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Corte de caja a siete meses del confinamiento

En México, como en casi todos los países, se están sintiendo con fuerza los embates del coronavirus. | Ismael Jiménez

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Escrito en OPINIÓN el

De marzo a la fecha, la pandemia ha dado cuenta de muchas circunstancias de lo que era la vida cotidiana. Las más importantes, las vidas que se ha llevado y después de eso, las crisis que ha generado.

Durante el mes de octubre, se cumplieron siete meses de confinamiento y junto con ello, el colapso de la economía global. La crisis económica generada por la pandemia no tiene precedentes en la historia moderna. La caída de PIB global supera ya los efectos generados por la segunda guerra mundial.

Este será un escenario difícil de superar y los países con economías en desarrollo o débiles, sufrirán más que el resto del planeta. Los países latinoamericanos se encuentran en esta situación, pues la condición económica del 37% de sus habitantes es precaria; dicha proporción se incrementará en los próximos meses a causa de los miles de negocios que han tenido que cerrar, y por la pérdida de millones empleos.

Muchos son los analistas que coinciden en que América Latina, será una de las regiones más golpeadas que sufrirá los efectos de esta crisis sanitaria y económica mundial. Este escenario explica las cifras de contagios y defunciones que los países latinoamericanos presentan a causa del covid-19.

La situación de pobreza de millones de habitantes en América Latina, obliga a los jefes de familia a tener que decidir entre morir de hambre o tirar la moneda al aire para salir a la calle a buscar trabajo o el sustento para sobrevivir en su día a día. Por ello, no es raro que los contagios y decesos en la región superen a los de Europa.

En México como en casi todos los países latinoamericanos, nunca dejamos de ver el transporte público semiabarrotado o el ambulantaje y las aglomeraciones en las calles de las zonas más precarias para la compra y venta de productos de primera necesidad. Quizás tal vez por ello, este segmento de la población no teme contagiarse, pues sus circunstancias de vida, ya eran de supervivencia antes de la pandemia.

Existen reportes de trabajadores que dejaron sus hogares para ir a laborar que resultaron infectados; algunos han sobrevivido, otros ya no tuvieron la fortuna. Algunos analistas han afirmado que el covid-19 cobrará más vidas entre la población de mayor vulnerabilidad económica y sanitaria.

En México como en casi todos los países que están sintiendo con fuerza los embates del coronavirus, los grupos de oposición siguen atribuyendo todos los efectos de la crisis al gobierno en turno. 

En nuestro país por ejemplo, los detractores de la 4T se han dado a la tarea de señalar que la deuda del país ha venido creciendo pese a que el gobierno no ha solicitado préstamos. La razón, la explican algunos de los críticos, es la siguiente: Con la caída del PIB, se deterioran los ingresos del país y junto con ello, la capacidad de gasto y de pago. Hasta aquí el argumento es válido, pero, ¿no es algo similar a lo que está sucediendo con miles de trabajadores a los que se les recortó a la mitad su salario y que ya tenían un crédito y ahora, no les alcanza para pagar al banco y los intereses que los agobian?

¿De quién es culpa de que el empleado se haya endeudado antes de la pandemia? ¿acaso es culpa del empleador que le recorta el sueldo por causas de la crisis o del trabajador que aspiraba a una vida mejor a través de su deuda? Los cuestionamientos aplican para la deuda pública ¿la deuda que crece por causa de los réditos y la crisis, son culpa del gobierno actual o por quienes en su momento como jefes del ejecutivo contrataron?

Es solo una reflexión que nos lleva a la guerra de las cifras una vez más. Para muchos seudoanalistas y seudocomunicadores, el PIB de México será el de mayor caída en la región. Algo falso, pues los distintos pronósticos del FMI, BM y la OCDE revelan que la economía mexicana se contraera 10%, igual que la economía de Reino Unido, mientras que el PIB de Brasil lo hará 8%. Las economías de España, Argentina, Francia, Perú, se contraerán 12%, mientras que el PIB de Estados Unidos y Canadá retrocederán más de 7%.

La guerra de cifras se ha situado también en los casos de contagio y decesos por el covid-19, hace unas semanas, a modo de júbilo, muchos de los seudoanalistas”festejaban” que México estaba situado, según sus cifras, entre los tres países con mayor número de infectados. También falso, países como Brasil, Colombia y Argentina, superan más del millón de infectados, México alcanzará esa cifra lamentablemente, pero la desinformación no debe imperar en este momento de crisis humanitaria.