El cierre de empresas, el creciente desempleo y la disminución salarial pondrá en jaque a miles de deudores e instituciones financieras.
Se estima que la pérdida esperada de la banca sólo para tarjetas de crédito ascenderá a 43 mil millones de pesos, mientras que los dueños de cerca de un millón de plásticos podrían caer en moratoria, es decir, dejarán de pagar por tiempo indefinido.
La cada vez más cercana crisis de pagos pondrá en riesgo la continuidad de algunos intermediarios de menor tamaño. Incluso, hay indicadores que despertaron la preocupación de algunas autoridades y de analistas.
De acuerdo con cifras de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) hay entidades que en los últimos meses han visto disminuir su índice de Capital y el Coeficiente de capital fundamental.
La emergencia sanitaria por covid-19 y la crisis económica por la que atraviesa el país llevó a que 3.3 millones de tarjetahabientes se apegaran al programa de reestructura con los bancos; lo mismo ocurrió con 3.3 millones de préstamos a la micro, pequeña y mediana empresa, un millón de créditos personales, 800 mil de nómina y alrededor de 300 mil financiamientos hipotecarios.
Si bien los esquemas de apoyo generaron un alivio temporal para los clientes, la situación económica del país no mejora y por el contrario, se anticipa una nueva ola de cierre de empresas ante la falta de estímulos y apoyos gubernamentales.
Hace apenas dos semanas, la Secretaría de Hacienda y la CNBV anunciaron un mecanismo de apoyo a deudores que incluía una reducción del 25% de sus mensualidades, una ampliación en el plazo de su deuda y una baja en la tasa de interés que originalmente se contrató.
Sin embargo, algunos intermediarios se manifestaron en contra del esquema y solicitaron un ajuste que ya aceptó la CNBV, bajo el argumento de evitar un daño en la salud financiera de las instituciones.
Pero los especialistas afirman que la disminución de beneficios tendrá un efecto negativo en la liquidez de los deudores, principalmente en los de tarjeta de crédito quienes no cuentan con los recursos para pagar.
Incluso, cuando buscan apegarse al programa de apoyo, uno de los requisitos que imponen algunas entidades es ponerse al corriente en sus pagos, lo que resulta imposible para la gran mayoría de los préstamos de tarjeta y empresariales.
Lo que es innegable es que en las siguientes semanas se verá un incremento en el índice de morosidad de prácticamente todos los segmentos del mercado, en particular de tarjetas de crédito.
La rebelión de los fideicomisos
Luego de la desaparición de más de 100 fideicomisos y fondos del gobierno federal, la figura de Mario Delgado quedó más debilitada que nunca, ya que el coordinador de Morena en San Lázaro, se enfrentó a serias dificultades por sacar adelante la iniciativa que semanas antes había pedido el presidente López Obrador.
Esta dificultad para cumplir con la petición del Jefe del Ejecutivo puso en evidencia las fracturas y divisiones que hay al interior del partido y la dificultad por imponer una agenda de recortes presupuestales de alto impacto social, que ni los mismo legisladores de Morena están dispuestos a asumir.
Así las cosas…