Entre 1988 y 1994 se implementó en varios estados del país la estrategia denominada CRÉDITO A LA PALABRA, que brindaba crédito sin garantías principalmente para la agricultura rural y en algunos casos a proyectos familiares.
Fui testigo de los beneficios que este ejercicio trajo para los productores de sorgo del estado de Morelos. Fue un programa muy exitoso, a través del cual se logró un incremento importante en la producción de este grano y en la regulación del precio a favor de los agricultores a la hora de vender. Los productores obtuvieron entre 30 y 40% más de ganancias.
En los primeros cinco años el crédito tuvo un porcentaje de recuperación superior al 95%, porque además se implementó una variante de apoyos solidarios desde las Uniones de Ejidos, lo que propició que en caso de que alguno de los beneficiarios no pudiera pagar, la directiva de la Unión se hacía cargo de apoyar a su compañero productor de manera solidaria.
Lamentablemente estos esfuerzos fueron aislados, y en la mayoría de los casos, debido a los créditos vencidos, la estrategia terminó desdibujándose, lo que trajo como consecuencia que del 2000 al 2012 el CRÉDITO A LA PALABRA prácticamente desapareciera, aunque este esquema todavía existe en algunos estados, con montos relativamente pequeños.
La historia tiene que ver con el anunció de la SHCP y la SAGARPA para crear la FINANCIERA NACIONAL DE DESARROLLO AGROPECUARIO, RURAL Y FORESTAL.
La nueva Financiera
La directora de la FAO en México, alertó recientemente que la política de distribución de subsidios al campo en el país debe de cambiar, porque éstos dejan fuera al 70% de los productores, “la idea es que las ayudas lleguen a más campesinos y evitar que el 60% de los apoyos gubernamentales se concentren en 17 mil productores, que son los que producen y exportan, mientras que los 4 millones de campesinos que viven en la pobreza, y prácticamente subsisten, sólo reciben el 0.5% de los recursos”.
Según el INEGI, en 2012 el 92.3% de las unidades agropecuarias no contaban con algún tipo de crédito. Con la Reforma Financiera recientemente aprobada, se amplía el acceso al financiamiento con un fondo inicial de 44 mil millones de pesos, incluyendo los siguientes beneficios:
Tasas de interés de un dígito: Actualmente la tasa en promedio es de entre el 14 y el 16%, y con la Reforma bajará hasta el 7% para pequeños productores. Esto implicará un ahorro del 40% en la tasa que hoy pagan.
Financiamiento con perspectiva de género: Se ofrecen a las mujeres créditos con tasa preferencial del 6.5% anual.
Apoyo adicional para pequeños productores: Se amplía el monto de crédito para este sector hasta por 230 mil pesos.
Cambio en el esquema de garantías: No se pondrá en riesgo el patrimonio de las familias del campo; la cosecha será la garantía para la obtención de créditos.
Ampliación del plazo: Para capitalizar el campo, los créditos serán de 5 a 15 años, para invertir en la compra de equipo o infraestructura, sistemas de riego, redes de frío y áreas de almacenamiento de granos.
Colaboración con la banca privada: El Estado dará las garantías necesarias para que los intermediarios financieros privados otorguen créditos en las mismas condiciones preferenciales de la Financiera Nacional de Desarrollo.
La corresponsabilidad
La nueva Financiera deberá asegurarse de que los créditos lleguen a quien realmente los necesita y que el recurso no se quede en la red de intermediarios que pululan alrededor de las dependencias. Pero lo más importante será la corresponsabilidad de los beneficios para que el crédito se recupere.
El gobierno ya dio el primer paso, con enorme sensibilidad y una gran visión. Para que la estrategia funcione, hay que confiar y acompañar a quienes van a hacer uso del crédito, apostarle a que pueden y deben ser productivos.
Lograr esto será el éxito de la nueva Financiera, puesta en marcha con un corte eminentemente social, dirigido a apoyar la economía de los productores que menos tienen.
Y si usted, lectora, lector querido, no tienen inconveniente, muchas gracias por sus amables comentarios y aportaciones, nos leemos el próximo jueves.
P. D. Segundo Informe de Gobierno. Todo está dicho, las Reformas se aprobaron. Sólo queda pendiente la Comisión Nacional Anticorrupción, que podría convertirse en la garantía del ejercicio, eficaz, eficiente, honesto y trasparente de las instituciones que surgieron con las Reformas.
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