Las campañas siguen su curso y sus noticias, casi siempre llevada a lo agresivo, a lo chusco o a lo anecdótico, tienen un trasfondo que va más allá de las propuestas o del contenido del discurso.
Partiendo de la premisa de que hoy sólo hay dos contendientes viables en la elección presidencial y que entre ellos, se contraponen prácticamente en toda la imagen y toda la propuesta, es importante analizar la forma de abordar y de reaccionar ante diversas situaciones.
· El día de ayer Ricardo Anaya tuvo una participación excelente en la Ibero. La institución se hizo famosa en el terreno político hace seis años, cuando Peña Nieto, ante una situación adversa acabó “escondiéndose” en el baño… López Obrador prefirió declinar la invitación porque bien sabe que es un foro complicado, en cambio, Ricardo Anaya hizo que el foro complicado se convirtiera en una plataforma sólida para su campaña.
· Esto marca algo importante… es igual que en los debates. Mientras AMLO está acostumbrado a públicos cómodos en donde no tiene que convencer, sino repetir sus frases de aplausos, Anaya prefiere foros difíciles y también se debe reconocer que se lo han hecho mucho más difícil… los programas de comunicadores de Azteca, Televisa y Milenio han sido muy distintos a la hora de cuestionar a cada uno. Incluso en el trato son más cuidadosos con López Obrador.
· Lo anterior podría verse como una desventaja de Anaya pero en realidad es una ventaja mayor… mientras López Obrador, por su historia y formas, demuestra que está formado en el culto a la palabra del líder y así como él alabó quiere ser alabado ahora. Anaya puede contrastar ideas y salir adelante.
· Negarse a ir a un debate o a un auditorio por nos situaciones cómodas es exactamente lo opuesto a lo que un demócrata hace. Un demócrata debate y está dispuesto a enriquecer su visión con las posturas de los otros. Un autoritario rehúye al debate y convierte en enemigos a quienes no piensan como él.
· Ser presidente de la República es ser el hombre más cuestionado de México. Sobre el recae la responsabilidad de todo y de todos, y debe ser él quien de la cara.
· Cuando López Obrador habla de sus refinerías, que pronto serán monumentos al pasado, o cuando habla de su vía de tren donde ya hay una vía de tren subutilizada puede hacerlo porque nadie, con mediano conocimiento del tema, lo ha cuestionado nunca.
Abierto a contrastar ideas
Es impresionante que después de tantos años de campaña y de recorrer el país López Obrador pueda seguir afirmando propuestas absurdas mientras se niega a enfrentar a personas que piensan distinto de él.
México y el mundo, durante los siguientes seis años cambiaran a profundidad. Se tiene que estar abierto a contrastar ideas y a aceptar cuando las cosas tienen que ser cambiadas; se tiene que estar abierto a la crítica y dejar las verdades absolutas de lado. Anaya relanzó su campaña desde la Ibero precisamente porque era un foro complicado y porque demostró que un demócrata debe estar abierto a ser cuestionado.