Main logo

De la conducta pública

A esta contrastante crisis de ingresos, entre la clase política y el ciudadano, se le suma el dispendio de recursos del ex coordinador, Luis Alberto Villarreal.

Por
Escrito en OPINIÓN el

En el transcurso de los debates de las leyes secundarias de la reforma energética, la diputada Zuleyma Huidobro de Movimiento Ciudadano (MC) afirmó que todos sus compañeros diputados han recibido bonos; a su vez, el coordinador de los diputados emecistas, Ricardo Monreal, devolvió 15 millones de pesos (mdp) y que dijo que pertenecen a las subvenciones extraordinarias que reciben los grupos parlamentarios en Cámara Baja y que en un año suman unos 225 millones de pesos (mdp), los cuales son ejercidos con discreción.

 

Las denuncias señaladas abren la posibilidad de que se haya tratado de una recompensa por haber sufragado el sentido de su voto, de una manera determinada, pudiendo configurar una ilegalidad que se centra en la inmoralidad.

 

No sólo lo anterior, sino que el mismo Monreal dio a conocer que la Cámara de Diputados pretende solicitar un bono de fin de legislatura por 1 millón de pesos. Recientemente se acaba de conocer que durante los trabajos de la reforma hacendaria, en octubre de 2013, los grupos parlamentarios recibieron una subvención extraordinaria, por 72 mdp.

 

En estos momentos en que se coloca a nivel nacional el tema del aumento a los salarios mínimos, este bono de marcha representa una ofensa al ciudadano.

 

Es ofensivo, porque el monto representa el ingreso de varios trabajadores durante los 30 ó 40 años de su vida productiva.

 

Es inmoral, porque es muy probable que para la obtención del bono de fin de legislatura que denuncia Monreal, se recurra a artimañas o subterfugios legales para engañar a la ciudadanía en su obtención, subestimando su capacidad e inteligencia.

 

Es desafortunado, porque ni siquiera aumentando el 70% que calcula la CEPAL en lo que se encuentra devaluado el salario mínimo, se recupera el poder adquisitivo del trabajador.

 

Es lamentable, porque un elemento para calcular la depreciación del salario mínimo se encuentra en los incrementos a las gasolinas en lo que va del año, en el que la Magna ha incrementado 6.8% su precio, mientras que la Premium en 7.7% y en su conjunto se vende en un 8% más cara que en Estados Unidos, estos porcentajes son trasladados a los precios de los bienes y servicios adquiridos por el consumidor final, y por tanto, inciden en el poder adquisitivo del ciudadano.

 

A esta contrastante crisis de ingresos, entre la clase política y el ciudadano, se le suma el dispendio de recursos que se presumen pueden ser públicos, del ex coordinador del grupo parlamentario del Partido Acción Nacional (PAN), Luis Alberto Villarreal y algunos de sus compañeros diputados y militantes de ese partido, quienes fueron descubiertos en animada fiesta con damas de compañía en una villa en Puerto Vallarta.

 

Esta conducta fue sancionada por el presidente del PAN, Gustavo Madero Muñoz, al cesar como coordinador parlamentario a Villarreal, para colocar al diputado zacatecano José Isabel Trejo Reyes, como nuevo líder de la bancada.

 

Hay conductas que fueron impropias a la vista de la ciudadanía y que el Congreso desea resarcir, por ejemplo, para retirar los nombres de Antonio López de Santa Anna, Agustín de Iturbide, Porfirio Díaz y Gustavo Díaz Ordaz con el que se conocen a 408 escuelas públicas del país.

 

En contraste hubo otros personajes que ocuparon un honroso lugar en la historia de este país, como servidores de nuestra patria.

 

Estos otros gloriosos personajes ahora son integrantes de un lugar -sin temor a equivocarme- único en el país, en el que conviven desde independentistas y realistas, imperialistas y republicanos, liberales y conservadores, y hasta masones y clérigos. Todos ellos defendieron su noble y gloriosa causa y ahora, hasta parece que vuelven a reunirse para contarse sus mejores anécdotas de tiempos de gloria, volviendo a despertar pasiones y reproches entre ellos mismos.

 

Me refiero al Museo Panteón de San Fernando, primer cementerio de hombres ilustres de México, en cuyo exterior, un lábaro patrio señala el santo sanctorum de todos aquellos que entre 1832 y 1871 ofrendaron su vida en aras de la ahora República, y que puede catalogarse entre los más famosos a nivel internacional, de manera similar a los cementerios de Arlington, en Washington; la Abadía de Westminster, en Londres, o Montparnasse -donde se hallan los restos de Porfirio Díaz- y Pére Lachaise ambos en París.

 

Ahí, en el Mausoleo donde se encuentra el presidente Benito Juárez y su amada Margarita, puede contemplarse a la madre patria cómo llora la pérdida de su hijo, e imaginarse los reproches que le hace el general Miguel Miramón, por haber ordenado su fusilamiento en el cerro de las Campanas; o con un poco de suerte, figurar las discusiones entre Francisco Zarco, vestido con una corbata roja como todo buen liberal, junto con Tomás Mejía, a la usanza de cualquier conservador con corbata verde.

 

Con suerte, Carlos María de Bustamante -como historiador- podría hacernos imaginar junto con Francisco González Bocanegra, el espíritu escondido de la letra del Himno Nacional, y explicarnos cómo es que se determinó, en 1943, eliminar la estrofa que hablaba de Iturbide, cuyos restos desde 1838, fueron trasladados con gran pompa al lugar donde fue coronado en la catedral de México, donde reposan en una urna cubierta por la bandera que él creó.

 

Cada 5 de diciembre, el pueblo celebraba -con sarcasmo- “la fiesta de la pata”, al referirse a la pierna izquierda amputada en combate a Antonio López de Santa Anna, extremidad que mereció ser sepultada con funerales de Estado, pero que se encuentra en otro lugar.

 

Los restos de muchos de ellos han sido trasladados a otros lugares, como los del Gral. Vicente Guerrero, quien fue presidente y organizador del partido yorkino, que agrupaba a los masones que no eran escoceses, y que ahora reposan en la Columna de la Independencia; así como los del Gral. Ignacio Zaragoza, trasladados a Puebla, pero sus sepulcros, quedan en este lugar verdaderamente sorprendente, y que se yergue como el panteón de la República.

 

Twitter: @racevesj