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Deseos de Navidad

En un país como el nuestro los “enemigos de la patria” no son los agresores extranjeros, ni el capitalismo, ni tampoco el gobierno o el Estado.

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Escrito en OPINIÓN el

Hoy es nochebuena, fecha de descanso inspirada en una celebración católica (y en otras tantas de diferentes creencias), que suele mostrar una buena cara del mundo y de cada persona en lo individual.

 

De los encuentros familiares a los mensajes del Vaticano, o a conciliaciones entre países históricamente distanciados, en las celebraciones decembrinas se ven actitudes y valores que normalmente no se aprecian en el día a día y es un momento del año en que se puede sembrar esperanza y reconciliación. México está en un momento complicado y necesita de reconciliación y esperanza.

 

  •          El domingo pasado el Cardenal Norberto Rivera habló de reconciliación. Es raro que una nota así trascienda en los medios pero entre la escasez de noticias por las fechas y la verdadera necesidad de reconciliación nacional trascendió su mensaje. México necesita reconciliarse entre clases, entre sectores y entre personas; no hay forma de trabajar por un país si éste no se puede poner de acuerdo ni en las necesidades básicas.

 

  •          México, hoy más que nunca, necesita paz. No la paz de una noche familiar sino paz en las calles y en los municipios. La violencia que no vimos como mexicanos en las guerras que involucraron a la mayoría de los países (con todo y nuestra minúscula participación) la hemos vivido desde hace muchos años con el crimen organizado. Los horrores que se vieron en los campos de concentración de mediados del siglo pasado hoy los vemos en las venganzas, los decapitados, las peleas por las plazas, los quemados vivos, las fosas clandestinas de cuerpos y tantas otras atrocidades que ya hasta nos hemos acostumbrado a escuchar en medios y pasar indiferentes.

 

  •          México también hoy necesita solidaridad. No la solidaridad del salinismo en forma de programa asistencial sino la solidaridad como un antídoto a la indiferencia. La postmodernidad nos enseñó a dejar pasar todo lo que no nos afectara directamente y el ritmo de vida y de necesidad ha hecho de cada mexicano un “monomaniaco” que sólo se involucra lo realmente cercano, la lucha por la supervivencia y por el bienestar es individual pero sólo con solidaridad (no caridad) se va a poder cambiar el rumbo de las cosas. La indiferencia nos ha hecho un país que tiene más de la mitad de la población en la pobreza y varios de los hombres más ricos del mundo.

 

  •          En un país como el nuestro los “enemigos de la patria” no son los agresores extranjeros, ni el capitalismo, ni tampoco el gobierno o el Estado. El verdadero enemigo social número uno es la corrupción. Esto se puede comprobar en cifras (es lo que más dinero nos cuesta). Atacar frontalmente a la corrupción es la principal necesidad para devolver la esperanza… no se puede creer en nada si no hay nada válido para creer y una sociedad es una sociedad exitosa en la misma medida que se ve a sí misma como sociedad exitosa. Así como Europa literalmente se levantó de sus ruinas en dos guerras mundiales, con ajustes hacendarios y con un combate frontal a la corrupción, México se puede levantar… sólo así se podrá volver a creer en las instituciones y en el Estado.

 

Para terminar sólo expresaré mi deseo de que todos los que siguen este espacio (y también los que no) tengan una feliz navidad en compañía de sus seres queridos.

 

@JulioCastilloL