartas a veces incendiarias o interviene en la discusión pública sin neutralidad política alguna. El suyo es un oficio sin leyes, sin normas, sin pautas, y por eso solo la personalidad del editor decide las rutas imprevisibles de la aventura: el gusto, la intuición, la temeridad y la imaginación determinan los autores, las diatribas, los debates, las colecciones, las portadas...

Ya en la primera Anagrama, guerrillera, subversiva y revolucionaria, Herralde supo detectar el cambio de los tiempos para impulsar otra revolución más profunda, más pertinente, y a partir de 1977 ofreció a los ciudadanos de una democracia titubeante los libros que no sabían que querían leer, gracias a colecciones tan potentes como la heterodoxa y corsaria Contraseñas, la ambiciosa y global Panorama de narrativas o una pionera colección de buen periodismo tan viva como Crónicas. Pero no solo inventó a los nuevos lectores: inventó también a buena parte de los nuevos novelistas y ensayistas de la democracia cuando creó el Premio Anagrama de Ensayo en 1972, así como el Premio Herralde de Novela y la colección Narrativas hispánicas en 1983. Todo el mundo sabe que Herralde es un tótem de la edición literaria internacional, pero aquí es además un tótem visto en la intimidad de su oficio.

Una trepidante y a ratos explosiva colección de pistas que nos dejan entrever a un tótem de la edición literaria internacional en la intimidad de su oficio.

Jordi Gracia (Barcelona, 1965) es ensayista, catedrático de Literatura Española en la Universidad de Barcelona y colaborador habitual de El País. Ha escrito varios libros sobre la historia intelectual y literaria de España en el siglo XX y las biografías de Cervantes y de José Ortega y Gasset. En Anagrama ha publicado Estado y cultura, La resistencia silenciosa (Premio Anagrama de Ensayo en 2004), La vida rescatada de Dionisio Ridruejo, A la intemperie y Javier Pradera o el poder de la izquierda. Medio siglo de cultura democrática, además de dos opúsculos más o menos panfletarios: El intelectual melancólico y Contra la izquierda. Para seguir siendo de izquierdas en el siglo XXI.