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Desabasto de medicinas contra cáncer: falló el Estado

Cuando falla un hombre o mujer en el ejercicio del poder público, falla también el Estado. | Israel Rivas*

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Escrito en OPINIÓN el

El Estado moderno fue básicamente concebido para proteger al individuo, concretamente para proteger el bien jurídico de mayor valía, la vida, porque sin vida humana no hay Estado. Uno de estos derechos que está ligado íntimamente a la vida, es el derecho a la salud, pero sobre todo la salud de la infancia. La justiciabilidad de éste ha sido un camino tortuoso para muchos niños y sus familias, ya que la corrupción histórica del sistema de salud mexicano lo tienen al borde del colapso, pero también de quienes en nombre del combate a la corrupción han cerrado las llaves para la adquisición de medicamentos. El caso reventó, por así decirlo, con la toma del aeropuerto internacional de la Ciudad de México, ante la falta de metrotexate, solo así los medios de comunicación y políticos voltearon a ver la crisis de salud que puso en peligro la vida de nuestros hijos. Hasta hoy no sabemos bien el motivo de esta suspensión en la fabricación del medicamento, el gobierno habla de un abuso por parte de las compañías farmacéuticas, las farmacéuticas culpan al gobierno; sin embargo, lo único cierto es que se puso en riesgo la vida de nuestros hijos al no recibir en tiempo y forma sus quimioterapias.

Es evidente que el Estado falló, que no pudo a través de sus órganos de gobierno prevenir una crisis, y cuando el Estado falla, por cualquier razón, se deben tomar medidas para que esto no vuelva a suceder. Cualquier enmienda debe comenzar reconociendo el error, es decir, el Estado falló en la protección de la vida mediante el incumplimiento al derecho a la salud, por ello, lo mínimo que los papás con niños con cáncer nos merecemos, es una disculpa formal del Estado Mexicano, ante el daño emocional y psicológico que causó a la familias; porque insisto, incumplió con el derecho fundamental a la salud. Finalmente los papás con hijos con cáncer nos quedamos con la misma incertidumbre ante las declaraciones del secretario de salud, que menciona que el medicamento que se importó de Francia durará cuatro meses, pero transcurrido ese tiempo nos preguntamos si él o el gobierno tienen clara la ruta para lograr un suministro continuo y eficiente. Nos preguntamos ¿las farmacéuticas tienen la capacidad de producir medicamentos de calidad? Porque nos espanta, como dijo el Comisionado de Cofepris, que el metrotexato esté contaminado con bacterias, y aunque aclaró que no eran patógenas, nos preocupa la calidad, porque en una de esas se cuela un organismo dañino. Las interrogantes saltan a la vista de esta maraña burocrática de la que hemos sido presos, y que se vuelve una carga extra a la ya de por si desgastante enfermedad de nuestros hijos.

*Israel Rivas es abogado, padre de Dahana, una de las niñas con leucemia linfoblástica aguda que es atendida en el Hospital Infantil de México Federico Gómez y que se vio afectada por el desabasto de metotrexato en agosto pasado, y funge como vocero del grupo de padres afectados.