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Crisis por agua: el futuro está aquí

Según el World Resources Institute, la CDMX es la primera en la lista para sufrir una gran catástrofe por falta de agua, a corto plazo. | Joel Hernández Santiago

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Escrito en OPINIÓN el

Estamos a punto de la catástrofe. ¿O ya estamos en ella? De hecho cada día que pasa es más notable. Cada día es más necesaria y está ausente. Es como si de pronto descubriéramos lo que siempre debimos saber; lo que estaba a la vista siempre y se nos advertía: el agua, nuestro elemento indispensable para tener una vida decorosa y digna: el agua se acaba.

Y que sirva de ejemplo, uno sólo de miles hoy en México: de pronto, hace apenas unas semanas, los habitantes del municipio de Metztitlán, en el estado de Hidalgo, observaron con azoro cómo la Laguna de Metztitlán disminuía su volumen; y ocurría cada vez más cada día; de pronto aquella laguna que había sido su orgullo y su sustento bajó a niveles mínimos. 95 por ciento del agua se había desaparecido y partes importantes de las 581 hectáreas estaban secas, agrietadas...

La tragedia ya está ahí, y lo único que queda es esperar que llueva para recuperar el líquido perdido por el estiaje. El año pasado llovió muy poco y nada en lo que va de 2020.

Este año se predice como seco, lo cual dañará de forma dramática el ciclo agrícola (el año pasado hubo una pérdida de 26 mil hectáreas de frijol y maíz en la Huasteca); y dañara asimismo la subsistencia de 120 pescadores de cuatro comunidades. La angustia comienza a hacer estragos entre la gente de ahí y ya piden ayuda oficial...

¿A qué se debe esto? Según Marco Antonio Moreno, de la Sociedad Ecologista Hidalguense, “esto es parte del cambio climático, y la sequía que ha afectado al estado en los ríos de la sierra hidalguense”.

Y lo dicho, esto es sólo un ejemplo de lo que ya ocurre en otras entidades de la República y muy particularmente en la Ciudad de México...

En la capital del país cada día es más frecuente que no haya agua por días o semanas en tal o cual alcaldía o colonia y que se tengan que abastecer de forma irregular. Y cada vez –también- es muy frecuente que sucedan manifestaciones de vecinos, y bloqueos en calles y avenidas por la exigencia de agua que no les llega, en tanto las autoridades argumentan falta del líquido o ‘problemas en los pozos de abastecimiento o en el Cutzamala’.

En general la falta de agua para consumo y uso doméstico es crítico en gran parte del país. Esto, según expertos es a causa de la sobreexplotación, contaminación, mal uso de las fuentes de agua; la mala calidad en que se encuentran los acuíferos...

“Cuando una población no tiene acceso al agua potable, tampoco puede ejercer otros derechos, como la vivienda digna, salud o educación, pero además también afecta a la industria y, por lo tanto, las fuentes de empleo, pues es uno de los insumos más elementales de cualquier actividad económica, mientras que en el ámbito político, el escaso acceso al agua se ha convertido en una fuente de conflictos entre comunidades...”

Esto hace que, según el libro “El agua en México”, “la Fundación Friedrich-Ebert-Stifung, 12 millones de mexicanos no tienen acceso al agua potable y 80 por ciento de los cuerpos de agua están contaminado con descargas industriales”.

Hay una grave escasez de agua en Ciudad de México, en promedio cada persona gasta 366 litros diariamente, mientras que la Organización Mundial de la Salud estableció que la cantidad mínima de agua que una persona necesita para poder vivir dignamente es de entre 20 y 50 litros diarios: para beber y cocinar, aseo personal, baño y limpieza doméstica.

Según la misma investigación, el doctor Carlos López Morales, de El Colegio de México, dice que “en 2016 del total de demanda nacional, 33 por ciento ocurre en el Valle de México y en la región norte del país, 57 por ciento en la región centro, mientras que el sur demanda sólo nueve por ciento y que los usos del agua se distribuyen en 76 por ciento a los campos agrícolas, 14 por ciento al uso doméstico y público, 4.4 por ciento para la industria abastecida y 4.7 para la generación de energía termoeléctrica”

Según reporte del INEGI: “Por la falta de acceso fácil al agua limpia, muchas comunidades quedan condenadas a la pobreza, y los más afectados resultan ser los niños, porque cada día mueren 800 a causa de la diarrea provocada por aguas contaminadas, falta de servicios sanitarios y escasez de agua confiable”. Y esa ‘falta de confianza en la pureza del agua’ hace que los mexicanos ingieran cada vez más agua embotellada, con lo que de alguna manera se privatiza su consumo.

Y según el World Resources Institute en Estados Unidos, una razón por la que pronto habrá una crisis por falta de agua en el mundo se debe al cambio climático, se debe al desperdicio del agua, al descuido en la infraestructura, a la mala calidad del agua para consumo, a la no búsqueda de alternativas y soluciones eficientes, a la falta de ahorro del líquido para casos de sequía...

Y esto hace, según esta organización, que la Ciudad de México sea la primera en la lista para sufrir una gran catástrofe por falta de agua, a corto plazo.

En su excelente libro “El agua o la vida”, su autor, J. Jesús Lemus ya lo advierte en una serie de ensayos periodísticos muy rigurosamente documentados: “Hace años se temía que las guerras venideras fueran por el agua: el futuro nos alcanzó. Hoy, en México, hay 916 batallas por el agua: gobierno, empresas y delincuentes se han movilizado contra las poblaciones y los activistas en busca de su bien más preciado”: el agua.