En mi última colaboración le comentaba que se veía complicado que en la Cámara de Diputados se aprobara en tan pocos días el Dictamen que suprimía los derechos de los audiencias en la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión (LFTR), pero que ante la prisa y la secrecía con se había manejado era probable que dieran un albazo legislativo… y así fue.
En el antepenúltimo día de sesiones, el 27 de abril, se concretó la aprobación de las reformas con los votos a favor del PRI, PVEM y de la mayoría del PAN, en contra votaron las bancadas de MORENA, PRD y MC. De poco valieron las exigencias de organizaciones sociales defensoras de la libertad de expresión que ese día acudieron a dar una conferencia de prensa en San Lázaro para tratar de detener esta contrarreforma, así como una variedad de argumentos de voces expertas que alertan de la inconstitucionalidad en la derogación y cambios a artículos de la ley.
En un intento por matizar algunos de ellos se propuso una adenda que mantiene la suspensión precautoria de transmisiones cuando se trate de audiencias infantiles y otros cambios cosméticos que no cambian la sustancia del gran retroceso que implica de dar carta abierta para que se engañe a las audiencias entre otras afectaciones al derecho a la información.
En una mecánica muy parecida a la Ley Televisa en 2005-2006 la mayor parte de los legisladores hicieron oídos sordos a las peticiones de dar un debate público de cara a la sociedad antes de votar las reformas. Que tanta prisa tuvieron que teniendo que votar en su último día de sesiones 45 dictámenes de ley el primero en la lista fue el de la LFTR, dejando pendientes otros de gran relevancia para el país entre ellos la ley de desaparición forzada, incluso se pretendía apresurar también su votación en la Cámara de Senadores extendiendo el plazo de cierre de sesiones hasta el 29 de abril, lo cual no fue posible porque no les dieron los números de votos en comisiones para después validar su aprobación en Comisiones, por lo que sin más el Senado cerró su periodo el mismo 28 de abril.
Como estrategia para que pueda pasar esta contrarreforma en la Cámara Alta en el siguiente periodo ordinario de sesiones, en la Comisión permanente se incluyeron a los diputados Lía Limón y Federico Döring, operadores de todo este proceso, para obtener los votos necesarios.
Así el tamaño de los intereses y la fuerza del poder fáctico de la industria. Con toda razón a estas reformas se les han denominado como la Ley Televisa II y algunos afirman que más que Telebancada en el Congreso lo que tenemos ahora en México es un Telecongreso.
Banda 2.5 Ghz
En otros temas relevantes, el pasado 27 de abril el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), aprobó la compra por parte de Telcel de aproximadamente 60 megahercios (MHz) de espectro radioeléctrico en la banda de 2.5 gigahercios (GHz) que le concesionaron a Grupo MVS de Joaquín Vargas en el 2013.
Esta banda es óptima para brindar servicio de banda ancha y telefonía móvil con una gran capacidad de penetración en zonas urbanas altamente pobladas y permite que la señal pueda llegar si problemas en elevadores o dentro de edificios en los que es difícil obtener la señal.
La 2.5 ha sido en los últimos años la manzana de la discordia, numerosos litigios han surgido para su concesionamiento e incluso se ha utilizado como moneda de cambio con fines políticos y de censura como se recordará usted con aquel episodio con el ex presidente Felipe Calderón, que de acuerdo a las declaraciones del empresario Vargas se le condicionó la prórroga de esta banda a cambio de que despidiera a la periodista Carmen Aristégui.
La aprobación del regulador ha sido criticada porque al final: 1) Salva a MVS de aplicarle el rescate de las frecuencias concesionadas, pues si no la ocupaba para dar los servicios móviles antes del 31 de diciembre de este año la autoridad hubiera tenido que recuperarlas; y 2) Telcel sin pasar por un proceso licitatorio se hace de una parte de este codiciado espectro, mientras que el resto de los 130 Mhz que queda será licitado en este año para otros operadores sin que haya claridad de si a Telcel se le permitirá participar en dicha licitación.
Con la aprobación del IFT el empresario Carlos Slim tendrá más espectro del que ya tiene, acumulando más del 50 por ciento del existente para servicios de telecomunicaciones. Sin embargo, de acuerdo al comunicado oficial del IFT “La concentración no implica una acumulación de suscriptores de servicios de telecomunicaciones. Causa una sustitución de un GIE por otro en la banda de 2.5 GHz. Telcel no es concesionario de espectro radioeléctrico en la banda de 2.5 GHz, de manera que no se generará un cambio en la estructura de tenencias de espectro radioeléctrico por operador en esta banda…” Por lo que para el regulador MVS seguirá siendo el concesionario de los de los 60 MHz concesionados y será la empresa de Vargas quien tenga el control de esa porción de la banda.
El IFT autorizó esta transacción sin antes haber determinado los topes de espectro para la próxima licitación, pero sobre todo sin tener todavía los indicadores de eficiencia espectral como lo marca la ley, para tener elementos que permitan guiar su política de concesionamiento del espectro para su mejor aprovechamiento. Otro punto controvertido, es que al darle este espectro a Slim le da una ventaja competitiva por sobre otros operadores que tendrán que esperar hasta que se haga la licitación de esta banda. La actuación del regulador en este tema ya levantó inconformidades y se considera que fue una mala decisión y contraviene principios constitucionales de competencia, con lo cual coincido, así que veremos como continua este proceso con esta banda que acumula ya una historia propia de un culebrón.
Así que tanto del legislativo como desde la autoridad administrativa con el IFT vamos acumulando en este año determinaciones que poco y nada cumplen con los principios planteados en la constitución, una raya más al tigre.