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¿Criminales carismáticos?

Criminales y delincuentes le han concedido los medios informativos tradicionales y también los modernos una gran importancia.

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Escrito en OPINIÓN el

 

La difusión del video en el que Servando Gómez, alias 'La Tuta', es asesorado por dos periodistas provoca una pregunta de enorme interés: ¿Por qué algunos criminales necesitan una estrategia de comunicación y se ocupan, con esmero, del cuidado de su imagen?

 

Hay varias razones, pero destaco tres.

 

Primera, porque comunicación y poder son dos conceptos entrelazados. Está demostrado que la mayoría de criminales son y se perciben como personajes de poder. Por lo tanto, necesitan proyectar esa imagen a través de sus acciones y símbolos para cumplir de manera más eficaz con sus actividades.

 

Segunda, por la importancia que a los criminales y delincuentes le han concedido los medios informativos tradicionales y también los modernos. A pesar de los esfuerzos por  ajustar las narrativas oficiales y mediáticas, siguen ocupando un lugar central en la agenda nacional cotidiana.

 

Y tercera, porque la exaltación que se hace de los narcotraficantes, delincuentes de cuello blanco o comunes en las películas y programas de entretenimiento les ha resultado funcional para convertirlos en personajes carismáticos y aspiracionales para muchos niños, jóvenes y adultos que, según las investigaciones, quisieran ser como ellos.

 

¿Es ético actuar de esta manera?

 

Seguro que no. Así lo han manifestado un gran número de funcionarios públicos, legisladores, medios de comunicación, ombudsmans y líderes de opinión. Sin embargo, los valores como la libertad de expresión, objetividad e imparcialidad no interesan a los criminales.

 

Como personajes de poder, también son pragmáticos.

 

Más allá de si tienen problemas psicológicos o no –o de si están conscientes que la sociedad reprueba sus acciones— saben que necesitan una estrategia de comunicación, pues es parte de su protección y defensa. ¿En cuántas ocasiones ciertos criminales han recibido apoyo y protección de personas o grupos de la población a quienes han "comprado" con promesas o ayuda directa en forma de trabajo o disfrazada de "programas sociales"?

 

Algo similar sucede cuando son capturados.

 

Los criminales aprendieron que las imágenes que se mostraban de ellos fortalecía su imagen como personajes aspiracionales. Esta fue la razón por la que en años recientes se tuvo que ajustar la forma en que se les presentaba ante los medios y cambiar drásticamente la narrativa oficial de su perfil.

 

En el mismo sentido, varios medios ajustaron sus códigos de ética.

 

Regresando al caso de Servando Gómez, lo más significativo del video referido no fue la entrega de dinero a los periodistas, sino la asesoría que recibió de ellos. ¿Consultoría profesional en comunicación política para criminales?

 

A muchos debió sorprender el hecho.

 

Sin embargo, la corrupción y la asesoría profesional no son algo nuevo. Ambas situaciones están ligadas a la historia de la propaganda desde sus orígenes. Los ejemplos sobran. Uno de los más destacados lo protagonizó Josef Goebbels, ministro de Propaganda de Adolfo Hitler.

 

Nunca fue un secreto que corrompía periodistas locales y corresponsales.

 

Goebbels daba "con mucho gusto" a los periodistas extranjeros "cuatrocientos marcos al mes y una agencia de publicidad, con fines comerciales, les pagaba otros trescientos marcos. La compañía cinematográfica U.F.A. entraba en aquella combinación por doscientos marcos". (Curt Riess. Goebbels. Mefistófeles moderno. Editorial Grijalbo).

 

En Estados Unidos, Al Capone dio otra muestra significativa.

 

En una entrevista que le hizo Cornelius Vanderbilt Jr. para Liberty, el 17 de octubre de 1931, el gánster hizo alarde de su poder y de la importancia que concedía a su comunicación e imagen personal.

 

Luego de varios argumentos irónicos y provocadores, le dijo al periodista:

 

"La corrupción campa por sus respetos en la vida a americana de nuestros días. Es la ley allá donde no se obedece la ley. Está minando este país. Los legisladores honrados de cualquier ciudad pueden contarse con los dedos [...] La virtud, el honor y la ley se han esfumado de nuestras vidas. Todos somos muy listos. Nos gusta 'salir bien librados' de lo que hacemos. Y si no podemos ganarnos la vida con una profesión respetable, nos la ganamos a pesar de todo" (Las grandes entrevistas de la historia. Edición de Christopher Silvester. El País /Ediciones Aguilar).

 

¿Alguna diferencia con Servando Gómez?

 

Tal vez no. Incluso, él se queja de la "injusta y sesgada cobertura" que le dan los medios. Sabe también que a su adversario no sólo lo enfrenta con la fuerza física y el terror que genera entre la población. 'La Tuta' cuenta, además, con una estrategia de comunicación e imagen política.

 

 

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