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Cuando pierden las Chivas el imbécil soy yo: Vergara

En algún momento se habló del descenso de las Chivas y que eso podría convertirse en un problema de seguridad nacional.

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Escrito en OPINIÓN el

Jorge Vergara dice que su vida no cambió mucho al hacerse millonario, aunque hoy su fortuna está un poco decaída por los problemas que tiene con Angélica Fuentes.

           

"Mi vida no ha cambiado mucho. Cambió cuando llegó Angélica, pero la mía, en lo personal, cuando empecé, no cambió mucho, la verdad de las cosas, tenía muy claro lo que tenía que perseguir, lo que sí cambió es cuando entré al futbol. Mi vida privada dejó de ser privada, se volvió pública. Obviamente afectó a los hijos, a la familia; tienes muchas afectaciones, pero a final de cuentas era un precio que estaba dispuesto a pagar".

 

Durante una entrevista con Forbes, además de platicar de su empresa Omnilife, de negocios y de sus detractores, charlamos de futbol. De su equipo, las Chivas.

 

Dice que la principal razón por la que compró al equipo es que se preguntaba cómo lograr cambiar al país a través de ídolos mexicanos. Además de que estaba enterado de que algunos americanistas se querían llevar el equipo de Jalisco.

 

"Los niños se identifican mucho con los jugadores, si logras crear 11 chicharitos en la cancha, ídolos, podemos influir en la cultura muy rápidamente", dice durante la charla.

 

Dice que el Chicharito no es casualidad, fue diseñado. Debe demostrar seguridad en sí mismo, actitud, motivación, sensibilidad, humildad, trabajo. "Esa es la actitud que tratamos de moldear en Chicharito".

 

Recuerda que en algún momento, mientras Javier Hernández jugaba en el Real Madrid y no lo metían a la cancha, Vergara le ofreció regresar a México, a las Chivas. El delantero dijo que no, que tenía que triunfar en Europa antes de volver.

 

Le hacemos notar que en algún momento se habló del descenso de las Chivas y que eso podría convertirse en un problema de seguridad nacional.

 

"Por ahí me comentaron eso", acepta. "Por ahí un político me comentó. Yo no creo que llegara a tanto, se iba a convertir en un problema de seguridad para mí. Para mí, seguro, me hubiera tenido que ir a vivir a otro país por un rato. Porque me hubieran colgado del asta mayor. Porque cuando ganan yo no tengo nada que ver. Cuando pierden, el imbécil soy yo".

 

Aunque sí, considera que lo que le pasa a su equipo de futbol influye en el ánimo nacional.

 

"Chivas influye en el país, es un hecho. Si ganamos, el lunes es más productivo que si perdemos. Obviamente si descendía se convertía en un problema de ánimo".

 

Reitera que sí, hubiera sido un descalabro para los mexicanos. "Al final, 27 millones de personas siguen a las Chivas".

 

- ¿Todavía tiene su avión?

 

- Sí claro, todavía, aunque le cueste trabajo a algunos aceptarlo. Que ni es tan tan como creen. El otro día leía en algún periódico, que dice que tengo el noveno avión del mundo, yo digo que se informen bien, porque soy como el 2000. No pusieron el de Abrahamovich, que costó más de 450 millones de dólares. ¿Por qué? Se compró un Airbus 360 en 350 millones de dólares y le metió 130 millones de dólares para remodelarlo. O sea, un avión para 600 personas lo hizo para 25 o 30 cuates, ya te imaginarás cómo está por dentro. Y tiene cuatro el desgraciado, o sea, y no lo ponen en la lista. Tiene un 737, un 767 y otro más.

 

Al hablar de aviones, Jorge Vergara cuenta una historia que pocos saben:

 

 "Fíjate lo que son las lenguas. El primer avión que yo compré, cuando decían que ya era yo millonario, que cómo le había hecho, me costó 140,000 dólares, un jet.

 

"Resulta que mando a mi hermano a buscar una avioneta, para andar por todos lados, porque andaba en comercial y era una chinga andar en comercial, llegaba tarde a los eventos, ya sabes”.

 

"Le dije, cómprame un bimotor de 120,000 dólares, que es lo que tengo ahorrado, para no tener que pedir prestado, porque no me van a prestar. Un día me habla de Houston, me dice, oye aquí hay un avión guardado en un hangar, de Bank of America que tiene seis años guardado. Los aviones hangareados cuestan más baratos, porque tienen más fallas.

 

"Cuesta 140,000 dólares, un jet", le dijo su hermano.

 

"¿Qué opinas, le entramos o no le entramos?".

 

"¿Qué puede pasar?", preguntó Jorge Vergara, y su hermano le explicó: "Que lo compres y tengas que meterle un dineral de reparaciones y no tengas la lana, o que lo compres y salga de pocamadre.

 

"Nos va a salir de pocamadre, cómpralo. Lo compramos y con 20,000 dólares lo dejamos perfecto”.

 

"Me costó 160,000 dólares un jet y todo mundo dijo este wey ya se volvió loco, está comprando un avión de millonario, no sé qué. Lo usé 4,000 horas de vuelo. A Sudamérica hacía seis paradas; para llegar, cada tres horas tenías que bajar a tomar gasolina. Hay muchos mitos de gente que cree que comprar un avión es a fuerzas para millonarios, me costó 150,000 dólares”.

 

"El segundo avión que compré, vi un Grumman 4 y dije: Ya quiero uno de estos. Empecé a preguntar cuánto valían y comencé a ahorrar el dinero. Me costó tres millones de dólares”.

 

"Así le he ido haciendo con las cosas, pero estos mitos urbanos de que necesitas ser millonario, pues tampoco. El que dicen que es el noveno del mundo es el Embraer, tenemos uno".

 

@takaink