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Crónica catalano-purépecha III

Decir sin decirlo. | Elvira García Mora

Por
Escrito en OPINIÓN el

Barcelona, España. Breve aclaración: las crónicas catalano-purépechas son una secuencia de relatos de experiencias y reflexiones vividos en primera persona que comparto para tratar de explicar cómo veo México como mexicana residente en Cataluña. El eje de estos escritos son la lengua y cultura tanto catalanas como purépechas, esta última para hacerme presente a mí misma mi tierra: Michoacán, “lugar junto al agua” en purépecha (INAFED, 2018).

El aprendizaje de la lengua catalana es un proceso largo, aun cuando se desarrolle dentro de Cataluña. Según la distribución de los cursos del Consorci per a la Normalització Lingüística, para alcanzar el nivel avanzado se requieren poco más de cuatro años. Entonces, después de dos años de estudios, entre el hecho de quedarme sin grupo, el cansancio y la impaciencia, me decidí por un curso intensivo de verano. Pero, realizar este tipo de cursos mientras se trabaja es duro, ya que implica además de las horas de estudio y de traslado, las horas de tareas. Fue agotador, pero ya está hecho. Ahora puedo escribir sobre esto con tranquilidad, porque tampoco fue sencillo acceder a él. Debido a que se redujo el número de asistentes del grupo con el cual llevaba cursando más de año y medio, ya no fue posible seguir en el mismo centro de estudios. Entonces, era necesario estudiar por mi cuenta para presentar los exámenes que anualmente organiza la Generalitat de Catalunya para validar oficialmente el nivel que estaba estudiando. Y aquí otro detalle tan importante sobre la conservación de la lengua catalana: la acción del gobierno catalán, la exigencia de un certificado oficial de dominio de la lengua y por lo tanto, la numerosa asistencia a estas convocatorias.

Cumplidos los requisitos me pude integrar en el curso intensivo. En este nuevo nivel, aunque los contenidos nuevos son escasos, es amplio el análisis de la gramática, la fonética y la ortografía. En mi personal disfrute por el orden y la lógica, fue un curso donde encontré razones para la posición de los dos tipos de acentos, a los cambios de grafías y demás. En otra de las crónicas había mencionado la constante inmersión en los usos y las costumbres catalanas por medio del estudio del catalán y, en este curso se acentuó. Fue muy interesante tener como objetivo el conocimiento de frases fetes de la cultura catalana, que son aquellas oraciones cortas que hacen referencia a una idea diferente a su significado literal. Por una parte, lo encontré necesario para la interpretación de la lengua oral, ya que es indispensable para darle sentido a una conversación. El tener un léxico nutrido resulta inútil para dar sentido incluso a la lectura de un texto escrito o un programa de televisión si se desconocen estas frases fetes. Me pasó cuando leía la columna de opinión de La Veu de l’Anoia (La Voz de la Anoia) donde se criticaba la poca acción de los políticos, me encontré en la redacción mentre pantinen el gat (mientras peinan al gato); por el contexto intuí que era como decir mientras se hacen patos. Y en la investigación que realicé para esta participación encontré la frase setmana dels tres dijous (semana de los tres jueves), que se utilizó para hacer referencia a ‘algo imposible’ en el doblaje de una película por parte de la televisión pública catalana TV3.

Las similitudes con el castellano son muchas, así que hay un buen número de frases fetes que al ser traducidas nos remiten a las que utilizamos en México y no necesitamos indicar la idea a la cual se refieren. Por ejemplo: estar en la lluna (estar en la luna), trencar el gel (romper el hielo), mitja taronja (media naranja), rentar-se les mans (lavarse las manos), treure de polleguera (sacar de quicio), agafar la paella pel mànec (tomar la sartén por el mango), estar amb l’aigua al coll (estar el agua hasta el cuello), fer el seu agost (hacer su agosto), pagar el plats trencats (pagar los platos rotos)...

Algunas de las frases fetes tienen una frase equivalente en el castellano, es decir, aunque su traducción sea diferente, su significado es igual al de otras. Es el caso de:

- En un tres i no res (En un tres y nada) = En un dos por tres

- Ficar la cullerada (Poner la cucharada) = Meter tu cuchara

- Beure oli (Beber aceite) = Meter la pata

- Fer l’ànec (Hacer el pato) = Colgar los tenis

- Haver-hi roba estesa (Haber ropa extendida) = Haber pájaros en el alambre

Por otra parte, existen frases que acentúan la diferencia entre la cultura catalana y la nuestra. Son aquellas cuya traducción se puede considerar muy alejada de la idea a la cual se asocian, pero que hacen una clara referencia a las costumbres locales. Hago una lista de aquellas que me resultaron curiosas:

- Haver-hi quatre gats (Haber cuatro gatos): haber poca gente

- Venir de l’hort (Venir de la huerta): no estar al tanto de lo que pasa

- Tindre mà esquerra (Tener mano izquierda): saber hacer o decir las cosas con diplomacia

- Fer calaix (Hacer cajón): tener buenos ingresos

- Aixecar la camisa (Levantar la camisa): engañar

Con estos significados se tiene en cuenta la idiosincrasia del catalán. Como en la frase hi havia quatre gats (había cuatro gatos), con la cual se menciona la poca asistencia de un evento, me di cuenta de la concepción que tiene mi marido (mi catalán favorito) sobre los gatos. Él dice que los gatos son una especie de animal que se reproduce con facilidad, por lo cual existen muchos de ellos en las calles. Esto es diferente en México, donde se diría, según esta idea: había cuatro conejos.

Otro día continuamos, espero no haber hecho el melocotón (haver fet el préssec), es decir, haber hecho el ridículo. Diosï meyamu (“muchas gracias”, en purépecha) y fins aviat (“hasta pronto”, en catalán).