Y es que, en lo que hoy es el principal bastión político electoral del Partido de la Revolución Democrática, pronto se vivirá una verdadera guerra civil.
Se enfrentarán el PRD de Los Chuchos, el Movimiento Ciudadano de Dante Delgado, el PT de Alberto Anaya y la Morena de Andrés Manuel López Obrador.
Eso quiere decir que veremos en una lucha a muerte a los otrora unificados de las llamadas izquierdas mexicanas. Por el PRD, Los Chuchos defenderán una hegemonía que intenta ser arrebatada por Andrés Manuel López Obrador.
Como se sabe, al producirse la mayor fractura de las izquierdas, cuando AMLO decidió la construcción de su propio partido, el fenómeno partió en dos al PRD, sobre todo en el Distrito Federal.
Pero además, Marcelo Ebrard probablemente se convierta en el principal adversario de los dos anteriores –PRD y Morena-, desde la trinchera del Movimiento Ciudadano. Sí, porque todo indica que Marcelo abandonará las filas de los amarillos, una vez que llegue a la presidencia de ese partido Carlos Navarrete.
Como queda claro, en la capital del país se vivirá la mayor atomización de las llamadas izquierdas, que desde 1997 mantiene la hegemonía en la jefatura de Gobierno y en la Asamblea Legislativa.
Por si no fuera suficiente, los 53 diputados federales del Distrito Federal también serán motivo de disputa, ya que se trata de posiciones de alto valor político, especialmente por su influencia en el Congreso. De hecho, la capital del país es la entidad con el mayor número de diputados federales, seguida por el Estado de México.
De esa manera, no será extraño que en 2015, y a partir de la guerra que van a desatar contra el PRD los señores Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard, presenciemos el principio del final del dominio de las izquierdas en la capital del país. ¿Qué quiere decir lo anterior?
Poca cosa, que si en 2015 se confirma la atomización electoral de las izquierdas, al mismo tiempo se abrirá la posibilidad para el resurgimiento del PRI, partido que en los últimos 20 años había permanecido prácticamente en las catacumbas.
Y no es casual que frente al debilitamiento de las izquierdas y el fortalecimiento del PRI, también se abran espacios para el regreso del Partido Acción Nacional.
En suma, la pelea electoral que veremos en 2015, en la capital del país, puede significar un cambio determinante en la recomposición de las tres principales fuerzas políticas que hoy dominan la geometría electoral de nuestro país. Al Tiempo.