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Covid-19: la inmunidad de rebaño

Lo de ahora es la inmunidad de rebaño. Trabajos en grupo, propuestas colectivas, solidaridad y propuestas originales. Trabajo en conjunto pues. | Ulises Castellanos

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Escrito en OPINIÓN el

En las últimas dos semanas desde mi primer columna sobre la visibilidad de las fotografías de mis colegas frente a la presente crisis sanitaria. Muchas cosas han cambiado. Y lo mejor, es el hecho de que han proliferado nuevos enfoques y mejores espacios en medio del tsunami informativo que nos agobia.

La revista Proceso publicó esta semana un trabajo de Germán Canseco, -fotógrafo del semanario-, desplegando en varias páginas su mirada sobre el triste desenlace de una víctima de covid-19; el diario El Universal abre en su portada día tras día, con una imagen sobre el tema, a veces de sus fotógrafos y en otras ocasiones con registro de agencias. Y en general varios portales están destacando el trabajo de otros colegas. Aquí mismo, se presentó un especial con fotoperiodistas jóvenes: “Sin home office retratamos lo que vemos, esa es la realidad”.

Adicionalmente, las redes sociales dan testimonio permanente de su esfuerzo, riesgo y mirada original. Mejor imposible.

La reacción frente al riesgo de buena parte del gremio es protegerse, trabajar en equipo y defender su imagen. Es una especie de inmunidad colectiva que celebro.

Héctor Vivas, fotógrafo de Getty Images, se sumó al debate con un texto que subió a su blog, que por acá leemos con interés y atención por lo revelador de lo planteado, sobre lo que vive su generación y cómo perciben nuestro trabajo de años anteriores. Enhorabuena. Se abrió la conversación. Aquí el link para que vayan a su texto original : http://hector-vivas.com/blog

Por acá me ocuparé de los puntos importantes o controversiales en los que creo, tengo algo que aportar; me brinco los calificativos a mi desempeño, agradezco también lo que se me reconoce, pero lo importante es lo siguiente.

Héctor señala en su texto : “¿Estoy enojado? Si lo estoy, y desde antes de aceptar esa plática en la Fundación Elena Poniatowska, como lo menciona Ulises en su última columna. Estoy molesto con lo que nos han dejado las generaciones de arriba, con los que han tenido esos puestos de jefatura y poco han hecho por generar bases sólidas que protejan e impulsen a las generaciones de abajo”. 

Y me deja helado. Está molesto porque considera que mi generación o quienes hemos tenido encargos directivos, -según el- no hemos generado bases sólidas que protejan o impulse a su propia generación. Wow.

Todos tenemos necesidad de romper con generaciones anteriores, lo hicimos nosotros, lo hacen ellos; esa posición consolida una identidad y da incentivos para nuevas propuestas. En mi caso aclaro, que personalmente yo estoy en paz con la generación de fotoperiodistas que me antecede, es más. Entre ellos cuento con varios amigos a quienes respeto profundamente y ellos saben quienes son.

Pero volviendo al texto de Héctor, imagino que lo que ahí expresa es de buena fe y no hay bronca, pero ¿a qué se refiere en ese párrafo? ¿qué se supone que debimos hacer por el futuro? Nuestra generación, los que rondamos los 50 años de edad, fundamos agencias, inventamos suplementos, dignificamos la profesión, peleamos por ello, ganamos y perdimos batallas, los hechos nos respaldan.

Raúl Ortega, editó y mantuvo un suplemento bellísimo en el diario La Jornada en los últimos años del siglo XX, un espacio privilegiado que publicó a los mejores fotógrafos de aquel momento, desde Sebastián Salgado hasta Duilio Rodriguez por mencionar un par; en el 2000 Milenio hizo lo propio cuando Víctor Mendiola era coeditor en aquel diario; y nosotros en Proceso, publicamos especiales, calendarios y montamos una exposición anual que arrancó en el Centro de la Imagen en el año 2000, y que hacía referencia a lo mejor de nuestros compañeros fotoperiodistas.

Entre 2007 y 2008, el diario El Centro que dirigía Salvador Camarena, le dio vida al último suplemento semanal de fotografía a todo color que salía cada semana con ocho páginas dedicadas a la imagen. Ahí le publicamos a Jorge Silva, Mónica González, Ernesto Ramírez, Gregory Colbert, Francisco Mata, Eduardo Jiménez y Karina Tejada entre muchos otros. Desde ahí y hasta la fecha no ha habido nada nuevo en ese sentido y con ese formato. ¿Qué fue lo que no consolidamos? ¿Su permanencia? ¿Su visibilidad? ¿El futuro de esos proyectos?

Y continua Héctor en su relato : “Mi enojo es con la estructura inexistente que nos han dejado a quienes trabajamos hoy en día dentro del fotoperiodismo en cualquiera de sus ramas. Mi enojo es que sus defensas a los juicios que se les hacen se basan en su trayectoria y logros personales, y no en herencias sólidas de organización y de estructuras que nos hagan el camino más fácil en momentos tan críticos que se viven para el fotoperiodismo a nivel mundial. Ojo, sé que los intentos se han hecho y he participado en los inicios de una par de estos intentos, sin ningún resultado positivo”.

¿Ningún resultado? Quizá él tenga  razón, pero, ¿es nuestra responsabilidad? ¿en serio? No sé qué decir. Ese será tema de otro debate sin duda. Juro que quiero entender, ¿qué nos faltó?

Y sigue Héctor : “Estoy enojado con esos dueños de agencias que no se hablan, que se pelean los clientes regalando el trabajo y que nunca se han dignado a proteger al gremio. Estoy enojado con esos fotógrafos que haciendo trampa y manipulando imágenes nos cierran espacios en las agencias internacionales y en donde el fotógrafo mexicano se ha ganado mala fama, y estoy enojado con los que siguen documentando con photoshop.

También me enoja la crítica que no suma, la crítica que no propone, tal como lo hace la columna “Covid-19 Zona Cero” de Ulises Castellanos”. 

Tomo aire y respondo: ¿Crítica que no suma? ¿Crítica que no propone? Caray, creo que los resultados, twits y publicaciones hablan por sí mismas. Fuera de las estridencias, no hay mucho que agregar. El debate se abrió y de alguna manera se notaron las repercusiones.

El buen Héctor Vivas continua : “Todos los esfuerzos que se hicieron en el pasado, Manuales de Fotoperiodismo, reestructuraciones de departamentos de fotografía, pelear por mejores espacios para las imágenes, son algunas de las grandes aportaciones que Ulises Castellanos que ha hecho al fotoperiodismo en México, sin embargo la situación laboral y económica del fotoperiodismo en México está peor que nunca. Y es ahí donde tenemos que ponernos a pensar qué falló, qué no se hizo, porqué ninguno de estos esfuerzos tuvo una repercusión concreta en el futuro. Y ese es el punto que no me cuadra. Criticar sin voltear a la autocrítica”. 

En buena parte de este último párrafo Héctor tiene toda la razón, sin embargo, no sé qué más pudimos haber hecho para anclar esos avances. Esa sí es ya, una responsabilidad de quienes nos han relevado en ciertas posiciones. Y claramente en distintos casos, nuestros relevos han dejado perder lo alcanzado. Desconozco las razones, pero claramente son otros los que han perdido los espacios y se han achicado por la razón que sea. Pero bueno, nosotros hicimos lo que pudimos, hasta donde nuestras fuerzas llegaron, pero de ahí a transformar la industria, bueno, pues si, no nos alcanzó. Pero lo intentamos.

Al final Héctor Vivas hace un señalamiento clave, interesante y preciso: “Esos tiempos de grandes fotografías solitarias que espera Ulises Castellanos parecen haber acabado dando pie a los trabajos colectivos. Los premios comienzan a migrar hacia reconocer equipos de trabajo durante coberturas específicas, como los premios Pulitzer de los últimos años que reconocen a equipos de staff completos. Las coberturas ya no son de un fotógrafo en específico, sino de grupos de fotógrafos trabajando un mismo tema, como lo que nos muestra El Pais en “Los días que pasan”.  Y eso da esperanza. Da esperanza a que comencemos a contar historias en comunidad. Comenzar a reconocernos entre el gremio como una maquinaria que trabajando en conjunto va a lograr el objetivo final de esto, que es contar la historia en imágenes”.

Es la inmunidad de rebaño. Trabajos en grupo, propuestas colectivas, solidaridad y propuestas originales. Trabajo en conjunto pues. Esa fue la clásica escuela de los “onces” (nota roja); pero hoy les toca a ustedes demostrar de qué están hechos. Ya lo saben, dicen por ahí que toda crisis es una nueva oportunidad. Aprovéchenla.

Así las cosas, estimado Héctor, como te lo dije en Twitter, te leí con atención, te respeto, te escucho y te aplaudo. Ojalá más adelante podamos coincidir. No somos adversarios. Al contrario. El fotoperiodismo necesita más profesionales como tú, personajes que sepan debatir ideas, inteligentes y propositivos, los caminos para llegar al mismo puerto, son lo de menos. 

Bienvenidos a la Nueva Normalidad. Abramos la conversación.