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Del candidato de las televisoras a los candidatos de las televisiones

La repartición de las pantallas planas con motivo del apagón analógico se ha postergado para que "curiosamente" coincida con el calendario electoral.

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Escrito en OPINIÓN el

 

En la campaña de Enrique Peña Nieto la compra del voto llegó a grados nunca antes vistos. Desde tabletas hasta animales de granja fueron repartidos para comprar la presidencia. Por desgracia, los delitos electorales cometidos por Peña y el PRI se mantienen impunes y en el límite del delirio, las autoridades electorales determinaron que contrario a lo que todo mundo atestiguó, el candidato tricolor no fue el que rebasó el tope de campaña, sino el candidato más austero, el representante de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador.

 

Por desgracia, la compra del voto no se ha desterrado y el proceso electoral que inicia está en riesgo de ser socavado por el intento del PRI y sus candidatos de torcer la voluntad de la gente.

 

En esta temporada electoral se sumará a la entrega de tarjetas de supermercados y del cúmulo de productos y objetos a los que el PRI nos tiene acostumbrados, la entrega de 17 millones de pantallas planas que el gobierno federal llevará a cabo en plena campaña electoral con el pretexto del apagón analógico.

 

La repartición de estos aparatos se ha postergado para que "curiosamente" coincida con el calendario electoral. A esto se suma la opacidad con la que se llevará a cabo está dotación. Se sabe que será con base en los listados de beneficiarios de la Secretaría de Desarrollo Social federal pero no están claros los criterios bajo los cuales se elegirán los beneficiarios.

 

Planteado de esta manera es fácil inferir que se intenta comprar el voto a favor del PRI mediante la entrega de pantallas. Si en 2012 se acusó a Peña Nieto de ser el candidato de las televisoras se está configurando el escenario para que hoy se diga que los priístas serán los candidatos de las televisiones.

 

Para despejar cualquier sospecha y dar certezas en los próximos comicios, las autoridades deben frenar esta medida o en su defecto, el Instituto Nacional Electoral (INE) debe actuar para terminar con esta estratagema.

 

Sería lamentable que el primer proceso electoral organizado por el INE quede marcado por la compra del voto. No se trata sólo de evitar que el gobierno otorgue televisores, también es necesario frenar la entrega de todo tipo de productos, objetos y dinero en efectivo o en monederos electrónicos.

 

Si la política es contraste de ideas y no una competencia de regalos y dádivas, las campañas deberían centrarse sólo en el debate político, en el contraste de propuestas, en la entrega de folletería y la difusión de spots. Si los partidos dejaran de entregar "regalos" la democracia le saldría más barata a la gente. ¡Ya basta!

 

@martibatres