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Decepcionados

AMLO no tiene un plan contra la crisis y gobierna por ocurrencias. | José Luis Castillejos

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Escrito en OPINIÓN el

El mensaje del presidente Andrés Manuel López Obrador -del último fin de semana sobre cómo afrontar la pandemia mundial- dejó triste y desesperanzados a millones de mexicanos; fue más del discurso trillado en el que ratificó su gran confusión en términos de política económica.

AMLO no tiene un plan contra la crisis y gobierna por ocurrencias. No habló de propuestas concretas para atenuar el impacto que sobre la economía nacional ya está generando el coronavirus.

Analistas económicos y políticos se le fueron a la yugular al advertir que el fantasma de la desesperanza recorre el país y en poco tiempo comenzarán a verse los estragos.

Por un lado alaba a Franklin D. Roosevelt, quien fue el presidente de los Estados Unidos que impulsó el New Deal (Nuevo trato), que consistió en un paquete de medidas contra-cíclicas en el contexto de la gran depresión (1929-33), y, por otro lado, rechaza estas medidas y dice que no aplicará políticas contra-cíclicas y tacha de conservadores a quienes la proponen.

“AMLO critica el neoliberalismo de palabra, pues en la práctica lo ejecuta. El equilibrio presupuestario que propone es el primer punto del Consenso de Washington, neoliberalismo puro y duro”, señaló el economista Jorge López Arévalo, profesor de la Universidad Complutense.

Ese, dijo, es el triunfo del neoliberalismo, que desde el punto de vista político ideológico es un éxito, pues hasta quienes están en contra en el discurso asumen sus propuestas, mientras que desde el punto de vista económico es un fracaso monumental.

AMLO no parece entender el tamaño del tsunami que se nos viene encima y la necesidad de políticas contra-cíclicas, que no tienen nada de neoliberales, sino son origen keynesiano, mientras el equilibrio presupuestario que él propone es el corazón de la política neoliberal, enfatizó.

El analista y director del diario Contrapoder de Chiapas, José Adriano dijo que la sociedad mundial está viviendo simultáneamente dos crisis: la pandemia del coronavirus y la crisis del capital debido a la caída de los precios del petróleo y a la paralización internacional de las actividades económicas.

En el fondo lo que está en cuestionamiento es el modelo de desarrollo del capitalismo salvaje, que promueve una sobreproducción y con ello una sobre-explotación de los recursos naturales, que ya tiene en riesgo la vida del planeta.

El calentamiento global, el cambio climático, el debilitamiento de la capa de ozono, la desertificación, la destrucción de los ecosistemas y la explotación de los mantos acuíferos son muestra de cómo se viene destruyendo a la naturaleza, cuya sobrevivencia llegó a sus límites, añadió.

Las condiciones de pobreza del país, y de Chiapas en particular, no son para nada halagüeñas, por eso se ha insistido en diseñar un plan para enfrentar la crisis que se avecina. Se esperaba que el gobierno federal anunciara su programa, pero la realidad nos indica en que no hay plan, aunque se haya anunciado la creación de dos millones de empleos, recalcó.

Lo grave es que se mantiene la apuesta de los proyectos presidenciales, que no tienen futuro: como es la construcción de la refinería de Dos Bocas, en Tabasco, y la construcción del Tren Maya y del interocéanico en el Istmo.

Ante las circunstancias de los nuevos cambios, el presidente López Obrador debería  de moverse bajo las nuevas circunstancias y abrirse a otras expectativas, pero tal parece que no lo entiende o está muy marcada su necedad, según el analista.

El abogado Mauricio Gándara de la Torre escribió en tono decepcionado: “Dignamente, desde mi individualidad, apoyé por 10 años el movimiento de quien ahora encabeza el gobierno federal y máxima posición política de éste país”.

Me entusiasmaba ver un perfil completamente opuesto a lo que es el estereotipo de "políticos" en México. El discurso anticorrupción y su patriotismo, inspiraban.

Hoy, llegué al límite, punto de quiebre. 16 meses de su gobierno me han sido suficientes para expresar lo siguiente: “Lo logrado en 2018, es un avance al desarrollo democrático de éste país; pero la necedad, resentimiento social, ideas arcaicas del mandatario; difícil decirlo, ponen en riesgo la estabilidad económica nacional en estos momentos”, dijo.

“El discurso me termina de asquear en su constante retórica, dividir a la población entre buenos y malos -conservadores y liberales- ricos y pobres. No se ha dado cuenta que representa a todos y que está por encima de todos los grupos y su deber y compromiso es salvaguardar la seguridad -en sentido amplio de la palabra- de todos los mexicanos”, enfatizó.

AMLO, sin embargo, dijo a periodistas que lo que expuso para enfrentar la crisis transitoria por la pandemia de covid-19 y restablecer lo más pronto posible la normalidad social, productiva y política de la vida pública del país, es lo correcto.

“La fórmula que estamos aplicando es la suma de tres elementos básicos: mayor inversión pública para el desarrollo económico y social; empleo pleno y honestidad y austeridad republicana. Estamos seguros de que pronto convocaremos al pueblo de México a darnos de abrazos en las plazas públicas porque saldremos de nuevo a las calles; seguiremos siendo un pueblo digno, feliz, libre, próspero, fraterno y humano”.

Pero aún resuena lo aseverado por el presidente de la Coparmex, Gustavo de Hoyos, quien criticó que no se haya anunciado ninguna medida para enfrentar la crisis económica desatada por la enfermedad, y reprochó que el mensaje solo criticara al pasado.

En plena emergencia, leyó una pieza de divulgación ideológica, embistiendo fantasmas del pasado y abandonando su deber como Jefe de Estado para unir a la Nación, le enrostró.

Gustavo Merino, profesor en la escuela de Gobierno y Transformación Pública del Tecnológico de Monterrey ironizó: “Como que no hubo anuncio de medidas de impacto para la atención de la pandemia o para mitigar la crisis económica y promover la recuperación ¿o me distraje?”.

Para un amplio sector de la población del país el mensaje de AMLO realmente no cumplió expectativas y les quedó debiendo a los mexicanos.

AMLO lamentó la situación que atraviesan las familias mexicanas y consideró que el país saldrá adelante y recalcó que la ayuda será para los más pobres a quienes se les adelantará sus pensiones, al tiempo que se dará microcréditos por un monto de tres mil 400 millones de pesos.

Pese a que los empresarios dicen lo contrario, AMLO aseguró que se reiniciará la reactivación económica generando empleos y dentro del plan de austeridad dijo que será el gobierno el que la padezca, ya que se reducirán los sueldos de los funcionarios y se eliminarán aguinaldos a partir de subdirectores de área.

Su optimismo contrasta con las críticas de sus opositores que aseguran que su forma de gobernar no difiere mucho de los anteriores sexenios.