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Depresión: la otra pandemia a enfrentar

Al agravarse el covid-19 ha dado lugar a otra pandemia de tipo emocional provocada por el miedo, la incertidumbre y el aislamiento. | Marina San Martín

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Escrito en OPINIÓN el

El escritor Clive Staples Lewis decía que “el dolor mental es menos dramático que el dolor físico, pero es más común y también más difícil de soportar”. Esta frase encierra lo que muchas personas con depresión sufren y muestra cómo se llega a minimizar su complejidad y atención.

Cada 13 de enero, Día mundial de lucha contra la depresión, ponemos a la mesa de discusión las implicaciones que tiene este trastorno mental en las sociedades, como una importante causa de discapacidad, e incluso un detonante que puede llevar al suicidio. 

Este padecimiento se manifiesta a través de una tristeza persistente y una falta de interés en actividades que antes nos resultaban placenteras o gratificantes; genera alteraciones de sueño y apetito; y provoca cansancio y falta de concentración. 

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la depresión ha afectado a más de 264 millones de personas en el mundo; y al agravarse por la enfermedad covid-19, ha dado lugar a otra pandemia de tipo emocional provocada por el miedo, la incertidumbre y el aislamiento.

La Organización Panamericana para la Salud (OPS) resalta que esta problemática es causada por la combinación de factores genéticos, ambientales y psicológicos que impactan en nuestra vida cotidiana.

A nivel mundial, de acuerdo con datos de 2021 de la OMS, se estima que el 5% de las personas adultas padecen algún grado de depresión, con mayor afectación en las mujeres que en los hombres.

En México, según la Encuesta Nacional de Bienestar Autorreportado (ENBIARE) 2021, 15.4% de las personas encuestadas presenta alguno de los síntomas de depresión. En el caso de las mujeres con un mayor porcentaje de 19.5 % en comparación con el 10.7% en los hombres. 

De acuerdo con los datos de la Oficina de Información Científica y Tecnológica para el Congreso de la Unión de 2018, México solo destina, en promedio 2% de su gasto total a asuntos de salud mental. De dicho monto, 80% se dirige a la operación de hospitales psiquiátricos y solo 20% se orienta a la detección, prevención y rehabilitación de padecimientos como la depresión.

Este problema no se resuelve de manera simplista, dándole ánimo a alguien o teniendo una charla persuasiva para cambiar sus actitudes; se trata de un padecimiento que requiere tratamientos especializados y específicos. Para poder enfrentar esta enfermedad es fundamental que deje de ser un tabú, que hablemos de ella con información, conocimiento y empatía. 

Cuidar nuestra salud mental debe ser prioridad no solo individual, sino colectiva, pues es un tema de salud pública; como ya lo dijo Martin Luther King Jr. “todos estamos atrapados en una red, cosidos en una sola prenda del destino. Lo que afecta a uno, afecta a todos indirectamente".