El pasado 15 de septiembre, fue para los mexicanos motivo de doble celebración. Primero, porque ha sido motivo de reunión familiar y de amistades que, generalmente, acuden a plazas y a los principales espacios de reuniones públicas de las distintas ciudades de nuestra República Mexicana, a celebrar un aniversario más de nuestro famoso “Grito de Independencia”. Con ello, recordamos cuando el cura Miguel Hidalgo y Costilla convocara, a través del repique de las campanas de su iglesia en Dolores Hidalgo, a levantarse en armas contra los españoles, justamente en la madrugada del 16 de septiembre de 1810.
Es hasta 1824 que el entonces Presidente Antonio López de Santa Anna decreta oficialmente el 15 de septiembre para celebrar la “Ceremonia del Grito” (de Independencia), así como a los héroes que participaron en dicha lucha.
Segundo, porque desde el año 2007, se celebra el Día Internacional de la Democracia, a raíz de que la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas(ONU), aprobara la resolución A/RES/62/7, la cual ha tenido el objetivo que los gobiernos fortalezcan sus programas nacionales que están dedicados a la promoción y consolidación de la democracia.
Es importante recordar esta fecha por muchas razones, pero la principal, porque hoy contamos en nuestro país con una democracia, que, si bien muchos consideramos que tiene aún varias áreas de oportunidad para fortalecerla, hacerla más dinámica y consolidarla, al final de cuentas tenemos elementos que van apuntando hacia una democracia.
Pero hay que decirlo, nuestra democracia no se ha construido sola, sino ha sido a través de un proceso de lucha de mujeres y hombres. que han ido edificado, muchas veces en contracorriente, los pilares de un sistema democrático.
Construcción de la democracia en México
Muchos aspectos de nuestra historia son dignos de mencionar en la construcción de nuestra democracia, pero podríamos señalar que con la expedición de la Ley de Organizaciones Políticas y Procesos Electorales (LOPPE), promulgada en 1977, se da cabida a una pluralidad democrática, con la instauración de un sistema mixto entre mayoría relativa y de representación proporcional dando así, entrada a fuerzas políticas representativas de nuestra sociedad. Consecuentemente, la Cámara de Diputados quedaría conformada por 400 Diputados, de donde 100 serían electos por la vía de la representación proporcional. Ya para 1986, la representación plurinominal aumentó de 100 a 200 diputados con lo que la cámara quedaría conformada tal y como lo está hasta nuestros días: 500 diputados, 300 por el principio de mayoría relativa y 200 de representación proporcional.
Para finales de los ochenta y principios de los noventas surge el otrora Instituto Federal Electoral que surgiera a raíz de la crisis del sistema electoral de aquella muy recordada elección de 1988. De aquí, se instauran en la legislación electoral una serie de reformas y novedosos mecanismos que han pretendido darle certeza y credibilidad a nuestro sistema electoral; por mencionar algunos tenemos la integración de un nuevo padrón y listado nominal de electores con lo que surge una nueva credencial para votar con fotografía, se dictan nuevas reglas para la vigilancia electoral, para la integración y ubicación de las casillas electorales y se establecen nuevos mecanismos para la integración de las autoridades electorales, así como se generan instrumentos que permiten difundir los resultados electorales, entre otros tantos aspectos más.
El día de hoy estamos ya inmersos en uno de los procesos electorales más grandes de la historia de nuestro país, en donde se llevarán a cabo 30 elecciones locales y la elección federal donde se renovará la Presidencia de la República, la Cámara de Senadores y la de Diputados y en la cual, por primera vez, se estarán aplicando diversas reglas que, con la última reforma constitucional de 2014, se instrumentarán para la elección presidencial.
Seguramente después del 2018 vendrán nuevas reformas que esperamos sean para consolidar y fortalecer nuestro sistema democrático. Aunque, no hay mejor dinámica democrática que un país que avance, que se desarrolle y que atienda las demandas de su población, de lo contrario seguirá persistiendo como hasta ahora, la sombra del abstencionismo que tanto daño le hace justamente a nuestra democracia.
¡Hasta dentro de 168 horas!