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Cuarentena

Con suerte saldremos fortalecidos de esto, o en el mejor de los casos, tendremos una mejor sociedad después de la crisis. | Ulises Castellanos

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Escrito en OPINIÓN el

Ni modo, tal como lo adelantamos la semana pasada en este mismo espacio, la cuarentena llegó a México para quedarse un rato. Con ocho muertos en territorio nacional y 475 infectados oficialmente, el gobierno federal anuncia su cierre general, dejando activos sólo los servicios vitales y recomienda quedarse en casa.

Sin embargo, como en toda actividad humana, las visiones diversas chocan entre sí. Apenas el gobierno anunciaba las nuevas medidas y sus recomendaciones sanitarias, cuando me encuentro a la mujer de esta imagen en pleno corazón de la capital mexicana, llamando a evitar el pánico y sugiriendo que nada hay que hacer frente al virus, que si nos toca, pues nos tocaba y ya.

Así es, Julia, la señora de esta fotografía que tomé al final de la calle Madero en el centro histórico de nuestra ciudad, refleja la otra cara de la pandemia. La de los que no creen en la letalidad del virus o no quieren quedarse en casa. A cada rato hay nuevas voces, que también alertan sobre los peligros económicos del aislamiento general.

Es curioso, pero mientras el coronavirus domina la agenda mediática, los temas que nos traían asolados en México, desaparecieron frente a la sensación de muerte inminente. Hoy cualquier lector que se asome a esta columna, podría estar muerto la próxima semana. Incluso quien esto escribe.

Nada mueve más a la sociedad que el miedo a la muerte, todo lo demás pasa a segundo plano, ¿quién habla hoy de violencia de género? ¿Dónde están las notas sobre ejecuciones del crimen organizado? ¿Quién escribe ahora de proteger a los perritos? ¿Corrupción? ¿Elecciones? ¿Chismes de la farándula? ¿Resultados deportivos? o ¿Novedades del espacio? Nada, nadie. Todo ha quedado bajo la sombra del virus.

Y no es para menos, aunque las cifras en México al corte de esta columna no son alarmantes aún, comparado con los datos de China, Italia o España entre otros, todo apunta a que las cifras despegarán en cualquier momento. A nivel global, ya han muerto alrededor de 20 mil personas. En nuestra América Latina, el país más golpeado es Brasil con 59 muertos.

Y aunque se recomienda cuarentena, es obvio que a pesar de lo que creemos en México, nosotros no somos parte del club del primer mundo, jamás llegaremos a superar un 20% de actividades en modo “Home Office” eso sólo aplica en el corredor Coyoacán-Del Valle-Condesa-Polanco, o en ciudades como Monterrey y Guadalajara. Todos los demás seguirán en la calle, en la oficina, o viajando en metro y microbuses; miles de mexicanos seguirán madrugando para colocar sus puestos ambulantes en cualquier esquina, aunque no haya a quién venderle. Porque de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) levantada en el último trimestre de 2018, la economía informal en nuestro país, representa casi una tercera parte del Producto Interno Bruto (PIB). Así de claro pues.

Basta caminar por el centro de la ciudad para ver a cientos de personas, empujar sus diablitos, echar quesadillas con los cuates, vender ropa o reparar celulares en la banqueta, para darnos cuenta que la mayoría de nuestros compatriotas, no podrá “guardarse” porque “viven al día”, y si ellos “paran” totalmente, primero se mueren de hambre que de una gripa. 

Así que ubiquémonos, efectivamente, todo el que pueda quedarse en casa y estudiar o trabajar desde ahí, sin perder ingresos, pues que lo haga; el resto seguirá en la calle porque de cualquier manera todos, al final estaremos contagiados y los pronósticos dicen que más del 95% sobrevivirá al coronavirus. Lo único que en realidad estamos haciendo con la distancia social es ralentizar el contagio masivo y salvaguardar el sistema hospitalario de nuestro país, que no es poca cosa, pero eso es todo.

La cuarentena salvará vidas, pero golpeará la economía nacional, habrá pérdida de empleos, y un fuerte freno al crecimiento económico del país. Será una cosa por otra, hasta que pase la emergencia. 

Hace poco más de 100 años, en 1918 nuestro país fue golpeado por la “influenza española” que se cobró entre 300 y 500 mil vidas sólo en México. Aquella pandemia duró seis meses y a nivel global se llevó a 50 millones de personas en el planeta. Quizás ahora, no lleguemos a éstas cifras en el México del siglo XXI; pero por si las dudas, mejor cuidémonos, protejamos a los nuestros y hagamos patria, evitando aglomeraciones, compras de pánico, cerco total a las fake news en redes y con suerte saldremos fortalecidos de esto, o en el mejor de los casos, tendremos una mejor sociedad después de la crisis, y claro, ya volveremos a discutir tonterías en twitter, en cuanto se nos olvide el covid-19. 

Así somos.