Me dejaste entrar (Planeta) de Camilla Bruce.
“Me dejaste entrar” es una inquietante novela escrita por Camilla Bruce en la cual narra la vida de una mujer de nombre Cassandra Tipp, que ha muerto en extrañas condiciones, lo que envuelven el suceso en un misterio exorbitante.
Al indagar la muerte, los involucrados se topan de frente con sucesos que ella ha ocultado a lo largo de su vida.
Irán descubriendo que desde pequeña ha mantenido el contacto con algún explicable, con algo oscuro, con una presencia aterradora, a lo largo de estas páginas se van descubriendo grandes secretos.
Es así como a través de la pluma de Camila Bruce nos vamos adentrando en un mundo lleno de enigmas, preguntas amenazadoras, pero sobre todo respuestas estremecedoras.
Una obra que no te dejará indiferente.
El Club del Crimen de los Jueves (Espasa) de Richard Osman.
¿Qué sucede cuando cuatro adultos retirados se encuentran en una casa de descanso?
¿Y qué sucede cuando estos personajes comienzan a mezclar sus talentos para desvelar crímenes?
Es así como cuatro personajes se cruzan en el final de sus vidas en una casa de retiro donde viven con la idea de resolver casos de crímenes se dan cita cada semana.
Y así es como estos cuatro personajes que rondan las edades entre los setenta y ochenta años se juntan primero a manera de juego para resolver crímenes, sin embargo, de pronto sucede un asesinato en el vecindario y ahora sí que se encuentran con su primer crimen real, verídico, tienen ahora que resolver un crimen. El Club del Crimen de los Jueves es un extraordinario libro, imperdible en nuestra biblioteca.
Estrella de dos puntas (Ariel) de Malva Flores.
La relación entre Carlos Fuentes y Octavio Paz, los dos escritores mexicanos más importantes del siglo XX, es el lienzo en el que Malva Flores hace aparecer a los personajes intelectuales y políticos que moldearon el México y el mundo de la centuria pasada.
La información recopilada en esta obra —anécdotas de testigos de primera mano, correspondencia inédita, expedientes oficiales e información desclasificada— abarca más de 50 años y le brinda al lector un amplio panorama de las trayectorias literarias de ambos autores, su relación con México y el poder político, sus ideologías, sus encuentros y desencuentros, y la influencia que esta singular amistad tuvo en el ámbito literario de sus contemporáneos latinoamericanos y europeos.
Civilizaciones (Seix Barral) de Laurent Binet.
1531: Atahualpa se presenta en la España del emperador Carlos V para encontrarse con la Inquisición y el milagro de la imprenta, pero también con una monarquía exhausta por las constantes guerras, la amenaza permanente de los infieles y lo que es aún más preocupante, con pueblos a los que el hambre puede llevar al límite de la revuelta. En pocas palabras: los aliados que Atahualpa necesita para construir su imperio.
Instructiva y fascinante, Civilizaciones es el fruto de la exquisita erudición del autor y de una imaginación desbordante: un ejercicio de audacia narrativa que contiene una profunda reflexión acerca de las huellas que dejamos en el pasado, la imperfección y ambición del ser humano y el mundo que hemos construido.
Laurent Binet inició su carrera de manera brillante al ganar el Premio Goncourt de Primera Novela con HHhH, un libro que gozó del unánime favor de la crítica y el público internacional.
Convertido ya en un autor esencial de las letras europeas, con Civilizaciones ha revalidado su éxito alzándose con el Gran Premio de Novela de la Academia Francesa.
A prueba de fuego (Espasa) de Javier Moro.
A prueba de fuego es una novela que nos narra la historia de Rafael Guastavino y la de su hijo Rafaelito Guastavino, y que a la vez es la historia de los dos guastavinos, dos personajes que llegaron a ser los arquitectos de Nueva York, así lo dijo diario de Nueva York al morir Rafael padre, ya que entre ambos personajes dejaron más de mil obras arquitectónicas entre Nueva York, Boston, Washington D.C., por mencionar sólo algunas.
En esta novela Javier Moro nos revela al hombre Rafael Guastavino quien llega con el hijo de su amante a Nueva York tratando, o queriendo comerse el mundo… y lo logró, pero tardo más tiempo de lo que él se imaginó.
Para crear esta historia partiendo de un hecho real, Javier Moro tuvo acceso a las cartas de la familia Guastavino, con las que gracias a ellas entendió esta relación entre padre e hijo.
En esta historia no hay buenos ni malos, simplemente hay seres humanos como los rafaeles guastavinos.