Mucho hemos oído en los pasados meses sobre ahorros en el gobierno. Empezamos con el concepto de “presupuesto base cero” y de ahí como hilo de media se ha ido corriendo la idea de austeridad y ha recaído principalmente en la Cámara de Diputados y en los partidos políticos.
- El PRD en la Cámara de Diputados anunció que no aceptaría seguros de gastos médicos mayores… son 61 diputados; si, como dice el coordinador de la bancada del PRD la Cámara de Diputados eroga 161 millones de pesos en seguros y 61 diputados renuncian a ellos el ahorro es de unos 19 millones y medio.
- Pocos días después otra diputada del PRD dijo que se quitarían los celulares públicamente, pero después fue a preguntar a la Cámara si les podían dar el dinero en efectivo para cada quién pagar su celular… puras cortinas de humo y búsquedas de aplauso fácil.
- El PRI anunció en la misma Cámara que se reducirían el 50% del presupuesto de los órganos directivos (la Junta de Coordinación Política y la Mesa Directiva) y que con ello lograrán ahorra unos 150 millones de pesos al año.
- También se ha hablado bastante de la reducción del presupuesto a partidos políticos.
Entiendo perfectamente que la imagen de los partidos políticos y de los diputados es muy mala y que este tipo de anuncios generan cierta simpatía pero hablando en términos reales cuál es el ahorro, partiendo de la premisa de que la Presidencia de la República gasta 20 millones de pesos diarios en contratar publicidad (comerciales de TV, Radio, Publicaciones e Internet):
- El gran ahorro anunciado por el coordinador del PRD en los seguros de gastos médicos mayores no equivale ni a un día de comerciales del presidente.
- El ahorro propuesto en los órganos directivos de la Cámara de Diputados no llega ni a diez días al año de comerciales y publicidad del gobierno federal.
Para lo único que sirven las acciones anunciadas es para que uno se dé cuenta de los expendios inútiles de los otros poderes. Un gran ahorro para el Poder Legislativo es renunciar a unos mil millones de pesos en tres años; el Poder Ejecutivo, sólo en un año llega a gastar 24 mil millones de pesos en difusión de su imagen.
No existe un diputado o un servidor público de elección popular que gane lo que gana un juez del Poder Judicial. La Cámara de Diputados completa no debe de costar lo que gasta el Gobierno Federal en publicidad o lo que gasta en organizar viajes al extranjero con comitivas que incluyen familiares, amigos y hasta peinadores o maquillistas.
Como bien dijo el coordinador de los diputados del PAN Marko Cortés: Los mexicanos no necesitamos ver más propaganda del gobierno; necesitamos hospitales con doctores y medicinas, necesitamos escuelas en buen estado y sin carencias mayores…
Básicamente necesitamos gastar el dinero donde se requiere y que los diputados y partidos dejen de buscar la nota fácil ofreciendo cacahuates a la opinión pública: ¡Hagan su trabajo! Y encuentren en realidad cuáles son los rubros en donde se gasta más y sirven para menos.