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¿Cuándo fue la primera vez doctor López-Gatell que…?

El epidemiólogo, en su fallida gestión contra el covid, ha dejado de lado a la ciencia para ver por sus aspiraciones políticas. | Lourdes Mendoza*

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Escrito en OPINIÓN el

Su comparecencia inició como su gestión de la pandemia, con indecisión. En el pleno no sabía dónde discursar, si desde el pódium o desde la mesa del presidium. Como en su fallida gestión, donde ha dudado si hacerle caso a la ciencia o a sus aspiraciones políticas, pues para saciarlas tendría que traicionar a la primera.

Lo que Hugo López-Gatell debió haber dicho en el Senado

“Senadoras, Antes que nada muchas gracias por sus observaciones. Los comentarios del Senado de la República son realmente valiosos y ayudan a enriquecer nuestro trabajo como servidores públicos.

Iniciaré respondiendo a las preguntas y aclarando algunas cifras que me plantearon.

Si se requiriera una explicación más amplia, con gusto me pongo a sus órdenes en mis oficinas o nombro a una persona de toda mi confianza como canal de comunicación con ustedes.

Por supuesto, no quiero comenzar sin expresar mis más profundas condolencias a los familiares de las decenas de miles de pacientes que lamentablemente han fallecido en esta pandemia. Nuestras simpatías y nuestro mensaje de que no cesaremos hasta que ningún mexicano muera por covid-19…”.

Este era el comentario decente. El comentario de un profesional. El comentario que no dio.

En su lugar, prefirió:

1.- Decir lo orgulloso que estaba de querer agradar a su presidente.

2.- Hablar de los “logros” de la 4T y por qué su movimiento es necesario para México.

3.- Insultar y ser condescendiente con los senadores (en su propia casa), hablando de disonancia cognitiva.

4.- Dejando claro que solamente existe su verdad… y los del resto están equivocados.

Por cierto…

No debemos dejar pasar, y menos dejar por escrito y documentado, que López-Gatell, se retiró el cubrebocas, de forma brusca y errónea, tirándolo de la parte anterior y sacudiéndolo con fuerza, omitió usar gel, y posteriormente tocó innumerables veces el micrófono y las estructuras del pódium. Como sabemos nunca debe retirarse una mascarilla jalándola de su parte frontal, pues ahí se acumulan la mayoría de los gérmenes, y posterior a su retiro siempre es obligatorio el lavado de manos.

Paradójicamente, en su intervención posterior subrayaría que todo el personal de salud en México no tenía formación alguna en bioseguridad, esto con el afán de adjudicarle a ello que seamos el primer lugar en el planeta en cuanto a casos de contagios y muertes dentro del personal de salud.

Sus primeras diapositivas son el cimiento de los pretextos, nos describe con una tasa alarmante de obesidad, con hipertensión y diabetes. Sin embargo, países con mayor población como Bangladesh y tasas similares de diabetes mellitus tipo 2 sólo tienen 5593 muertos. Dicho sea de paso, según datos de la Dirección General de Epidemiología, recabados por la UNAM, hay más de 21 mil muertos sin una sola comorbilidad. Es decir, esta sola cifra supera las muertes por país, de 180 naciones. Países muy poblados con similar nivel de desarrollo al nuestro (Tailandia, Vietnam) han tenido mortalidad muy inferior a la de México. ¿Qué han hecho ellos bien? ¿Qué podríamos aprender de ellos?

Pero ¿las camas vacías son un buen indicador?

Con el número de fallecidos a finales de septiembre, México llegó a 597 muertes de covid-19 por millón de habitantes, Italia tiene 594. En Italia no hubo camas disponibles en el pico de la pandemia, aquí siempre las ha habido. La estrategia de tener “camas” ha sido otro fracaso. Mueren en casa la mayoría. Esto explica por qué somos de los primeros tres lugares del mundo con exceso de mortandad. Increíble que nueve meses después sigan con la propaganda de sus camas disponibles, como si el fin fuera tener camas disponibles, como si el mueble libre valiera más que la vida de los mexicanos.... caray. Ah, y qué tal que el senador del PT, Zamora Guzmán, erróneamente cita como un éxito que México sea el sexto lugar de muertes per cápita, detrás de Perú, Bolivia, Brasil, Chile y Ecuador.

La cifra oficial que está en el III Boletín de exceso de mortalidad, no incluye cuatro estados, aun así la cifra oficial es de 159 mil 127.

El exceso de mortandad, según cifras oficiales es del 58.4% más hasta el 29 de agosto, en comparación con el 2019.

Preguntas humanas, desde que comenzó el covid…

¿Cuándo fue la primera vez… doctor López-Gatell?

¿Cuándo fue la primera vez que vio a un paciente? ¿Cuándo fue la primera vez que tocó a una persona con ánimo o intenciones de curarla? ¿Recuerda la cara del primer anciano que vio morir? ¿Quién fue la mamá del primer niño que atendió de algo? ¿Recuerda lo que es ver nacer a un ser humano? ¿Se ha detenido alguna vez a atender heridos de un accidente en la carretera?

No es fácil dejar de ser médico. No es fácil dejar el dolor humano a un lado. No es fácil deshumanizar las vidas y convertirlas en cifras.

¿Cuándo fue la primera vez, Dr Gatell, que decidió ya no ser y sentir como un médico?

*La columna de Lourdes Mendoza Peñaloza se publicó originalmente en El Financiero, reproducida aquí con la autorización de la autora.   

Lourdes Mendoza Peñaloza es una periodista mexicana especializada en finanzas, política y sociales, con más de 20 años de experiencia en medios electrónicos, impresos, radio y televisión.