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Crece preocupación por posible salida de Herrera

Las grandes cúpulas ven con incertidumbre los posibles cambios en el gabinete y en particular, los que podrían ocurrir en la Secretaría de Hacienda. | Romina Román

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Escrito en OPINIÓN el

Como si fuera poca la paralización de la economía por la grave crisis sanitaria por el covid-19, junto con la negativa del presidente López Obrador por adoptar medidas de apoyo que alivien a las micro y pequeñas empresas, se suma una preocupación más: la posible renuncia del secretario de  Hacienda, Arturo Herrera y la cada vez más comentada llegada de Raquel Buenrostro, actual jefa del SAT, pero sobre todo, incondicional el Primer Mandatario.

Hace poco, Buenrostro, a quien consideran la funcionaria más implacable del gabinete, le prometió al presidente cobrar a la mayor brevedad los adeudos que todavía tienen por pagar algunas empresas, en particular, los grandes conglomerados, los que derivado de alguna operación de compra-venta de otras subsidiarias tienen pendientes de pagar.

Sin embargo, las grandes cúpulas ven con incertidumbre los posibles cambios en el gabinete y en particular, los que podrían ocurrir en la Secretaría de Hacienda, entidad clave para enviar buenas señales a los inversionistas.

No es ningún secreto que una de las versiones que corrieron entre el empresariado hace unos días fue la salida de Herrera ante la diferencia de cifras y opiniones con el equipo cercano al presidente López Obrador, quien por cierto, dijo no estar de acuerdo en el pronóstico de su secretario de Hacienda.

Pero las estimaciones respecto al retroceso del PIB durante este año ya se venían venir, incluso, antes de la crisis por el covid-19, no obstante, la magnitud de la pandemia profundizó las previsiones que no gustaron nada y molestaron a López Obrador, sobre todo con la que hizo JP Morgan quien anticipó que el derrumbe de la economía mexicana podrían llegar hasta 7%, cifra que no se había registrado hace casi 100 años, cuando ocurrió la gran depresión mundial.

Respecto a Buenrostro, la matemática por la facultad de Ciencias de la UNAM, comparte los ideales del Jefe del Ejecutivo, a quien le tiene una lealtad a prueba de balas. “Mi consigna es dar buenas cuentas”, dice. 

Pero esa devoción, es lo que preocupa al empresariado, ya que un cambio en la SHCP en estos momentos de recesión, podría generar un aumento en la salida de capitales y un distanciamiento todavía mayor con los dirigentes de las cúpulas.

A pesar de que el Jefe del Ejecutivo busca convencer a los empresarios y pedirles su apoyo, la mayoría de los dirigentes no están de acuerdo con las medidas que está adoptando y optarán por irse por la libre; buscarán ayuda de los legisladores sobre todo para las empresas que tienen entre 1 y 50 trabajadores, así como de los gobernadores.

Algunas cúpulas se unirán más y por ejemplo Canacintra, hará un observatorio de micro, pequeñas y medianas empresas para tener al día el pulso de ese sector. En la actualidad, hay 4.5 millones de negocios que viven al día y general 16 millones de empleos.

¿Y el plan energético?

Del plan energético que dará a conocer el presidente López Obrador la próxima semana, no hay expectativas por parte de los empresarios, ya que dicen se insistirá en las inversiones de la CFE en Yucatán, así como la posibilidad de que Pemex pueda operar bajo un modelo de contratos de servicios múltiples, que se utilizó en el sexenio de Felipe Calderón. Nos adelantan que el Jefe del Ejecutivo seguirá fiel a su ideología y a sus corazonadas y no permitirá la inversión privada a través de la apertura de nuevas licitaciones en la cadena de hidrocarburos ni pondrá en marcha subastas de largo plazo en materia eléctrica. 

Así las cosas…