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Cuentas poco claras

En el combate de la corrupción el gobierno de Andrés Manuel López Obrador está en déficit. | José Luis Castillejos

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Escrito en OPINIÓN el

Andrés Manuel López Obrador no cumplió con denunciar para encarcelar a quienes saquearon México e, incluso, convive con algunos como el Senador Manuel Velasco Coello quien dejó millonarias deudas a proveedores en Chiapas.

Nadie olvida la afrenta en el olvidado Chiapas. Aquí proveedores de medicamentos, dueños de laboratorios, constructores, maestros interinos, entre otros, siguen esperando justicia.

El gobierno de Manuel Velasco Coello les quedó debiendo a muchos varios millones de pesos que se hicieron humo en la Secretaría de Hacienda de Chiapas donde, literalmente, desaparecieron el dinero.

Quienes quisieron recuperarlo enfrentaron un calvario. Algunos quebraron por adeudos con bancos, otros empresarios tuvieron que rematar sus propiedades para atenuar la crisis financiera de la que no se reponen.

A menos que él no lo supiera o dejara hacer o estuviera coludido, Manuel Velasco Coello desempeñó un gobierno cínico, en el que se enriquecieron sus amigos, quienes de la noche a la mañana compraron ranchos, construyeron hoteles y grandes mansiones.

A los empresarios de la industria de la construcción –actualmente en quiebra– se les recibió sus facturas pero no se les pagó y cuando pretendieron cobrar, ya casi al término del mandato de Velasco, el abuelo de Velasco Coello, Fernando Coello, pedía 30 por ciento de comisión por interceder ante la Secretaría de Finanzas.

Velasco Coello fue gobernador del estado de Chiapas desde diciembre de 2012 hasta el 29 de agosto de 2018 y sustituto de él mismo desde el 4 de septiembre 2018 hasta concluir el mandato Constitucional, este último por licencia en el Senado.

Ha sido Diputado Local, Diputado Federal y Senador de la República por el estado de Chiapas. Es nieto del médico y exgobernador de Chiapas Manuel Velasco Suárez en cuya administración al igual que en la de su descendiente se saqueó la selva Lacandona.

Ahora el  nuevo gobierno de Chiapas se las está viendo negras para poner orden en uno de los Estados más pobres del país.

Actualmente afronta los pasivos económicos y políticos que le dejó el ex mandatario Manuel Velasco Coello.

Hay deudas a maestros, proveedores, transportistas, ganaderos, empleados públicos y falta de recursos a las instituciones de salud, esto solo es parte del desorden que dejó el “Güero” Velasco Coello quien financió parte de la campaña política de Andrés Manuel López Obrador quien ahora ya le ha perdonado sus andanzas.

Durante su administración se dejó que avanzara la invasión a tierras y que se generara un clima de inestabilidad en el Estado que aún no logra ser superado.

Chiapas ha padecido escandalosos desgobiernos. Unos peores que otros y Velasco Coello se encargó de sepultar a Chiapas, una de las más depauperadas entidades del país.

Si le escarban un poco, Velasco Coello la puede pasar mal e ir a dar a la cárcel pues hay tal desorden financiero que no aguanta una auditoría de la Federación.

En las condiciones actuales, Chiapas es inviable. Las finanzas están quebradas, hay un galopante desempleo y el comercio está muerto. Del campo, ni hablar.

Al gobernador de Chiapas, Manuel Velasco Coello no le molesta que le hagan memes, que lo llamen corrupto, que digan que es gay, que hablen mal de su abuelo o que se diga que su madre es accionista de la comercial Plaza Ámbar.

Lo único que sí le irritaba hasta sacarlo de sus casillas es que lo vincularan al cantante Julión Álvarez a quien le congelaron sus cuentas y empresas por supuestos nexos con el crimen organizado.

Al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, no le interesa el futuro de Chiapas. Tan es así que se le ve abrazado, en fotos, junto al ex gobernador chiapaneco Manuel Velasco Coello, principal responsable político del supuesto robo descarado.

Los chiapanecos son de la opinión de que se meta preso al principal saqueador y que se someta a juicio político, y se le retire del Senado de la República.

¿Pero cómo lograrlo cuando AMLO y el presidente del Senado, Ricardo Monreal Ávila, apañan y apapachan al ex mandatario chiapaneco que hoy goza de lo obtenido en los últimos seis años de gobierno?

Velasco incumplió con la reconstrucción de viviendas y escuelas dañadas por el sismo del 7 de septiembre del 2017, dejó en ruinas los servicios públicos de salud, deudas a sus trabajadores en ese sector y a los proveedores y prestadores de servicios e insumos, según la queja de la Asamblea Estatal Democrática (AED).

El saqueo fue tal que dejó con deudas a los maestros interinos; provisionales 2015; idóneos 2016 y 2017 y a los docentes del Telebachillerato Comunitario.

Para los empobrecidos chiapanecos resulta indignante ver todo el poderío económico que hoy tiene el ex gobernador, su camarilla, su abuelo Fernando Coello Pedrero y su madre, Leticia Coello de Velasco.

Si realmente se audita a la administración de Velasco este terminaría con sus huesos en la cárcel de El Amate, en el municipio de Cintalapa, Chiapas. Está documentado un escandaloso caso de corrupción: una carretera en Arriaga de 18 millones de pesos de cinco kilómetros que supuestamente ya habían terminado y se pagó y no tenía ni un kilómetro de realizado. La presión llevó a concluirla, pero hay dudas sobre su precio real.

Esas cuentas poco claras mantienen a los chiapanecos molestos, irritados y reclaman justicia.

Nadie, sin embargo, les hace caso.