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Dialéctica distópica ensombrece y sume en crisis al mundo

La inflación tiene a la economía mundial a un paso de la recesión. | Ismael Jiménez

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Escrito en OPINIÓN el

La retórica con la que los medios de comunicación han abordado la guerra en Ucrania, ha dejado, o tal vez ha traído de vuelta, la sombra de un mundo divido en bloques; esta vez, entre buenos y malos. Por ello, al comienzo de las hostilidades, para muchos opinadores y buena parte del vox pópuli, dedujeron de manera simplista, el resurgimiento de la guerra fría.

La alocución de occidente seguida al unísono por la mayoría de los medios de comunicación y opinadores incluídos los mexicanos, se ha centrado específicamente en la “maldad” de un gobierno expansionista sin más argumentos que saciar sus apetitos por recorrer sus fronteras “físicas” pasando por encima de los derechos de los pueblos, de las personas, la democracia y de la paz.

Es la versión repetitiva que escuchamos todos los días en los medios de comunicación occidentales, quienes además enlaltecen alegóricamente las sanciones económicas a Rusia, sin explicar que tienen un efecto boomerang, con las que, remachan la retórica de que la crisis económica actual y la amenaza a la paz mundial, es única y exclusivamente responsabilidad del invasor de Ucrania.

Pasmosamente observamos cómo medios y opinión pública, replican y aprueban esa versión y avalan y callan la censura de medios y voces no alineados con esa visión al asumirse como parte del conflicto colocando en sus redes sociales la bandera de Ucrania.

Y es que más allá de victimizar a la verdad en esta guerra, lo cierto es que, si pretendemos entender lo que está sucediendo en el entorno global, debemos asimilar las versiones y puntos de vista del Este de Europa, de Asia y Medio Orientes. En un mundo hiperconectado e hiperglobalizado como en el que vivimos, no podemos omitir o callar las voces de todos los involucrados.

Mientras los medios se afanan en mostrar los efectos de la guerra en Ucrania, ellos, junto con los opinadores, ignoran lo que sucede en Palestina, a excepción del asesinato de la periodista palestina que dio la vuelta al mundo, pero sin llegar a la condena, pues el pueblo palestino, al igual que el ruso junto con todo el Oriente Medio y Asia, son sinónimos del mal.

El mismo discurso se traslada al terreno de la guerra económica que los Estados Unidos declararon a Rusia, pues además de ser un gobierno invasor, basa su economía en las “energías fósiles que están predestinadas a desaparecer”. De esa forma, el regimen ruso no sólo es asesino, además es culpable del calentamiento global, junto con China por supuesto.

Israel es uno de los grandes consumidores de hidrocarburos a nivel mundial, insumo que sostiene su industria bélica y la guerra que desde hace décadas declaró a los palestinos. Pero su invasión y conflicto, no amenazan la estabilidad económica y geopolítica de occidente, por el contario, contribuye a la estabilización y presencia occidental en Medio Oriente, además de mantener sus intereses económicos.

Estados Unidos y la Unión Europea, han tomado la decisión de llevar las tensiones económicas y bélicas a un punto que podría salirse de control, pues entre los asuntos que los medios y opinadores no mencionan, es el descontento en ascenso de los habitantes europeos por causa de la crisis energética y la crisis alimentaria que se avecina. Ninguno de los congresos europeos se salva de la ebullición por las confrontaciones y críticas contra las medidas de sus respectivos gobiernos ante el conflicto en Ucrania.

En México, la situación no es diferente. Tanto medios de comunicación como congresistas opositores y opinadores, utilizan la misma retórica de manipulación de los hechos y contextos. El más evidente es el de la energía eléctrica, pues mientras ellos claman aquí, dicen, por energías renovables, el mundo se debate en una guerra y crisis económica por causa de los hidrocarburos y energías fósiles de las que dependemos aún y que, han disparado la inflación que tiene a la economía mundial a un paso de la recesión.

Si las energías renovables tuvieran el avance y presencia que dicen tener en Europa, la guerra de Ucrania no se hubiera sucedido y habría sido como la invasión a Irak, o la ocupación de Cisjordania; un hecho anecdótico de conflicto regional sin ningún efecto para el entorno económico global.

La minería, es el otro tema en el que, los medios y opinadores en México, han desplegado la retórica del bien contra el mal, pues con el argumento de la benevolencia de las inversiones foráneas en ese rubro, se omite o se obvía el impacto ambiental y social de una de las industrias más nocivas para el medio ambiente, no en México, en el mundo. Todo ello, como reacción a la nacionalización de las reservas del litio en México.

Medios, opinadores y “expertos”, ahora promueven que el litio en México es casi inexistente, como lo era el petróleo hace 30 años, que el mineral no sirve gran cosa y que el gobierno no cuenta con los recursos para su explotación. El mismo argumento utilizado en la privatización de los bancos, cuando se decía que no eran negocio y 20 años después, las subsidiarias mexicanas salvaron de la quiebra a sus matrices en España con las ganancias y utilidades generadas por los cuentahabientes cautivos de México.

El mundo está en crisis, la paz está amenazada y una de las principales herramientas para resolver buena parte de los conflictos, es la libertad global de prensa, la cual está secuestrada por la retórica de un discurso distópico que ensombrece al planeta, en el que, por cierto, aún no escuchamos los argumentos justificativos del expansionismo de la OTAN.